SOS, animal en peligro

A todo trapo y con la sirena en marcha, el pasado martes, a eso de las ocho de la tarde, un coche de bomberos dotado de escala atravesaba el distrito de Latina en direcci¨®n a Sol. El destino una ventana de un segundo piso perteneciente a la parte trasera de Galer¨ªas Preciados, en la calle de Mesoneros Romanos, distrito Centro. All¨ª, seg¨²n el aviso urgen te de un vecino, una paloma calle jera se hab¨ªa quedado engancha da en una rejilla y aleteaba in¨²til mente sin posibilidad de salir. En Mesoneros Romanos aguardaban al coche una patrulla de la Polic¨ªa Municipal y otra dotaci¨®n de bomberos, que hab¨ªa acudido previamente al lugar y verificado en un santiam¨¦n que era necesaria una escala si all¨ª se quer¨ªa solucionar el problema.

Tras una mete¨®rica reuni¨®n entre los encargados de rescatar al animal (siete bomberos y dos poli c¨ªas municipales) se empez¨® a des plegar la escala. Alrededor, los curiosos que se congregaban a fin de presenciar la espectacular operaci¨®n ofrec¨ªan distintas combinaciones del mismo di¨¢logo:

-?,Qu¨¦ pasa, oiga?

-Que se ha quedado enganchada una paloma.

-?Qu¨¦?

-Es para una paloma que est¨¢ all¨ª, en la ventana.

La frase n¨²mero cinco ofrec¨ªa, m¨¢s o menos, las siguientes variantes: "Hay que ver"; "qu¨¦ bien"; "qu¨¦ tonter¨ªa" o "qu¨¦ mogoll¨®n para una paloma".

Los due?os de los comercios cercanos salieron a la puerta de sus tiendas para ver el espect¨¢culo; all¨ª se encontraban con los clientes, igualmente hipnotizados con el despliegue. Aficionados a la fotograf¨ªa o al reportaje en v¨ªdeo callejero bajaron de sus casas con aparatos dispuestos a filmar o retratar el rescate. Todos segu¨ªan atentamente los movimientos de los dos bomberos que ya trepaan, con cuidado, por la escala. Por fin llegaron al segundo piso de la arte trasera del gran almac¨¦n. La rejilla de la minuto, pero, con delicadeza, uno de los bomberos agarr¨® el cuerpecillo asustado de la paloma como quien agarra a la princesa de los cuentos y los tres comenzaron a descender.

En cuanto tocaron el suelo, los aficionados al reportaje gr¨¢fico rodearon a la protagonista y la frieron a fotograf¨ªas. El p¨²blico, compuesto ya por unas cien personas, ofreci¨® a- la pareja de salvadores una cerrada ovaci¨®n, no sin cierta iron¨ªa. Uno de los asistentes, socarr¨®n, coment¨® al de al lado, meneando la cabeza: "Lo que hay que hacer en per¨ªodo electoral para ganar votos".

El hecho no es tan inusual. Los bomberos y la polic¨ªa, seg¨²n cuentan, cada vez reciben m¨¢s llamadas de vecinos sobre animales en peligro.