Esc¨¢ndalo geol¨®gico en el Himalaya
El fraude que un cient¨ªfico indio ha perpetrado durante 25 a?os desbarata el registro f¨®sil de Pakist¨¢n a Nepal
El registro geol¨®gico del Himalaya est¨¢ gravemente contaminado debido al que probablemente es el m¨¢s extenso y prolongado caso de fraude cient¨ªfico. Durante 25 a?os, el ge¨®logo y paleont¨®logo Vishwa J. Gupta, de la Universidad de Punjab (India), ha estado descubriendo en el Himalaya f¨®siles que en realidad hab¨ªa adquirido en sitios como Marruecos o sustra¨ªdo de colecciones de otros pa¨ªses; ha publicado varias veces los mismos hallazgos en distintos lugares; ha plagiado las fotos de trabajos ajenos...; en total, 14 grav¨ªsimos cargos.El cient¨ªfico australiano John Talent, que, como un aut¨¦ntico detective, fue cercando a Gupta hasta demostrar el inmenso fraude y ha encabezado la denuncia de sus pr¨¢cticas, est¨¢ apunto de publicar un art¨ªculo de punto final detallando los enga?os perpetrados, su alcance y las medidas a tomar para arreglar el desaguisado. La situaci¨®n es grave. "Hemos retrocedido 25 a?os en el conocimiento biogeogr¨¢fico del Himalaya", resume. Juan Carlos Guti¨¦rrez Marco, paleont¨®logo del CSIC.
El enga?o. Gupta, de 53 a?os, se estren¨® con una tesis doctoral en la que se han descubierto despu¨¦s plagios y fotos robadas. Desde entor¨ªces sembr¨® el Himalaya de f¨®siles ajenos a la regi¨®n. Talent ha contado 455 art¨ªculos (181 en solitario) de Gupta y cinco libros en 25 a?os, un ritmo fren¨¦tico de producci¨®n cient¨ªfica. Los 128 investigadores de todo el mundo que asociaron su nombre al del tramposo en muchos descubrimientos se enfrentan ahora a la sorpresa y a la verg¨¹enza.
Numerosos yacimientos citados por Gupta no existen. A menudo ni siquiera se desplazaba hasta los lugares de los hallazgos y, como se ha demostrado, se embolsaba los fondos de expediciones de campo. "En 25 a?os, Gupta hizo entre 60 y 70 viajes a otros pa¨ªses a expensas de organismos cient¨ªficos", afirma. Talent. "Aparec¨ªa breve miente en las conferencias y pasaba el tiempo vendiendo alfombras de Cachemira y visitando a comerciantes de tejidos".
La caza. En 1987, Talent, profesor de la Universidad Macquarie (Australia), se dio cuenta de que unos particulares codontos (microf¨®siles) espec¨ªficos de una cantera de EE UU aparec¨ªan ubicados. por Gupta en el Himalaya. Sus sospechas fueron en aumento a medida que revisaba publicaciones, conferencias y actividades del colega indio. Irregularidades en su trabajo hab¨ªan sido descubiertas y publicadas antes por otros investigadores, pero aisladamente y sin apenas impacto.
En 1988, Talent ten¨ªa pruebas m¨¢s que suficientes para denunciarle, y en 1989 solt¨® la bomba en Nature y en Science. Los intentos de Gupta por defenderse se debilitaron ante las contundentes pruebas en su contra, y desde hace cinco a?os apenas sale de su refugio en Punjab.
La investigaci¨®n. Culpable, de plagio, de reciclar f¨®siles y de haber anunciado descubrimientos en lo alidades que no ha visitado. Este es el dictamen de la comisi¨®n de la Universidad de Punjab que ha investigado el caso Gupta. Culpable, pero sin apenas castigo: no recibir¨¢ aumentos salariales y no podr¨¢ formar parte de comit¨¦s administrativos. La d¨¦bil decisi¨®n ha da?ado a la propia universidad, que ha perdido credibilidad cient¨ªfica y financiaci¨®n.
