M¨¦ndez sigue

C?NDIDO M?NDEZ ha salido airoso del envite que le hab¨ªa lanzado Manuel Fern¨¢ndez, Lito, y ha logrado hacerse nuevamente con la secretar¨ªa general de UGT. Su elecci¨®n, o mejor reelecci¨®n, al frente de esta central sindical ha puesto fin a un conflicto que ha tenido visos de serlo m¨¢s de poder que de confrontaci¨®n de estrategias y modelos sindicales. La crisis de liderazgo que se abat¨ªa sobre UGT desde la retirada de Nicol¨¢s Redondo se ha resuelto, pero no es nada seguro que los graves problemas que aquejan a esta central sindical se solventen ahora m¨¢s f¨¢cilmente que antes.Sin embargo, a partir de este instante deber¨ªan darse las condiciones para que UGT afrontase su futuro con importantes bazas a su favor. La reelecci¨®n de C¨¢ndido M¨¦ndez se ha producido con todas las garant¨ªas democr¨¢ticas exigibles. Ya no puede achac¨¢rsele que su posici¨®n de liderazgo se deba a patrocinio distinto que el de las urnas. Su elecci¨®n ha sido limpia, y no lo ha sido menos el proceso previo de designaci¨®n de delegados por parte de las federaciones estatales y uniones territoriales del sindicato. Y por primera vez en la historia de la central sindical su secretario general ha accedido al cargo con el voto secreto e individual de los delegados en el congreso. Ello otorga, si cabe, mayor autenticidad a la reelecci¨®n de M¨¦ndez al frente de UGT.

Pero el hecho de que los delegados en el congreso, a pesar de la libertad de voto y la no sujeci¨®n a mandato imperativo alguno de las bases, hayan calcado las votaciones, del proceso precongresual -una especie de elecciones primarias en todas y cada una de las federaciones y uniones del sindicato- muestra hasta qu¨¦ punto UGT est¨¢ hoy vertebrada por dos tendencias claramente diferenciadas y pr¨¢cticamente iguales. Ni C¨¢ndido M¨¦ndez ni Manuel Fern¨¢ndez, Lito, han conseguido arrebatar en el congreso ning¨²n voto m¨¢s de los que ya ten¨ªan. Los 431 votos del primero y los 369 del segundo evidencian que las opciones que representan son s¨®lidas y est¨¢n afianzadas en el sindicato.

Ser¨ªa suicida, pues, por parte de M¨¦ndez y su equipo dirigir UGT sin tener en cuenta el peso real de la fuerza que representa su contrincante. Y ser¨ªa sencillamente antidemocr¨¢tico por parte de Lito y de quienes le apoyan no aceptar los resultados del congreso, intentando nuevamente desbancar a M¨¦ndez y hacerle la vida imposible. "Si M¨¦ndez gana, M¨¦ndez tira y Lito empuja", prometi¨® este ¨²ltimo en los d¨ªas previos al congreso como muestra de su voluntad colaboradora. Es, pues, el momento de poner en pr¨¢ctica esa promesa.

La situaci¨®n de UGT no est¨¢ para bromas. Sobre la central sindical se cierne todav¨ªa la fuerte crisis econ¨®mica, pol¨ªtica y moral provocada por el esc¨¢ndalo de la cooperativa de viviendas de la PSV. Si a ello se a?aden los problemas de la negociaci¨®n colectiva en marcha, el desaf¨ªo de la "unidad de acci¨®n" con CC OO y los resultados de unas elecciones sindicales no tan favorables como hubieran querido, habr¨¢ que convenir que el sindicato surgido hace m¨¢s de un siglo en tomo a Pablo Iglesias necesita de todos los sectores los de la mayor¨ªa y minor¨ªa que lo integran- para salir adelante.