El duelo final

El peso pol¨ªtico que le ha faltado estos ¨²ltimos a?os a Madrid en su Ayuntamiento le ha sobrado a su Parlamento regional. En la Asamblea, ubicada hasta esta legislatura de prestado en el destartalado caser¨®n del rectorado de la calle de San Bernardo, se han fogueado desde 1987 tres pol¨ªticos de primer nivel que, pase lo que pase en mayo, no volver¨¢n a verse ah¨ª las caras.Isabel Vilallonga, senadora y portavoz de IU, ha sido sustituida por ?ngel P¨¦rez, un candidato hasta ahora desconocido. P¨¦rez, de 41 a?os, procedente de la batalladora escuela sindical de los conductores de Metro, ha subido por la estructura del aparato de la coalici¨®n hasta su c¨²pula. Tiene todo por aprender, pero a su favor dispone del respaldo mayoritario de su partido, algo que siempre le falt¨® a Vilallonga.En sus relaciones con el PSOE, ambos transitaron varias etapas. En cualquier caso, el candidato actual se esfuerza estos, d¨ªas por precisar que Joaqu¨ªn Leguina es mejor que Felipe Gonz¨¢lez y que ¨¦l no se parece a Julio Anguita.

Si la izquierda tiene alguna posibilidad de gobernar, es decir, si entre PSOE e IU suman 52 de los 103 diputados en disputa, habr¨¢ pacto. Y la derecha continuar¨¢ otros cuatro a?os como la fuerza m¨¢s votada de la regi¨®n, pero en la oposici¨®n. Alberto Ruiz Gallard¨®n, de 36 a?os, no volver¨ªa a ser, en esa hip¨®tesis, su portavoz. El candidato del PP, eterno delfin de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar s¨®lo por proclamar, se juega en mayo dos carreras. Si no logra el gobierno, retornar¨¢ a su olvidada profesi¨®n de fiscal, en la que apenas ejerci¨®. Algunos de sus compa?eros de pro moci¨®n est¨¢n ya en la Audiencia Nacional. Un futuro Gobierno de Aznar le repescar¨ªa para un ministerio, pero ya con otras condiciones. Si toma la Puerta del Sol, sede del Ejecutivo auton¨®mico, tendr¨¢ ocho a?os -tope que ¨¦l se ha puesto, como Aznar- para demostrar que su gesti¨®n merece la pena de exportarse.

"Leguina ha descubierto lo que es el partido a los 53 a?os". As¨ª explican amigos y colaboradores su comportamiento de los ¨²ltimos meses. El perfil intelectual, reflexivo y cr¨ªtico del presidente regional hacia las corrientes que mandan en el PSOE se ha tomado combativo a su favor ahora, en los peores momentos. Hasta acude a cenas multitudinarias con Alfonso Guerra, su eterno enemigo. Leguina, que, aparentemente, quer¨ªa renovarse tras 12 a?os en el cargo, acept¨® finalmente competir -no se abri¨® nunca la veda de su sucesi¨®n- y se muestra ilusionado con ganarle por tercera vez consecutiva a un competidor al que aprecia como disc¨ªpulo. Si no es as¨ª, se marchar¨¢ a casa a acelerar su pen¨²ltima novela.