Avance verde

LOS RESULTADOS de las elecciones celebradas el pasado domingo en los Estados alemanes de Bremen y Renania-Westfalia est¨¢n llamados a ejercer importantes efectos a escala nacional. Es cierto que los dos principales partidos, los democristianos y los socialdem¨®cratas, mantienen sustancialmente su caudal electoral en esos Estados. Pero esos, dos partidos ni gobiernan, en el caso del primero, ni aspiran a gobernar, en el caso de los socialdem¨®cratas, con sus fuerzas exclusivas. Necesitan al menos un aliado, y e aqu¨ª donde se ha producido una verdadera revoluci¨®n en las elecciones del domingo.Los liberales, encabezados por Kinkel, el ministro de Exteriores de Kohl, han quedado fuera del Parlamento, tanto en Bremen como en Renania-Westfalia porque no han logrado alcanzar el umbral del 5% de los votos que son constitucionalmente indispensables.

Se ha creado as¨ª para el Gobierno Kohl una situaci¨®n Preocupante. Despu¨¦s de las ¨²ltimas. elecciones generales, fue la presencia de los liberales (reforzada en ciertos casos con votos prestados de los socialcristianos b¨¢varos) lo que permiti¨® a Kohl mantenerse como canciller. Ahora esa pieza tan necesaria para su Gobierno se ha debilitado.

En los dos ¨²ltimos a?os, los liberales han sido eliminados en 10 Parlamentos regionales; s¨®lo conservan su presencia en cinco de ellos. Los casos del domingo no son secundarios: si Bremen es una circunscripci¨®n peque?a, limitada pr¨¢cticamente a la ciudad del mismo nombre, en cambio, Renania-Westfalia es es el mayor land de Alemania, con una poblaci¨®n de 18 millones de habitantes; comprende en su seno al Ruhr y es la regi¨®n m¨¢s industrializada del pa¨ªs. Que los liberales queden fuera en esa parte decisiva de Alemania es premonitorio.

Un dato positivo para la salud democr¨¢tica de Alemania es que la extrema derecha, cuya presencia se expresa sobre todo en atentados xen¨®fobos, no logra penetrar en los Parlamentos. Han quedado eliminados del de Bremen y estaban ya fuera del de Renania-Westfalia. Pero el dato pol¨ªtico m¨¢s significativo, sobre todo pensando en el futuro, es que los Verdes han ganado ampliamente todo lo que los liberales han perdido. Con el 10% de los votos en Renania-Westfalia y con m¨¢s del 13% en Bremen, los Verdes afirman su presencia como tercera fuerza en la pol¨ªtica alemana, y adem¨¢s, con una experiencia de gobierno consolidada en las cuatro regiones en las que participan en el poder al lado de los socialdem¨®cratas. Tendr¨ªan, pues, amplias posibilidades de entrar en el Gobierno nacional si el SPD ganara unas legislativas.

El Partido Liberal se ha sostenido sobre todo en la medida en que ha sido capaz de ofrecer a sus miembros cargos p¨²blicos y un terreno para figurar en pol¨ªtica. Es lo que hace que su situaci¨®n actual sea muy precaria e incierto su futuro: se ha quedado sin espacio pol¨ªtico ni cargos p¨²blicos que ofrecer. Su jefe actual, Kinkel, ya estuvo a punto de ser eliminado en el ¨²ltimo congreso del partido, y en el que va a tener lugar el pr¨®ximo mes, en Maguncia, le costar¨¢ mucho mantenerse si aspira a ello.

El caso de los Verdes es radicalmente distinto. Es un partido fuertemente ideol¨®gico, que tiene en la ecolog¨ªa su punto de encuentro y de movilizaci¨®n m¨¢s firme. Y en ese marco, su avance actual se debe b¨¢sicamente al predominio de la rama realista (los realos), que han dado al partido, con un dirigente nuevo como Joshka Fisher, un programa centrado en el reino de lo posible. M¨¢s comprensible, por tanto, para capas cada vez m¨¢s amplias de la sociedad alemana.