Candidaturas enladrilladas

Antonio Miguel M¨¦ndez Pozo, Michel, el empresario que mantuvo relaciones nunca aclaradas con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y que hoy cumple una condena de siete a?os de c¨¢rcel por el llamado caso de la construcci¨®n de Burgos, sigue siendo hoy la clave de referencia en la pol¨ªtica en la ciudad. Por encima de diferencias ideol¨®gicas en las ocho candidaturas que compiten por el Ayuntamiento -cinco de centro derecha-, la verdadera divisi¨®n entre ellas se basa en la admiraci¨®n o el rechazo que muestran por el constructor favorecido ilegalmente por el, Ayuntamiento. "Firm¨¦ a favor de que le indultaran; es una persona digna a la que aprecio", comenta el actual alcalde y cabeza de lista del PP, Valent¨ªn Ni?o, sucesor de Jos¨¦ Mar¨ªa Pe?a, el eterno alcalde burgal¨¦s inhabilitado por el mismo caso. "Me presento para evitar que sigan gobernando los que est¨¢n al servicio del principal cacique y manipulador de Burgos, que se llama M¨¦ndez Pozo", responde Antonio Mart¨ªnez Laredo, quien, junto con los querellantes del caso de la construcci¨®n en 1988, han creado la candidatura Progreso, Uni¨®n y Libertad (PUL). En medio, y junto a dos partidos de ¨¢mbito estatal -PSOE e IU- todo un mar de siglas que incluyen hasta la candidatura de un coronel del Ej¨¦rcito de Tierra que encabeza una lista elaborada por cinco partidos."Esto es la mafia; la mafia blanca, que no mata, pero la mafia". As¨ª describe la situaci¨®n pol¨ªtico-econ¨®mica de Burgos el dirigente socialista local Octavio Granado. "La gente tiene miedo

[a M¨¦ndez Pozo y sus hombres]", apostilla C¨¢ndido Palacios, el alcaldable socialista.

En mayo de 1992, la Audiencia de Burgos sentenci¨® que M¨¦ndez Pozo hab¨ªa recibido un ?legal trato de favor por parte del Ayuntamiento y conden¨® no s¨®lo al constructor y al alcalde, sino tambi¨¦n a tres concejales. A partir de entonces, los poderes f¨¢cticos de la ciudad han desplegado una inusitada actividad para evitar la ca¨ªda de un sistema en cuya c¨²spide figuraban Pe?a, protegido y apoyado por Aznar pese a no ser del PP, y M¨¦ndez.

Con muy escasas excepciones, en el mundo pol¨ªtico burgal¨¦s se asegura que M¨¦ndez apoya ahora, casi en exclusiva, al PP. "M¨¦ndez ha dejado caer a Pe?a porque ya no le sirve y porque apuesta por el futuro, por el PP, por Valent¨ªn Ni?o y concejales de confianza, como Germ¨¢n P¨¦rez Ojeda (casado con la abogada del constructor)", aseguran los dos citados socialistas. Otros van m¨¢s lejos. Juan Renedo, el constructor que interpuso la querella del caso de la construcci¨®n, asegura que "M¨¦ndez ha impuesto en la lista del PP a Valent¨ªn Ni?o" porque "tiene secuestrado" al partido de Aznar.

Ni Ni?o ni Juan Vicente Herrera, este ¨²ltimo presidente del PP en la zona, aceptan tales comentarios. "Que se lo pregunten a Aznar, a Juan Jos¨¦ Lucas y al propio. M¨¦ndez. A m¨ª me propuso el comit¨¦ electoral", se?ala el alcalde. Tambi¨¦n es cierto que el responsable del comit¨¦ electoral es el senador del PP Pedro Mart¨ªn Iglesias, socio fundador, junto con P¨¦rez Ojeda, de la inmobiliaria Espol¨®n, una m¨¢s del grupo de M¨¦ndez.

Abogado, de 39 a?os, Herrera representa ese nuevo estilo del PP que choca con la vieja guardia burgalesa. En 1993 fue enviado a Burgos desde Valladolid para poner orden y rehacer el de sastre derivado del caso de la construcci¨®n, pero hasta ahora parece haber tenido poco ¨¦xito. El primer disgusto lo tuvo a comienzos del pasado a?o, y precisamente por no haberse mostrado m¨¢s d¨²ctil con los pr¨®ximos a M¨¦ndez. En esas fechas se expres¨® p¨²blicamente en contra de que dirigentes del PP se sumaran a la campa?a en favor del iridulto a M¨¦ndez. El Diario de Burgos, propiedad del constructor, le critic¨® duramente y pol¨ªticos del PP, empezando por el propio alcalde, hicieron caso omiso de tal recomendaci¨®n.

Mientras Herrera es puesto en entredicho por intervenciones de ese tipo, los pr¨®ximos a M¨¦ndez consiguen mejores posiciones en el PP y el constructor sigue obteniendo un trato favorable en el Ayuntamiento. As¨ª, la, corporaci¨®n logr¨® aprobar recientemente el llamado Plan Especial del Casco Hist¨®rico (PECH), que de hecho ha legalizado dos edificios construidos por M¨¦ndez y declarados ?legales por los Jueces.

