Poca diversi¨®n

Se trataba de pulsar en directo la repentina fama de esta cantante de Misuri, a la que la academia de los Grammys design¨® el pasado mes de marzo como Artista Revelaci¨®n del A?o, contrarrestando con un poco de aire fresco su reincidencia en los valores musicales ya consagrados. La pelirroja de la sonrisa inmaculada y su engrasada banda de acompa?amiento abrieron el apetito de su joven audiencia bastante alejada, por cierto, de la llamada generaci¨®n Kronen con el tema Leaving Las Vegas. Asent¨® as¨ª unas reconocibles ra¨ªces de cantautora que bebe las fuentes musicales de la Am¨¦rica profunda, aunque durante la noche fue alternando dosificadamente otras posibilidades y estilos del abecedario pop-rock. En el turno del excelente Cant cry anymore cautiv¨® con su voz puntiaguda y en The na-na song, parapetada tras los teclados, cedi¨® paso al lucimiento de sus aplicados y por momentos endurecidos guitarristas. Run, baby, run levant¨® los brazos acurrucadores de? p¨²blico. Para seguir demostrando habilidades de multiinstrumentista y abordar Strong enough, ocult¨® su visible ombligo tras un acorde¨®n, un instrumento que Sheryl calific¨® como uno de "los m¨¢s sexys" y que tambi¨¦n toc¨® en su particular versi¨®n del tema Dyer mak`er, de Led Zeppelin.Despu¨¦s, con el pegadizo All I wanna do, con el a?adido de una versi¨®n sofocada y con suavizante, llegar¨ªa el momento que llevan meses preparando la MTV y las radiof¨®rmulas.

Sheryl no disimul¨¦ aqu¨ª sus deudas con los Stealer's Wheel de Gerry Rafferty. Sheryl Crow no defrauda, pero en su convencionalidad tampoco consigue fomentar la diversi¨®n que tanto afirma el superhit que ha sido su pasaporte internacional. Tras el ¨¦xito, la curtida vocalista de Misuri quiere ilustrar la banda sonora de una pel¨ªcula. Le sugiero, sin m¨¢s, una road-movie.