Guardo mi voto

A pesar de lo que nos ha costado a m¨ª y a millones de seres humanos conseguir el derecho al voto, si, hoy por hoy, he de ser sincero conmigo mismo, no me queda m¨¢s remedio que guard¨¢rmelo en el coraz¨®n.El pr¨®ximo d¨ªa 28 de mayo no entregar¨¦ mi voluntad pol¨ªtica a una cultura que insulta mi dignidad de pobre cuando ensalza los valores de quienes tienen m¨¢s que yo; que rechaza mi vocaci¨®n de poeta al situarla por debajo de la vocaci¨®n de los dem¨¢s; que destroza mi idioma cada vez que abre la boca; que pretende arrancarme de mis ra¨ªces m¨¢s aut¨®ctonas imponi¨¦ndome la atm¨®sfera de la peor Norteam¨¦rica; que me insulta con su tenaz vulgaridad, con su consumismo impositivo.

Niego mi voto a las derechas porque para m¨ª representan un ayer que no deber¨ªa volver jam¨¢s; niego mi voto a las izquierdas porque el ma?ana prometido no ha aparecido nunca. Ni unos ni otros me ofrecen la menor garant¨ªa de un cambio en el esp¨ªritu y en la materia del Ayuntamiento al que pertenezco, de la comunidad aut¨®noma en la que vivo.

El presente con su aqu¨ª y su ahora, es la ¨²nica hacienda que todav¨ªa poseo como ser humano que intenta mantenerse despierto, y no voy a entreg¨¢rselo a nadie.