El nuevo mapa electoral choca con el monopolio institucional de la derecha
El mapa electoral surgido de las elecciones del domingo reverdece la antigua confrontaci¨®n entre derecha e izquierda, ¨ªntimo rasgo de la historia de Francia. Y formaliza un delicado equilibrio entre ambas9 con ventaja de los conservadores-populistas. Pero este resultado chirr¨ªa con el dominante en las instituciones surgidas de anteriores consultas electorales, que han otorgado una apabullante hegemon¨ªa a las fuerzas de la derecha.
La derecha ha ganado limpiamente, pero la izquierda casi empat¨®. Con ello, el entramado institucional franc¨¦s ha envejecido s¨²bitamente. El monopolio del conservadurismo -incluido el de tendencia social- resulta abrumador en la Asamblea Nacional, donde los socialistas s¨®lo ostentan 50 de los 577 esca?os tras sus catastr¨®ficos resultados en las legislativas de 1993 (18,67% de los votos); en el Senado; en el Parlamento Europeo, y en la mayor¨ªa de consejos departamentales.Ha ocurrido algo parecido a lo que sucedi¨® en Espa?a desde la victoria del PP en las elecciones europeas: dos legalidades pol¨ªticas en pugna, ambas democr¨¢ticamente leg¨ªtimas, y probablemente s¨®lo una moralmente v¨¢lida. Por eso Michel Rocard y el portavoz de Jospin, Dominique Strauss-Kahn, se apresuraron a subrayar en la madrugada de ayer que "la Asamblea no refleja ya la estructura pol¨ªtica del pa¨ªs".
Pero, a diferencia del PP, que ha hecho del adelanto electoral bandera cotidiana, el ex ministro socialista Bernard Kouchner reconoci¨® que la disoluci¨®n no es obligatoria". Aunque, eso s¨ª, advirti¨® que "cuanto m¨¢s se retrase, m¨¢s germinar¨¢n y se amplificar¨¢n nuestras ideas". Los dirigentes socialistas esperan que la din¨¢mica Jospin les permita reacumular fuerzas en las municipales de junio, ayud¨¢ndoles a mantener Lille -donde Pierre Mauroy aspira a la reelecci¨®n, con Martine Aubry de segunda- y Estrasburgo, las dos conquistadas en 1989. Par¨ªs, Ly¨®n y Burdeos son patrimonio conservador, Marsella se da por pr¨¢cticamente perdida y se teme en el PS por Clermont Ferrand,. donde el ex. presidente Giscard d'Estaing se presenta como candidato a la alcald¨ªa. El PS pretende tambi¨¦n reconquistar unos cuantos municipios medios de menor renombre, entre ellos varias ciudades-dormitorio cercanas a Par¨ªs.
Par¨ªs como trampol¨ªn
Ambici¨®n que, reconoc¨ªan dirigentes socialistas, no se extender¨¢ a la capital. El triunfo de. Chirac en el feudo que le ha servido de trampol¨ªn fue m¨¢s que notable: obtuvo el 60,10% de los votos en Par¨ªs ciudad (y hasta el 80% en distritos como el de Neuilly) y un 56,09% en la regi¨®n metropolitana, Ile de France. Dato especialmente significativo si se tiene en cuenta que Ile de France se constituy¨® en basti¨®n de la victoria de Mitterrand en 1988 y que en esta ocasi¨®n Jospin s¨®lo se ha impuesto en uno de sus departamentos, el de Seine-Saint Elenis, mientras que el gaullista se ha llevado por delante uno de los tradicionalmente comunistas, Val de Marne.
M¨¢s all¨¢ de la capital, los mapas electorales de Chirac y Jospin se corresponden bastante con los tradicionales de la derecha y la izquierda. El vencedor triunfa ampliamente en toda la l¨ªnea que va desde el oeste interior hasta Alsacia (nuevo basti¨®n ultraderechista, junto al tradicional de la Costa Azul), enhebrados por el este y el oeste de la capital, y que luego va hacia la frontera del Este: el norte y el este de los Alpes. Luego baja hacia los. Alpes mar¨ªtimos (Marsella, Niza) y se bifurca hacia el macizo central. Donde m¨¢s ¨¦xito obtiene es, aproximadamente, en la Francia transfonteriza del hist¨®rico eje lotaringio, con centro virtual en Ly¨®n.
El Norte y el Midi, los dos hist¨®ricos feudos socialistas, se resisten con claridad al empuje gaullista. Jospin, seg¨²n los sondeos a pie de urna, ha atra¨ªdo el voto de las capas afectas desde siempre a la izquierda moderada: profesiones intermedias, empleados y trabajadores, aunque ha bajado entre estos ¨²ltimos y, por el contrario, se ha disparado entre los cuadros medios y altos. Chirac obtiene la confianza de los trabajadores aut¨®nomos, sean agricultores o comerciantes mayores de 50 a?os o menores de 35, y obtiene un alto apoyo tambi¨¦n entre los cuadros superiores.
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