Jospin apela a los j¨®venes a dar la "segunda sorpresa"
Una entusiasta muchedumbre de 18.000 j¨®venes ovacion¨® anoche en el polideportivo parisiense de Bercy al socialista Lionel Jospin cuando areng¨®: "la campa?a no ha acabado con el cara a cara, agrupemos a la mayor¨ªa de los franceses para crear la segunda sorpresa". Confiaba a¨²n en un vuelco de las previsiones que le permita la victoria. Jacques Chirac, por su parte, llam¨® a 5.000 de los suyos, en Metz, a movilizarse "hasta el final".
Se palpan la ropa. La sospecha de que el debate televisivo no ha zanjado la apuesta provoc¨® que ambos l¨ªderes apelaran ayer a apurar los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a, hasta ma?ana mismo. Jospin en Par¨ªs, y Chirac en Metz, buscaron en sus respectivos ba?os de masas la pr¨®rroga de su cort¨¦s enfrentamiento del martes, endureciendo los ataques."El resultado es imprevisible y ser¨¢ ajustado, pero f¨ªjese qu¨¦ cantidad de j¨®venes, c¨®mo crecen", comentaba a este diario el profesor Maurice Duverger en Bercy. Era uno de los escasos asistentes al mitin de Jospin, junto con su colega Alain Touraine, que sobrepasaba los sesenta. El resto -salvo los Jack Lang, Laurent Fabius, Michel Rocard y otros dirigentes socialistas- eran veintea?eros: una novedad, porque todas las encuestas indican que esa franja es la m¨¢s reacia a Jospin.
A ellos, y a las mujeres, dedic¨® sus mejores esfuerzos el socialista en una larga hora y media de discurso, bien construido pero t¨¦cnico y profesoral, huero de pasi¨®n y complicidad humana, y, sin embargo, interrumpido centenares de veces con v¨ªtores, incluso cuando evoc¨® la necesidad de la moneda ¨²nica europea como "mecanismo para luchar contra la especulaci¨®n monetaria".
Jospin record¨® su peregrinaje por toda Francia para sentenciar: "He venido a Par¨ªs para ganar", confiando en mantener la aureola de la primera vuelta que sus rivales dan por "finiquitada" -como dec¨ªa ayer la portavoz de Alain Jupp¨¦- y desmentir as¨ª casi todas las predicciones. "Tomo la campa?a como una fiesta", asegur¨®, s¨®lo arruinada por "el crimen racista, que no incidente" cometido contra el joven marroqu¨ª arrojado al Sena, que "me llena de verg¨¹enza y c¨®lera". Y exigi¨® que polic¨ªa y autoridades tomen medidas cautelares contra las manifestaciones del Frente Nacional, "porque el propio Le Pen reconoce que siempre generan problemas".
Enseguida, Jospin reconstruy¨® el debate televisado. Acus¨® a su rival de exhibir "fatalismo ante el paro, indiferencia ante la vivienda social" e injusticia distributiva con su propuesta de aumentar el IVA. Reiter¨® sus argumentos program¨¢ticos, pero con contundencia. Y con gesto y tono, algo de lo que careci¨® en el debate. Pero sobre todo, a?adi¨® un cu¨¢druple ataque a Chirac: Le atraviesa "el concepto tradicional, jer¨¢rquico, del poder, contra la autoridad consentida a la que aspiran los j¨®venes". Defiende que "la mujer debe estar de pie, detr¨¢s del hombre, para servirle" y desprecia la igualdad. Ningunea la educaci¨®n masiva, "porque como buen derechista privilegia lo innato sobre lo adquirido". E ignora las exigencias mediambiental y europea. Ah¨ª fue el delirio.Chirac critica el pasado
Mientras, en Metz, Chirac entraba tambi¨¦n en el cuerpo a cuerpo hasta ahora evitado. Acus¨® a su contricante de intentar "desembarazarse de su pasado" como ministro en un Gobierno que duplic¨® el n¨²mero de parados, hasta los tres millones, permiti¨® un incremento de la delincuencia del 60% y mantuvo como ministro de Econom¨ªa a Jacques Delors, "cuyo balance qued¨® marcado por tres devaluaciones". Y, espejo invertido del jospiniano, lanz¨® gui?os a los eur¨®fobos diciendo que "si el Acuerdo de Schengen no permite una lucha m¨¢s eficaz contra la inmigraci¨®n clandestina", habr¨¢ que "sacar las consecuencias". "Hay que desembarazarse del cors¨¦ de la ideolog¨ªa socialista", resumi¨®, alertando de la necesidad de mantenerse movilizados. [El ex presidente Val¨¦ry Giscard d'Estaing pidi¨® ayer el voto para Chirac y expres¨® la esperanza de que su victoria sea por amplio margen, informa Efe.]
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