Mal gusto
Aunque ya se ha comentado reiteradamente en los medios de comunicaci¨®n la penosa impresi¨®n que ha causado la instalaci¨®n del llamado "mobiliario urbano", considero una obligaci¨®n ciudadana sumarme por este medio a esa l¨®gica y generalizada protesta.Los rid¨ªculos, extravagantes y esperp¨¦nticos monumentos al mal gusto dejan al descubierto la hortera y chata mentalidad de las autoridades responsables de nuestro Ayuntamiento, que, carentes de la m¨¢s m¨ªnima sensibilidad -no ya art¨ªstica, sino urban¨ªstica-, tomaron tan desdichada decisi¨®n. Semejantes armatostes, que por su fealdad no puedo identificar con ning¨²n estilo, me hacen pensar que estoy viviendo en un enorme barrio chino.
Un ruego: por favor, no los comparemos con algo lejanamente parecido, fruto de otra ¨¦poca, que hay en Par¨ªs. Otro dise?o, otros materiales y ese toque de distinci¨®n que da lo bien hecho los separa a?os luz de estos mamarrachos de pl¨¢stico. Evidentemente, queda claro que los responsables de estos desaguisados no saben ni copiar. ?Qu¨¦ podemos esperar, pues, de sus futuros proyectos?
Madrid.
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