El fiscal asegura que nunca crey¨® que las Fuerzas Armadas fueran a admitir su culpa

El abogado Julio Strassera, de 62 a?os, quien fue el fiscal que sent¨® en 1985 en el banquillo de los acusados a los jefes militares de la dictadura, a los que incrimin¨® como responsables del secuestro, la tortura y la desaparici¨®n de miles de personas y de llevar adelante una represi¨®n "feroz, clandestina y cobarde9", se encontraba ayer sorprendido, pues nunca crey¨® que se fuera a romper "el pacto de silencio" existente en las Fuerzas Armadas argentinas. "No ten¨ªa esperanzas", reconoce ahora, "porque ellos nunca admitieron nada, nunca nadie habl¨® de torturas ni de secuestros ni de cr¨ªmenes".

Los militares en bloque insist¨ªan, hasta hace poco, como si fuese una lecci¨®n aprendida o una coartada preparada de antemano, en que, en la supuesta guerra no convencional contra los extremistas, los subversivos en el leguaje oficial de la ¨¦poca, se hab¨ªan producido algunos excesos aislados. Siempre se rechaz¨® la existencia de una maquinaria estatal de horror durante la dictadura. Algo generalizado en que pudieran estar implicados un n¨²mero elevado de militares.Para Strassera, que tiene ahora un despacho privado y ha sido postulado como candidato a diputado por la Uni¨®n C¨ªvica Radical, principal partido de la oposici¨®n al peronismo gobernante, la confesi¨®n p¨²blica de los subalternos involucrados directamente en la matanza de miles de prisioneros se debe a que "ya no pod¨ªan soportar el peso de se mejantes cr¨ªmenes sobre su con ciencia. Nadie puede dormir tranquilo despu¨¦s de arrojar gen te al mar desde un avi¨®n en pleno vuelo". El ex fiscal siente que aquella verdad que tanto cost¨® desvelar en el juicio y en las complejas pesquisas de la comisi¨®n investigidora presidida por el escritor Ernesto S¨¢bato se encuentra ahora expuesta, de forma brutal, a la luz p¨²blica, sin censura, y ya nadie podr¨¢ negarla jam¨¢s ante la historia.

Cr¨ªticas al Gobierno

"S¨®lo el Gobierno [de Carlos Menem] parece todav¨ªa dispuesto a insistir en la l¨ªnea argumental de los comandantes. Hoy mismo [por ayer], esta ma?ana, el presidente Menem elogia al general [Mart¨ªn Antonio] Balza por su valent¨ªa, pero de inmediato dice que 'no se explica' por qu¨¦ aparecen estos arrepentidos y sigue hablando de 'guerra contra la subversi¨®n'. El candidato a vicepresidente que acompa?a a Menem cree que se trata de una maniobra electoral. Es el colmo", dice Strassera en su c¨®riversaci¨®n con EL PA?S.

El ex fiscal tampoco ten¨ªa grandes esperanzas de que alg¨²n d¨ªa las Fuerzas Armadas reconocieran los delitos cometidos. Por eso considera que debe hablarse de un antes. y un. despu¨¦s de las declaraciones del general Mart¨ªn Antonio Balza, jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito de Tierra. "Ante las declaraciones del capit¨¢n Scilingo [el primero que denunci¨® el lanzamiento al mar de presos], el jefe de la Marina prefiri¨® no dar la cara y se preocup¨® s¨®lo en se?alar los antecedentes de quien confesaba sus cr¨ªmenes y se llamaba a s¨ª mismo asesino. La Marina advirti¨® adem¨¢s sobre 'el riesgo de convertir a las v¨ªctimas en victimarios".

Discurso hist¨®rico

Strassera dice que, frente a ¨¦sa actitud, "Balza se ha enfrentado a la situaci¨®n, ha pedido a todos aquellos que sepan algo que se lo digan y se ha comprometido personalmente a hacer p¨²blica, toda la informaci¨®n, adem¨¢s de calificar como delitos todas aquellas ¨®rdenes ilegales. El de Balza ha sido un discurso tambi¨¦n hist¨®rico", dice Strassera.

Strassera sabe, como abogado que es, que ya nada puede hacerse judicialmente por castigar a los culpables de los desmanes de la llamada guerra sucia, aunque ¨¦stos aparezcan a la luz en una cascada de declaraciones p¨²blicas: "Las leyes de punto final, obediencia debida [auspiciadas por el Gobierno de Alfons¨ªn] y el indulto posterior decretado por Menem impiden toda posibilidad de persecuci¨®n penal". Y a?ade: "Pero el tribunal puede reclamar la investigaci¨®n sobre el destino final de miles de personas que a¨²n contin¨²an como desaparecidas. Todav¨ªa quedan algunos jueces dem¨®cratas en los que se puede confiar a pesar de la manipulaci¨®n que ha hecho el poder Ejecutivo sobre el poder Judicial".