Tambi¨¦n hace unas semanas, la comisi¨®n de gobierno del Ayuntamiento dej¨® en suspenso un expediente abierto por la comisi¨®n de obras porque una empresa de M¨¦ndez estaba construyendo sin la licencia correspondiente. Se dijo entonces que la empresa ten¨ªa "permiso oral" del alcalde. "No lo recuerdo y, en todo caso, fue un tema, secundario", comenta Valent¨ªn Ni?o.

Todo el mundo est¨¢ de acuerdo en Burgos en que el caso de la construcci¨®n es una p¨¢gina de la historia que debe ser pasada. Pero no se acaba de lograr. La propia sentencia ha condicionado las candidaturas. Desde 1979, todas las elecciones locales registradas en Burgos hab¨ªan tenido como protagonista triunfador a Jose Mar¨ªa Pe?a. Fundador de Soluci¨®n Independiente (SI), Pe?a -bien con sus siglas o con las de UCI), Coalici¨®n Popular o PP- ha ganado las cuatro convocatorias. Inhabilitado por la justicia, ahora no puede pugnar por la alcald¨ªa, pero no tira la toalla y presenta dura batalla en varios frentes. De entrada, sigue sin aceptar el veredicto de la Audiencia burgalesa en 1992 y del Supremo en 1994: "Me gustar¨ªa discutir la sentencia con los jueces con documentos en la mano, a ver si se mor¨ªan de verg¨¹enza por lo que han hecho; claro, que no se morir¨ªan, porque como no la tienen..." Agrega que ni cometi¨® delito alguno ni se arrepiente de nada y que no entiende porqu¨¦ se ponen nerviosos en el PP al hablar del caso de la construcci¨®n. "A lo mejor es por algo", dice con sonrisa mal¨¦vola, aunque sin querer ir m¨¢s lejos.

Alejado ahora del PP -"A partir de la sentencia, fui un apestado para el PP"- y sin el apoyo del Diario de Burgos -"Me silencia todos los d¨ªas-, Pe?a encabeza la lista de SI a las auton¨®micas, gracias a una singular interpretaci¨®n judicial por la que est¨¢ inhabilitado para ser concejal o alcalde, pero no para ser procurador, diputado o presidente del Gobierno. Pero esta actividad pol¨ªtica la desarrolla Pe?a sin creer en el sistema de las autonom¨ªas -"al menos en ¨¦stas", suele puntualizar- y mucho menos en su propia condici¨®n de "pol¨ªtico". "?No me llame usted eso? ?No se lo permito?", grita al periodista con los brazos en alto. "Eso es sin¨®nimo de hijo de puta, de enga?ador, de mentiroso... Yo soy un servidor p¨²blico".

Junto a las del PP y SI, las otras tres listas de centro derecha son totalmente originales y aspiran a convertirs¨¦ en llave para decidir la alcald¨ªa. La que tiene m¨¢s posibilidades es la del PUL, encabezada por Mart¨ªnez Laredo, financiero multimillonario residente en Madrid y ex presidente del equipo de f¨²tbol Real Burgos. Aliado con la familia Renedo, Mart¨ªnez Laredo encabeza el frente anti-M¨¦ndez. El PUL se gastar¨¢ un centenar de millones en campana, veinte veces m¨¢s que cualquier otra candidatura. En su lista figuran un hermano y un cu?ado de Juan Renedo, el denunciante del caso de la construcci¨®n, adem¨¢s de su propia mujer, Dolores Hormaechea, hermana del dirigente c¨¢ntabro. "Nos presentamos para que no gane el PP, para que no sigan apoyando y beneficiando a M¨¦ndez Pozo", dice Mart¨ªnez Laredo, que suele viajar a Burgos en uno de sus dos Mercedes 600 o de un Rolls Royce.

Otra candidatura de centro derecha es Unidad Por Burgos (UPB), formada por un conglomerado de cinco formaciones de escas¨ªsima representaci¨®n en la zona. Encabeza la lista el coronel Jos¨¦ Mar¨ªa Ib¨¢?ez, que ha tenido que poner 800.000 pesetas para la campa?a, 500.000 el segundo de la lista, 300.000 el tercero...

Pero la verdadera oposici¨®n en un ayuntamiento dominado por la derecha ininterrumpidamente desde 1979 la encama IU con s¨®lo 2 de los 27 concejales. Uno de ellos es Jos¨¦ Moral, nacido en T¨¢nger hace 42 a?os y residente en Burgos desde los 19. "Ante esta situaci¨®n caciquil, aspiramos a traer la primavera, a renovar el ambiente".

Un alto cargo de la Administraci¨®n central en Burgos intenta resumir la situaci¨®n de la ciudad de manera m¨¢s contundente: "A veces creemos que por Burgos no s¨®lo no ha pasado la transici¨®n, sino que tampoco pas¨® el Renacimiento".