Aquel joven 'perro'

Cuando Vargas Llosa public¨® en 1963 La ciudad y los perros, a los militares peruanos les sent¨® como un tiro. El novelista escrib¨ªa con tiras de su piel. A los 14 a?os hab¨ªa sido internado en el colegio militar Leoncio Prado de Lima. Su padre sol¨ªa amenazarlo con esa medida disciplinaria para convertirlo en un hombre con los huevos bien puestos. El primer d¨ªa de colegio los oficiales desaparecieron, y los cadetes se lanzaron sobre los perros, que as¨ª llamaban a los novatos. Los llevaron al campo de f¨²tbol. Al joven Vargas le preguntaron qu¨¦ deporte practicaba. "Nataci¨®n, mi cadete". "N¨¢dese entonces toda la cancha de atletismo, perro". Pas¨® all¨ª dos a?os, con d¨ªas horribles. Tambi¨¦n se hizo escritor "profesional": cartas de amor, poemas sat¨ªricos y novelas er¨®ticas para pagarse los cigarrillos. De aquella memoria naci¨® su primera gran novela. Lo militar estar¨ªa presente en otras obras. Pantale¨®n y las visitadoras contiene los partes secretos m¨¢s divertidos de los servicios de informaci¨®n. Uno de los informes calcula en 104.712 las prestaciones sexuales al mes en los cuarteles del Amazonas. En 1990 quiso ser el presidente democr¨¢tico de Per¨², tambi¨¦n de su Ej¨¦rcito. Pero esa novela no la pudo escribir.