El jefe del Ej¨¦rcito rompe el silencio y reconoce los cr¨ªmenes cometidos por la dictadura militar
Inesperadamente, despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada de silencios, amarguras o convocatorias al imposible olvido, el jefe del Ej¨¦rcito argentino admiti¨® las barbaridades cometidas por los militares durante la dictadura castrense que sigui¨® al golpe del 24 de marzo de 1976. El teniente general Mart¨ªn Antonio Balza, respetado por las tres armas y por las fuerzas pol¨ªticas, reconoci¨® en un solenme mensaje al pa¨ªs que, para combatira la subversi¨®n izquierdista, se tortur¨® y asesin¨® porque el Ej¨¦rcito, instruido y adiestrado para la guerrilla cl¨¢sica, no supo c¨®mo enfrentar desde 99 la plena legalidad "el terrorismo demencial ".
"S¨®lo puedo ofrecer el firme compromiso de que no repetiremos los errores del pasado", prometi¨® el general. El principal mando militar argentino, cuyas declaraciones pueden desencadenar movimientos de protesta o adhesi¨®n en los regimientos, no, neg¨® que durante la represi¨®n el adversario fue individualizado, se le priv¨® de dignidad y, en la obsesi¨®n por arrancar informaci¨®n a los detenidos, se lleg¨® "a la supresi¨®n de la vida".No se descarta, pese a la negativa de Mart¨ªn Balza, que el presidente Carlos Menem, quien ayer apoy¨® el in¨¦dito pronunciamiento del general, le hubiera instruido antes para que lo hiciera tratando de reconducir una controversia que primero se quiso evitar, pero cobr¨® vida propia y, a dos semanas de las elecciones general es, alarm¨® al Gobierno cuando dos ex militares confesaron haber participado personalmente en la sistem¨¢tica operaci¨®n de eliminaci¨®n de presos.
Declaraci¨®n de Menem
[El presidente argentino, Carlos Menem, manifest¨® ayer que la actuaci¨®n de Balza le hizo bien a ¨¦l y a toda la sociedad, informa Efe. En su opini¨®n, tras esta declaraci¨®n "las otras armas van a tomar igual actitud".]
El jefe del Estado Mayor General del Ej¨¦rcito culp¨® a toda la sociedad por haberse excedido, acobardado o mirado entonces a un costado, pero admiti¨® su responsabilidad institucional por los atropellos perpetrados durante unos a?os, caracterizados por el mesianismo, la violencia y la ideolog¨ªa a ultranza. El saldo de aquel periodo de enfrentamiento civil fue atroz: al menos 9.000 desaparecidos, 30.000 seg¨²n organismos de derechos humanos, y unas secuelas y traumas dif¨ªciles de sanar.
Balza, que ley¨® un comunicado de ocho cuartillas, asumi¨® las responsabilidades que le corresponde afrontar, pero advirti¨® que su dram¨¢tica alocuci¨®n nacional persegu¨ªa el comienzo "de un di¨¢logo doloroso sobre el pasado que nunca fue sostenido y se agita como un fantasma sobre la conciencia colectiva. No debemos negar m¨¢s el horror".
Interviniendo directamente en la pol¨¦mica sobre la existencia de listas de personas desaparecidas, dijo que no puede ordenar su reconstrucci¨®n, pero se mostr¨® interesado en ella. "Si existiera en el Ej¨¦rcito alguien que dispusiera de listas o, a trav¨¦s de su memoria, la capacidad de reconstruir el pasado, le aseguro p¨²blicamente la reserva correspondiente y la difusi¨®n de las mismas bajo mi exclusiva responsabilidad", afirm¨® el militar.
Mart¨ªn Antonio Balza, uno de cuyos objetivos ha sido tratar de reconciliar al estamento militar con la sociedad civil, ha protagonizado la primera autocr¨ªtica de un comandante por los abusos del r¨¦gimen. Se ha apartado radicalmente de la "historia oficial" argentina y son de esperar nuevos testimonios.
?stas son algunas de las manifestaciones de Mart¨ªn Antonio Balza: "El Ej¨¦rcito crey¨® err¨®neamente qu¨¦ el cuerpo social no ten¨ªa los anticuerpos necesarios para enfrentar el flagelo [de la violencia subversiva de la d¨¦cada de los setenta] y, con la anuencia de muchos, tom¨® el poder [en 1976], una vez m¨¢s, abandonando el camino de la legitimidad institucional". "El que algunos de sus integrantes deshonraran un uniforme que eran indignos de vestir no invalida el desempe?o abnegado y silencioso de los hombres del Ej¨¦rcito".
"Siendo justos, veremos que del enfrentamiento entre argentinos somos casi todos culpables por acci¨®n u omisi¨®n, por ausencia o por exceso, por anuencia o por consejo". "Las listas de desaparecidos no existen en la fuerza que comando; si es verdad que existieron en el pasado, no han llegado a nuestros d¨ªas". "Nadie est¨¢ obligado a cumplir una orden inmoral". "Sin eufemismos digo claramente: delinque quien vulnera la Constituci¨®n nacional, delinque quien imparte ¨®rdenes inmorales, delinque quien para cumplir un fin que cree justo emplea medios injustos, inmorales".
La respuesta de Balza se conoci¨® la noche del martes, un d¨ªa despu¨¦s de que el ex sargento V¨ªctor Ib¨¢?ez confirmase las revelaciones del ex oficial de la Armada Francisco Adolfo Scilingo: desde aviones de la Marina, sedados y desnudos, fueron lanzados al oc¨¦ano Atl¨¢ntico y al r¨ªo de la Plata presos torturados previamente.
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