La saciable codicia de los 'barones'

, Los presidentes de Castilla-La Mancha, Jos¨¦ Bono, de la Comunidad Valenciana, Joan Lerma, y de Murcia, Mar¨ªa Antonia Mart¨ªnez, acordaron y redactaron el apartado dedicado al agua en el programa auton¨®mico del PSOE para la pr¨®xima campa?a electoral. El hecho era ins¨®lito en los usos de la direcci¨®n federal socialista. Muy al contrario, hace unos a?os el entonces secretario de Organizaci¨®n, Txiki Benegas, inst¨® al presidente de la Comunidad de Madrid, Joaqu¨ªn Leguina, a que no pusiera en marcha la televisi¨®n auton¨®mica.Una sugerencia de este tipo -por cierto eludida por Leguina- ser¨ªa impensable hoy, del mismo modo que entonces era incre¨ªble que los conflictos del agua y las Hoces del Cabriel entre dos presidentes socialistas y el Ministerio de Obras P¨²blicas tuvieran que ser dirimidos por los tribunales ante la incapacidad de arbitraje de la direcci¨®n federal del PSOE.

El propio Felipe Gonz¨¢lez pidi¨® expresamente a los redactores del programa socialista que insistieran en la garant¨ªa de la cohesi¨®n territorial, una bandera que el PSOE teme perder y en cuya defensa ya se ha sacrificado a una v¨ªctima: el ministro Jos¨¦ Borrell. Su proyecto de vertebraci¨®n territorial, a trav¨¦s de una red de carreteras y un plan hidrol¨®gico nacional, ha sufrido los embates de gobiernos nacionalistas y regionalistas, algunos de ellos gestionados bajo el emblema de su propio partido.

A fin de cuentas, la ordenaci¨®n territorial es un poder que ya administran las comunidades aut¨®nomas, y muchos de sus presidentes han convertido su confrontaci¨®n con Obras P¨²blicas en bandera pol¨ªtica, a falta de un hecho diferencial con el que cuentan otras comunidades como Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco.

El peso creciente de los barones ante el Gobierno y la direcci¨®n federal socialista es indudable, y se ha consolidado durante la ¨²ltima legislatura auton¨®mica. Algunos presidentes auton¨®micos -Jos¨¦ Bono o Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra- son m¨¢s conocidos que muchos ministros porque han conseguido que, a trav¨¦s de ellos, la voz de su regi¨®n suene en Espa?a. "Ahora existimos como regi¨®n. Antes, s¨®lo se acordaban de nosotros para las, cr¨®nicas de sucesos", dijo con orgullo el presidente extreme?o Rodr¨ªguez Ibarra en el debate sobre el estado de las autonom¨ªas, celebrado el pasado mes de septiembre en el Senado.

Doce presidentes auton¨®micos se presentan a la reelecci¨®n en las trece comunidades de v¨ªa lenta en que hay convocadas elecciones el pr¨®ximo 28 de mayo: todas, salvo Andaluc¨ªa y las tres hist¨®ricas (Catalu?a, Galicia y Euskadi), que celebran sus elecciones por separado. El ¨²nico que no intenta repetir mandato es el aragon¨¦s Jos¨¦ Marco, que debe responder ante los tribunales de las acusaciones de co rrupci¨®n. Algunos presidentes concurren a las urnas por cuarta vez, como Bono, Rodr¨ªguez Ibarra o Lerma.

La crisis en la c¨²pula del PSOE hace cuatro a?os permiti¨® aflorar a los barones. Su entrada con fuerza en la escena pol¨ªtica era inevitable, ya que su poder se fundamenta, tras el proceso, de descentralizaci¨®n espa?ol, en un presupuesto de siete billones y medio, la tercera parte de los Presupuestos Generales del Estado sin contar la Seguridad Social.

Este poder est¨¢ en su plenitud con la traslaci¨®n del poder de la regi¨®n al partido. El peso de los secretarios regionales que son presidentes auton¨®micos es indiscutiblemente mayor ante la c¨²pula federal del PSOE que el de los que no lo son. Los presidentes auton¨®micos y secretarios regionales Lerma, Bono o Rodr¨ªguez Ibarra cuentan m¨¢s que un secretario regional por muy l¨²cido que sea, como el de Castilla y Le¨®n, Jes¨²s Quijano, que se encuentra en la oposici¨®n. Del mismo modo, los presidentes auton¨®micos con mayores po sibilidades de ganar s elecciones reafirman su identidad regional y advierten ue su campa?a electoral va a cenarse en el territorio. Es el caso de los socialistas Bono y Rodr¨ªguez Ibarra. El asturiano Antonio Trevin cuenta tambi¨¦n con posibilidades. El panorama se le presenta m¨¢s sombr¨ªo a otro hist¨®rico, el valenciano Lerma, y quienes lo tienen dif¨ªcil son el riojano Jos¨¦ Ignacio P¨¦rez S¨¢enz, la murciana Mar¨ªa Antonia Mart¨ªnez, el nuevo candidato aragon¨¦s Marcelino Iglesias y el madrile?o Joaqu¨ªn Leguina. El discurso de los presidentes socialistas m¨¢s caracterizadamente regionalistas, los m¨¢s asentados, se diferencia cada vez menos del de sus hom¨®logos del Partido Popular. Este hecho Preocupa bastante en la direcci¨®n federal del PSOE, que teme que la identidad de mensaje se reafirme m¨¢s si, tras las elecciones, quedan s¨®lo tres o cuatro presidentes auton¨®micos socialistas.

El ¨¦nfasis del presidente castellano-leon¨¦s, Juan Jos¨¦ Lucas, del PP, en su defensa del archivo de Salamanca o la denuncia del deterioro de la catedral de Burgos frente al apoyo econ¨®mico al Liceo de Barcelona, se diferencia bien poco del discurso reivindicativo extreme?o frente a Catalu?a, que en el pasado hac¨ªa el socialista Rodr¨ªguez Ibarra, o que hoy hace Bono de los espacios naturales y el agua en Castilla-La Mancha. En el territorio de la derecha, el panorama no es del todo halag¨¹e?o. Se plantea de forma muy grave en Cantabria, donde Juan Hormaechea sigue arrebatando el espacio pol¨ªtico del PP; o en Navarra, donde la escisi¨®n de la UPN, encabezada por el presidente Juan Cruz All¨ª, hace de la derecha navarra un reino de taifas. No obstante, la corriente electoral favorable de que goza el PP va a frenar previsiblemente el ascenso de los partidos regionalistas all¨¢ donde se manifestaban con m¨¢s fuerza: Arag¨®n y la Comunidad Valenciana. Los ¨²ltimos cuatro a?os han consolidado al presidente castellano-leon¨¦s, Juan Jos¨¦ Lucas, como la punta de lanza auton¨®mica del PP, frente a un Fraga cada vez m¨¢s aislado en su enclave gallego. Los populares apuestan por arrebatar a los socialistas las comunidades de Murcia, La Rioja, Madrid, Arag¨®n e incluso la emblem¨¢tica Comunidad Valenciana, consolidando Baleares y Castilla y Le¨®n.