Arrabal, Vasseur y el c¨¦lebre Th¨¦?tre de la Huchette cierran en Valladolid una semana dedicada a lonesco

, La representaci¨®n n¨²mero 12.250 de La cantante calva y La lecci¨®n, del dramaturgo francorumano Eugene lonesco, se celebrar¨¢ esta noche en Valladolid a cargo del legendario Th¨¦?tre de la Huchette, que representa estos dos cl¨¢sicos de nuestro tiempo en Par¨ªs desde octubre de 1952. Con ello termina una semana dedicada a uno de los dos grandes autores del teatro del absurdo, organizada por el departamento de Filolog¨ªa Francesa de la Universidad de Valladolid, y con la participaci¨®n, entre otros especialistas, del dramaturgo Fer nando Arrabal, amigo de lonesco, o el franc¨¦s Marceau Vasseur, director de montajes de lonesco en Europa, Am¨¦rica y Asia.Seg¨²n Arrabal, Ionesco es quiz¨¢ el autor m¨¢s representado de nuestro tiempo, y sus ra¨ªces est¨¢n estrechamente enlazadas con dos grandes experiencias est¨¦ticas, el surrealismo y el,movimiento dad¨¢, que abole la moral y afirma que todo es posible en arte. Es hijo tambi¨¦n de la ¨¦poca de los titanes, cuando individuos como Stalin o Hitler quisieron cambiar el mundo.

Para Vasseur, la obra de lonesco es "un empe?o m¨ªtico, una incitaci¨®n a tener en cuenta la dimensi¨®n po¨¦tica y espiritual de la existencia; todo debe ser contemplado a escala humana". Vasseur niega que lonesco sea pesimista, como se ha dicho, pues desde el momento que escribe ya hay en ¨¦l un acto de esperanza.

Ocho grupos de teatro de diversa procedencia han participado en la celebraci¨®n, en el palacio de Santa Cruz, donde se exhiben sus libros y fotos de sus montajes y de sus cuadros, otros cuatro peque?os grupos representaban a lonesco en clave aut¨®mata: cuando un paciente tocaba la campanilla correspondiente, se lanzaban a representar escenas famosas, como la de Los saludos. Un filme del belga Thierry Z¨¦no, in¨¦dito en Espa?a, mostr¨® aspectos poco conocidos del ¨²ltimo lonesco, como su forirna de narrar Cuentos para ni?os menores de tres a?os, su desespeiraci¨®n ante la muerte (Ionesco rnuri¨® hace un a?o), y su tard¨ªa e Intensa dedicaci¨®n a la pintura, cuando las palabras le cansaban y s¨®lo encontraba consuelo en sus colores ingenuistas y libres.