El jugador s¨ªmbolo
El jugador s¨ªmbolo es el que tiene el toque de bal¨®n de los privilegiados y el carisma especial de los l¨ªderes, pero no sale habitualmente en el equipo titular debido, sobre todo, al declive de sus facultades f¨ªsicas por el paso de los a?os. Hay en el f¨²tbol actual algunos ejemplos. Rafael Gordillo en el Betis, o Roberto Sim¨®n Marina, en el Toledo. Y hace a?os, Gento en el Real Madrid o Luis Aragon¨¦s en el Atl¨¦tico de Madrid.El jugador s¨ªmbolo entra en el terreno de juego en plan Cid Campeador, en los momentos en los que su equipo precisa urgentemente de un apoyo psicol¨®gico, o para servir de referencia ¨¦tica, como los viejos militantes de los partidos pol¨ªticos. Estos futbolistas provocaron en su d¨ªa el pavor en las filas contrarias, pero han perdido la agilidad. Saben que "la vida da alegr¨ªas, pero al final pasa factura", como ha escrito el dramaturgo Neil Simon.
Ram¨®n Blanco, t¨¦cnico del Marbella, se ha convertido en entrenador s¨ªmbolo. El conjunto malague?o se agarra a la tabla de salvaci¨®n, cuando todo parec¨ªa perdido, incluida la propia supervivencia del club. Los jugadores marbell¨ªes ganaron el s¨¢bado a domicilio al Lleida gracias al empuje tenaz de la desesperaci¨®n.
"Necesit¨¢bamos tranquilidad y Ram¨®n Blanco nos la ha proporcionado", manifest¨® Mart¨ªn Dom¨ªnguez, autor de un gran gol, ¨²nico internacional del Marbella: jugador s¨ªmbolo. El Lleida jug¨® bajo el s¨ªndrome del desconcierto y convierte el ascenso directo a Primera Divisi¨®n en cosa de dos: Rayo Vallecano y M¨¦rida.
Estos dos equipos ganaron en esta jornada. El conjunto extreme?o lo tuvo f¨¢cil en su visita al campo del Orense. El colista ha perdido sus se?ales de identidad en una temporada calamitosa. Y el Salamanca acaricia la promoci¨®n. El equipo unionista exige el merecido reconocimiento de conjunto revelaci¨®n de la temporada en Segunda Divisi¨®n. Lillo, el entrenador, revive los buenos momentos de la, historia de la Uni¨®n Deportiva, como en los a?os setenta, cuando el equipo era temido en primavera -un hueso, dec¨ªan-. A?os de jugadores como D'Alesandro, Alves, Rezza, Enrique. Y el grito atronador de "Hala, Uni¨®n" en el campo de El Helm¨¢ntico. Otros tiempos, que pueden volver.
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