Aquellos inolvidables a?os

"En el f¨²tbol no hay memoria, salvo en Tenerife". De esta forma se dirigi¨® Jorge Valdano a los muchos aficionados que se agolparon en un sal¨®n de actos de la capital tinerfe?a donde se iba a presentar el libro Valdano: sue?os de f¨²tbol, de los periodistas Carmelo y Mart¨ªn Rivero. Era la segunda vez, tras su marcha al Real Madrid, que el t¨¦cnico argentino pisaba la isla que le vio nacer como entrenador de f¨²tbol de alta competici¨®n. Y era tanta la expectaci¨®n que levant¨® su llegada a Tenerife que no le qued¨® m¨¢s remedio que matizar una de sus famosas frases y reconocer que en el mundo del f¨²tbol a¨²n quedan lugares, como Tenerife, donde el recuerdo e incluso la nostalgia de los buenos momentos vividos se imponen por encima de decisiones profesionales como la que tuvo que adoptar a la hora de marcharse a la capital de Espa?a en busca de nuevas y m¨¢s altas metas deportivas.Cuatro meses despu¨¦s, Valdano vuelve a Tenerife con el Real Madrid de sus amores como l¨ªder destacado de la Liga espa?ola y con la intenci¨®n, seg¨²n sus propias palabras, de devolver al equipo blanco lo que en dos a?os le quit¨® como entrenador tinerfe?ista para d¨¢rselo a su eterno rival, el F¨²tbol Club Barcelona. Y llega, adem¨¢s, para enfrentarse al equipo que de su mano pas¨® de luchar por salir de los puestos inc¨®modos de la clasificaci¨®n a competir por un puesto europeo, de deambular con m¨¢s pena que gloria por los campos de f¨²tbol espa?oles a ser de los conjuntos que m¨¢s admiraci¨®n despertaba entre los aficionados por su juego alegre y ofensivo; en definitiva, un conjunto que dej¨® de ser del mont¨®n para convertirse en uno de los grandes animadores de la Liga nacional e incluso de la competici¨®n europea.

Todo ello, unido al regreso de sus colaboradores ?ngel Cappa y Alberto Gir¨¢ldez, junto al centrocampista Fernando Redondo, que tantas tardes llev¨® el n¨²mero 5 del Tenerife, aportan a la visita del Madrid una sensaci¨®n entre morbosa y nost¨¢lgica.

Atr¨¢s quedan aquellos dos finales de temporada, 1991-92 y 1992-93, en los que, como si se tratara de una confabulaci¨®n, el Real Madrid perdi¨® en Tenerife dos Ligas que fueron a parar a las vitrinas del Bar?a. Ahora su objetivo no es otro que el de alcanzar el t¨ªtulo liguero para el conjunto merengue y saldar as¨ª una deuda pendiente.

En Tenerife, como en el resto de lugares de Espa?a, se sabe que ese logro est¨¢ cada vez m¨¢s cerca. Ni el Real Madrid falla ni los rivales que han podido hacerle frente han estado a la altura de las circunstancias a lo largo de esta temporada. Este hecho, unido a que el equipo canario no se juega pr¨¢cticamente nada, resta dramatismo al choque, lo que no significa que el ambiente del Rodr¨ªguez L¨®pez vaya a ser f¨¢cil para los madridistas. La memoria en el f¨²tbol no existe, Y aunque, seg¨²n Valdano, Tenerife puede ser la excepci¨®n, lo m¨¢s normal es que, a medida que se acerque la hora del partido, una amnesia colectiva y espesa cubra el Rodr¨ªguez L¨®pez y borre de un plumazo nostalgias, buenos momentos y ¨¦xtasis europeos.

Valdano volver¨¢ a entrar este domingo al Rodr¨ªguez L¨®pez, para sentarse esta vez en ¨¦l banquillo visitante junto a su inseparable y tambi¨¦n muy recordado ?ngel Cappa. A la vez, "el mejor 5 del mundo", seg¨²n palabras de C¨¦sar Luis Menotti dedicadas a Fernando Redondo, saltar¨¢ entre los silbidos del p¨²blico. El sentimiento de estos protagonistas ser¨¢, sin duda, especial, como lo ser¨¢ tambi¨¦n el de los aficionados tinerfe?os con buena memoria. Sin embargo, el pitido inicial acabar¨¢ con todo. El bal¨®n ser¨¢ el centro de atenci¨®n y la porter¨ªa rival el objetivo principal de los equipos. En ese momento ser¨¢ m¨¢s inmediato presente que la nostalgia de la historia pasada. Una historia qu¨¦, en t¨¦rminos de ¨¦xitos futbol¨ªsticos, tiene un nombre en Tenerife: Jorge Valdano.