Muere el fot¨®grafo Gyenes a los 84 a?os
El artista h¨²ngaro, fue el retratista de los ¨²ltimos 50 a?os de la sociedad espa?ola
El fot¨®grafo Juan Gyenes Remeny se instal¨® en Espa?a en 1940 y decidi¨® quedarse aqu¨ª. Por su estudio de la madrile?a Gran V¨ªa han pasado varias generaciones de espa?oles y extranjeros famosos. Su estilo embellec¨ªa cualquier rostro, lo convert¨ªa en obra suya. Gyenes falleci¨® anoche en Madrid a las 22.45, a causa de una neumon¨ªa, a los 84 a?os. La capilla ardiente ha sido instalada en el tanatorio municipal de la M-30 y sus restos mortales ser¨¢n inhumados ma?ana en la Sacramental de San Isidro.
Realiz¨® el retrato de Franco que sirvi¨® de registro a los ¨²ltimos sellos emitidos por el r¨¦gimen franquista. Fue un ''fot¨®grafo profesional, de los que en la Espa?a de los a?os 50 y 60 para apretar el disparador, ten¨ªan que tener el carn¨¦ de "responsabilidad profesional" expedido por el antiguo sindicato vertical, y sin el cual estaba prohibido el ejercicio p¨²blico de la profesi¨®n de fot¨®grafo. Incluso para realizar un reportaje de boda.Juan Gyenes, para los que empez¨¢bamos, era el arquetipo del retratista de escaparate de la Gran V¨ªa (cuyos rostros se cambiaban cada semana). De aquellos que les quitaban las patas de gallo al rostro de las se?oras a base de retoques, de los que retrataban notables y reproduc¨ªan sus copias sobre papel cart¨®n. Tambi¨¦n a quien ¨²nicamente recurr¨ªan radios y peri¨®dicos cuando hab¨ªa que hacer una entrevista a un fot¨®grafo. No en vano realiz¨® m¨¢s de 500 instant¨¢neas para la revista Semana, y unas 2.000 portadas.
Por el contrario, los manuales de historia del medio poco saben de su vida (apenas nada), salvo alguna breve cita de la fecha de su nacimiento (Kaskovar, Hungr¨ªa, 1912) y que paso por Espa?a camino de Egipto, huyendo del nazismo -con la voluntad de quedarse aqu¨ª tan solo 15 d¨ªas- tras haber abandonado sus estudios. Hab¨ªa empezado a trabajar como fot¨®grafo a los 14 a?os, abandonando los estudios de viol¨ªn que le impart¨ªa su padre, director del conservatorio de su ciudad natal.
En 1936 trabaj¨® en Gran Breta?a como reportero gr¨¢fico para el New York Times y despu¨¦s continu¨® como corresponsal de este diario en Egipto, durante dos a?os.
Fue asesor art¨ªstico del Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo en 1975 y en 1988 don¨® al Centro de Documentaci¨®n Musical una colecci¨®n de casi mil negativos que recog¨ªan los acontecimientos musicales del Teatro Real desde 1966 hasta la fecha.
Rostros famosos
Miembro electo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, sustituy¨® en su plaza al fot¨®grafo Alfonso S¨¢nchez Portela, Alfonso, en 1990, desplazando la candidatura de Alberto Schommer. Tambi¨¦n fue acad¨¦mico de la de Bellas Artes de San Telmo, M¨¢laga. Realiz¨® m¨¢s de 100 exposiciones y public¨® 15 libros, entre ellos el m¨¢s significativo Gyenes, 50 a?os en Espa?a. Ante su objetivo posaron desde los Reyes de Espa?a -de cuyo retrato oficial fue autor-, hasta Picasso, Mir¨®, Dal¨ª, Grace Kelly, Ingrid Bergman, Azor¨ªn, Ava Gardenr, Jean Cocteau... En m¨¢s de una ocasi¨®n manifest¨® su admiraci¨®n por los pintores oficiales de corte como Vel¨¢zquez o Goya, sinti¨¦ndose personalmente m¨¢s cerca a este ¨²ltimo.
Gyenes firmaba sus fotos con una caligraf¨ªa extremadamente aparatosa. De las que visualmente molestan y que denotan el complejo de ciertos fot¨®grafos respecto a los pintores, crey¨¦ndose que con ello revalorizan su obra. Una suerte de sarampi¨®n muy com¨²n entre sus colegas durante esos a?os. Una firma que manchaba la copia en su ¨¢ngulo inferior derecho, que formaba parte de la misma y que, junto a los tonos c¨¢lidos del blanco y negro, las luces envolventes de esos rostros, hoy -con el paso del tiempo- resultan hier¨¢ticamente acartonados, propios de un portarretratos de plata, parad¨®jicamente tan ilustrativos como el referente a plumilla de una enciclopedia.
Fot¨®grafo de estudio, re?ido con la espontaneidad encantaba personalmente a quienes se enfrentaban a su c¨¢mara, activando la conducta narcisista de todo aquel que quiere ser fotografiado. En sus entrevistas recurr¨ªa frecuentemente a la cita del fot¨®grafo Karash: "Capto a las mujeres tal y como les gustar¨ªa ser", a?adiendo que "el pintor Van Dongen las pintaba m¨¢s delgadas de lo que estaban realmente, procurando que sus joyas aparecieran m¨¢s grandes de lo que realmente eran".
Gyenes ten¨ªa su reino en su c¨®modo estudio. Sol¨ªa recordar sus ¨¦pocas de periodista con cierto recelo. Con ocasi¨®n de una entrevista a El Pa¨ªs semanal (Gyenes, el hombre que sac¨® un mill¨®n de fotos) el fot¨®grafo reprochaba los m¨¦todos poco ¨¦ticos utilizados por determinados reporteros colegas suyos: "Que no cuenten conmigo para ello", explicaba. En unas de su escasas incursiones en este especialidad del fotoperiodismo se le encomend¨® la labor de captar una foto ¨ªntima del futuro duque de Windsor (1933); y hab¨ªa que hacerlo "como fuera". Para ello esper¨® que el Pr¨ªncipe de Gales -el futuro Eduardo VIII, en el exilio- saliera con su pareja de un cabar¨¦. Se trataba de una visita de inc¨®gnito al margen de la agenda protocolaria. Gyenes se subi¨® a un andamio pero, detectado por los escoltas, le incautaron la m¨¢quina y requisaron la pel¨ªcula. Al d¨ªa siguiente la foto apareci¨® publicada en todos los diarios. La polic¨ªa perpleja le consult¨® el m¨¦todo empleado para el despiste. Soluci¨®n: utiliz¨® dos c¨¢maras de fotos; una, la que le entreg¨® al agente, y otra la que se guard¨® para ¨¦l.
Respecto a Sara Montiel, a la que retrat¨¦, explic¨® que "una foto hecha con malas intenciones puede hundir a una superstar. Y una foto hecha con la mejor voluntad puede ayudar a la persona en su futuro".
Babelia
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