Dos orejas bien ganadas

Pizarral / Fundi, S¨¢nchez, Higares. Seis toros de El Pizarral, serios y bien armados, que en general dieron muy poco juego. Fundi: ovaci¨®n; oreja. Manolo S¨¢nchez: silencio en los dos. Oscar Higares: palmas; oreja.Plaza de Barcelona, 23 de abril. Un cuarto de entrada

Barcelona, m¨¢s seria que la semana pasada en el reparto de trofeos, volvi¨® a ser plaza de primera. Y no se crea que la corrida de El Pizarral facilitase las cosas: primero y tercero, dos regalitos; segundo, un invalido; cuarto, encastado pero sin permitir una duda; el quinto s¨®lo and¨®, y sexto, nobl¨®n, pero muy tardo.

As¨ª las cosas, hab¨ªa que salir muy decidido a enfrentarse con ese material. Fundi dio, en este sentido, una aut¨¦ntica lecci¨®n. Lance¨® con buenas maneras a su primero, al que banderiller¨® discretamente. El muleteo, todo con la diestra, tuvo valor y asiento, siempre molestado por el aire, que fue una dificultad a?adida durante toda la tarde. Al cuarto le dieron fuerte en varas y Fundi lo pare¨® con lucimiento. Despu¨¦s de tantear al astado y al aire, la faena tuvo mucho m¨¦rito, siempre entre los pitones, con torer¨ªa, conocimiento y valor aut¨¦ntico. Entr¨® a matar con coraje y obtuvo una entera, algo desprendida.

Manolo S¨¢nchez es un torero artista, pero lo suyo no es luchar contra los elementos. Le¨¢se, en este caso, un inv¨¢lido que debi¨® volver a los corrales y un animal al que le di¨® por andar. Alg¨²n apunte y una palpable impotencia ante el gazapeo del quinto. Flojo en la suerte suprema; media baja en imo, y sartenazo y meteisaca en el otro.

?scar Higares estuvo aseado y decidido con el marrajo tercero. El sexto, en comparaci¨®n con lo anterior, pudo parecer bueno. Tampoco lo era, porque s¨®lo se mostr¨® nobl¨®n, aunque muy tardo. Higares lo entendi¨® bien. Lo mulete¨® despacio y con temple por ambos pitones, con seriedad y sosiego. Sac¨® a relucir su depurado estilo estoqueador, entrando con lentitud y jugando bien la mano izquierda, consiguiendo un magn¨ªfico volapi¨¦. Obtuvo un trofeo ganado a conciencia, con las mejores armas del valor y la seriedad torera.