La leyenda de Lola Flores
Tras la muerte de Franco, la artista reivindic¨® p¨²blicamente que no era de nada ni de nadie, s¨®lo de Espa?a
En la vida de Lola Flores no existe l¨ªmite entr¨® la verdad y la fantas¨ªa. Su historia es tan hermosa como, a menudo, inveros¨ªmil. Cuentan que tuvo una legi¨®n de amantes, que gan¨® dinero a espuertas, que guardaba sus ahorros en una bolsa de pl¨¢stico de El Corte Ingl¨¦s, que pidi¨® un duro a todos los espa?oles para solucionar sus problemas con Hacienda, que Churchill aseguraba que era la mejor artista que jam¨¢s hab¨ªa visto...Ella, a menudo, ni confirmaba ni desment¨ªa. Y, a medida que su leyenda crec¨ªa, aumentaba el poder¨ªo de sus nombres art¨ªsticos: Lola de Espa?a, La Ni?a de Fuego, La Faraona... En cualquier caso, como dice el proverbio italiano, Se non ¨¨ vero, ¨¨ ben trovato.
Lola Flores naci¨® en J¨¦rez el 21 de enero de 1923. De su padre, el tabernero Pedro Flores, tom¨® el apellido. De su madre, la costurera Rosario Ruiz, el cuarter¨®n de raza gitana que siempre reivindicar¨ªa. Con apenas 10 a?os empez¨® a pasear su diminuto palmito de cantaora por los bares de J¨¦rez. A los 15 a?os recorr¨ªa la provincia con una compa?¨ªa de variedades. En 1940 se instal¨® en Madrid.
La leyenda daba sus primeros pasos de forma t¨ªmida. Se estren¨® con un par de papelitos en el cine y grab¨® su primer disco con su tema m¨¢s popular: Lerele. Pero el acontecimiento fundamental de esos a?os fue sentimental. Lola Flores inici¨® una larga relaci¨®n profesional y pasional con el cantaor Manolo Caracol. Les separaban 20 a?os.
El romance dur¨® ocho a?os vertiginosos para alegr¨ªa de los aficionados y desgracia de la familia del cantaor. En 1944, la pareja pase¨® su arte por Espa?a con la obra musical Zambra. De aquella relaci¨®n quedaron coplas tan conocidas como La zarzamora y dos pel¨ªculas: Embrujo y La ni?a de la venta. "Le ten¨ªa un amor de ni?a", declar¨® en una ocasi¨®n Lola. "Con ¨¦l conoc¨ª las mejores corridas de toros, los mejores hoteles, los mejores artistas". En 1951, Lola se desped¨ªa de Caracol rumbo a Am¨¦rica.
Aventura americana
Ces¨¢reo Gonz¨¢lez, uno de los peces gordos del cine espa?ol, le hab¨ªa ofrecido un tentador contrato: seis millones de pesetas para rodar seis pel¨ªculas en dos a?os. Una cantidad suficiente para recuperarse de los sinsabores de la ruptura. Cuentan que, en pleno vuelo a, Nueva York, su madre pidi¨® permiso al comandante del avi¨®n para hacer un guiso. Ya en tierras americanas, Lola rod¨® Pena, penita, pena y La Faraona.
La artista alternaba el cine con giras y espect¨¢culos teatrales. A finales de los a?os cincuenta ganaba una fortuna que algunos calculaban en m¨¢s de un mill¨®n de pesetas por pel¨ªcula. Su lista de ¨¦xitos sentimentales era tan larga como la art¨ªstica. A Caracol le sucedieron futbolistas, toreros, directores de cine... Lola dec¨ªa con guasa que Virgen no hay m¨¢s que una y ¨¦sa era la Virgen Mar¨ªa. Al final, tuvo que venir un gitano catal¨¢n para poner orden.
En 1957, la artista se cas¨® en el monasterio del Escorial con Antonio Gonz¨¢lez, El Pesca¨ªlla, creador de la rumba catalana. "Cuando me cas¨¦ con ¨¦l, cog¨ªa el cielo con las manos. Era un artista muy bueno, era guap¨ªsimo, pero no ten¨ªa m¨¢s que la guitarra y me cas¨¦ con ¨¦l. Fui muy feliz y estar¨¦ con ¨¦l hasta que me muera", comentaba. La Faraona tuvo tres hijos con El Pesca¨ªlla: Lolita, Antonio y Rosario. Tres "monstruos", como los llamaba su madre, dedicados a la m¨²sica.
La bendici¨®n popular de que gozaba se extend¨ªa hasta Franco. Casi todos los 18 de julio, Lola actuaba para el general en el palacio de La Granja. Semejante simpat¨ªa le cost¨® cara. Tras la muerte del dictador, la artista tuvo que reivindicar que ella no era de nada ni de nadie, excepto de Espa?a. Lola de Espa?a.
A las dificultades pol¨ªticas siguieron las fiscales. En 1987 comenzaron sus problemas con Hacienda. La artista canaliz¨® su rabia contra el fisco embadurnando lienzos. Lo que empez¨® como terapia acab¨® como una lucrativa actividad. Sus cuadros se expusieron con ¨¦xito en Barcelona, Madrid y Miami.
Como siempre, Lola super¨® las crisis a base de trabajo. En 1990, le rindieron homenaje en Miami Julio Iglesias, Celia Cruz, Roc¨ªo Jurado, Jos¨¦ Luis Rodriguez, El Puma, y su hija Lolita. En los ¨²ltimos a?os particip¨® en la pel¨ªcula Sevillanas, de Carlos Saura, y en dos programas para televisi¨®n: Sabor a Lolas y Ay, Lola, Lolita, Lola. En 1994 recibi¨® la Medalla de Oro al M¨¦rito del Trabajo, un nuevo premio que se un¨ªa al Lazo de Isabel la Cat¨®lica.
Pocas personas sospechaban que, a pesar de esta febril actividad, Lola padec¨ªa c¨¢ncer. El primer bulto en el pecho se lo detectaron hace 25 a?os. Era un c¨¢ncer de mama. Siete a?os despu¨¦s le sali¨® un bulto igual en, el otro pecho. Le siguieron los ganglios de las axilas, operaciones, radiaciones... S¨®lo reconoci¨® su, sufrimiento al acabar el espacio Sabor a Lolas.
"He sufrido mucho, pero ¨¦sta es la primera vez que le he pedido a Dios que me lleve con ¨¦l", declaraba en una entrevista a este peri¨®dico. Lola no se asustaba ante la muerte. Estaba segura de que alguien como ella era eterna. "Aunque yo muera, seguir¨¦ viva. Hay v¨ªdeos en los que podr¨¢n verme".
Babelia
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