El Tenerife se exhibe, pero pierde en San Mam¨¦s

El Athletic mantiene las constantes vitales en la Liga gracias a un gol ag¨®nico de Guerrero que le dio ventaja en el marcador y sancion¨® el infortunio del Tenerife que manifest¨® una condici¨®n excelente. Se exhibi¨®, pero perdi¨®.Ser¨ªa el sol, la temperatura o la placidez vespertina lo que atac¨® de lleno al metabolismo de los guardametas. El virus atac¨® primero a Ojeda y el argentino se trag¨® un disparo manso de Guerrero. Veinte minutos despu¨¦s Valencia sinti¨® id¨¦nticos s¨ªntomas y sucumbi¨® a un globo de Llorente lanzado sin ton ni son.

Fueron dos goles pat¨¦ticos pero con efectos dispares. Al Athletic le enterraron, al Tenerife le resucitaron aunque al final fueron los rojiblancos quienes salieron vivos.

Ten¨ªa el Tenerife una lecci¨®n aprendida cuando sali¨® a San Mam¨¦s: controlar el bal¨®n e imponer su mayor capacidad t¨¦cnica. La consecuencia ser¨ªa que su oponente se desgastase persiguiendo el esf¨¦rico. Pero no contaba con los errores de su defensa. El de Ojeda le cost¨® un gol. Toda la calidad del Tenerife mor¨ªa en su cuarto trasero aunque le salvaba la tenacidad que acab¨® por trasladar el virus del desorden a todo el Athletic. Entonces el Tenerife se adue?¨® del bal¨®n, del campo y del esp¨ªritu del partido. El encuentro se jugaba a instancias de Latorre, Del Solar y Pizzi. Los primeros mov¨ªan el cotarro y el ¨²ltimo romp¨ªa a la defensa del Athletic a su antojo. En verdad, era puro dise?o.

El segundo gol del Tenerife es de los que resumen un partido: al menos cuatro futbolistas tocaron el bal¨®n en el ¨¢rea ante las narices de sus defensores para que finalmente marcase Latorre. La jugada defini¨® el partido. El Athletic s¨®lo romp¨ªa el control del Tenerife mediante faltas. Cuando no lo lograba, Pizzi sembraba el p¨¢nico y ridiculizaba la defensa del Athletic. La historia estaba cantada, los rejiblancos depend¨ªan de los fallos del rival y Ojeda se trag¨® otro centro de Garitano que Larraz¨¢bal cabece¨®.

El Athletic no se impuso jam¨¢s a su oponente en el desarrollo del juego pero el f¨²tbol tiene sus man¨ªas y la derrota en el esquema puede traducirse sin embargo en victoria en el marcador. Un centro de Alkiza lo cabece¨® a placer Guerrero y al Tenerife se le vino el mundo encima.