Las implicaciones. El fraude de Gupta se concentra entre el sil¨²rico (hace 420 millones de a?os) y el p¨¦rmico (hace'250 millones), pero se extiende hasta eras recientes. "Supone un colapso en la biogeograf¨ªa del Himalaya, porque una informaci¨®n contaminada sobre una localidad inexistente o alterada pasa a las bases de datos utilizadas para las s¨ªntesis globales, o regionales, y de ah¨ª llegan, en ¨²ltima instancia, a los libros de texto", considera Guti¨¦rrez Marco.Los f¨®siles y su ubicaci¨®n exacta en estratos geol¨®gicosaportan informaci¨®n b¨¢sica sobre la historia de los continentes, la edad y la formaci¨®n de las rocas y las relaciones bliogeogr¨¢ficas del pasado. Y el Himalaya es crucial, porque se form¨® en el choque de una inmensa masa de tierra que se desprend¨ªa del paleocontinente de Gondwana y se empotr¨® contra Asia. "Los f¨®siles sirven para comprender cu¨¢ndo y c¨®mo se pliega all¨ª la Tierra. El Himalaya es una cordillera de estructura complej¨ªsima", dice Francisco Anguita, profesor de la Facultad de Geolog¨ªa de la Universidad Complutense.
Las causas. El dif¨ªcil acceso a los yacimientos que Gupta presentaba, a menudo en zonas militares, dificult¨® las comprobaciones ante las sospechas de fraude y previamente sirvi¨® de trampol¨ªn al estafador para cosechar prestigio entre muchos cient¨ªficos que de buena fe apreciaron en este paleont¨®logo una fuente de informaci¨®n sobre una regi¨®n poco estudiada.
El joven sistema indio carec¨ªa de los mecanismos de control bien engrasados de otras cormunidades cient¨ªficas. Adem¨¢s, Gupta era h¨¢bil. "Utilizaba f¨®siles con afinidades geogr¨¢ficas, y como el Himalaya vincula en el pasado a Europa, el norte de ?frica, Australia y la Ant¨¢rtida, un trilobites de Marruecos en Nepal supone extender su ¨¢rea de distribuci¨®n. M¨¢s que un disparate es sencillamente una mentira", dice Guti¨¦rrez Marco.
Procedentes. A principios de siglo, el franc¨¦s Jacques Deprat introdujo trilobites de Bohemia en supuestos yacimientos de Indochina y China, pero la comunidad cient¨ªfica reaccion¨® enseguida contra el embaucador. El fraude m¨¢s legendario de la paleontolog¨ªa es el hombre de piltdown, una combinaci¨®n intencionada de un cr¨¢neo humano moderno y una mand¨ªbula de simio. Fue hallado en Inglaterra en 1912 y aceptado por destacados especialistas durante 40 a?os, seguramente cegados por su prejuicio a favor de un protagonismo europeo en el origen, de la humanidad.
En un rastro de dinosaurios en Tejas (Estados Unidos), alguien tall¨® una gigantesca huella humana, pretendiendo hacer convivir a especies separadas por 65 millones de a?os o m¨¢s. "Es obra de los creacionistas americanos, fundamentalistas cristianos dispuestos a luchar como sea contra el evolucionismo", explica Francisco Anguita.
El desenlace. Si ahora el problema de Gupta s¨®lo fueran, sus datos falsos, el arreglo ser¨ªa relativamente r¨¢pido: anular todos sus trabajos. Pero el fraude se ha, propagado a centenares o miles de art¨ªculos de otros autores que apoyaron sus conclusiones en descubrimientos del indio.
El alcance de la infecci¨®n es inmenso. La obra de Vishwa J. Gupta est¨¢ en cuarentena, y, revisando uno a uno sus art¨ªculos, se van descontaminando las bases de datos. Pero pasar¨¢ tiempo hasta que la operaci¨®n, de limpieza llegue a todos los rincones.
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