Las nuevas camadas de "La Peste Negra"
JAN MARTINEZ AHRENS La detenci¨®n de tres miembros del grupo neonazi Bases Aut¨®nomas por el asesinato de Ricardo Rodr¨ªguez Garc¨ªa, de 20 a?os, ha resucitado un fantasma del pasado m¨¢s negro de la transici¨®n espa?ola. Este grup¨²sculo de extrema derecha naci¨® en 1984 bajo la denominaci¨®n Confederaci¨®n Nacional Revolucionaria- Bases Aut¨®nomas. Alimentada por j¨®venes admirados con los horrores del nacionalsocialismo, su primera etapa se caracterizo por la aglutinaci¨®n de sus facciones en tomo a la revista La Peste negra. En 1988 lleg¨® la escisi¨®n.
El ala moderada, que controlaba la revista, abandon¨® la militancia y cerr¨® la publicaci¨®n. El resto del grupo decidi¨® pasar a la clandestinidad. Para ello, adopt¨® una extra?a estructura, definida por estos extremistas de "antipartido". Su objetivo era crear el caos basista, una situaci¨®n, pol¨ªtica de m¨¢xima tensi¨®n en la que ganar ac¨®litos y conseguir una movilizaci¨®n general.
Recrudecieron, entonces, su campa?a de agitaci¨®n permanente. El 20-N (aniversario de la muerte de Franco) de 1988 atacaron los puestos pol¨ªticos del Rastro. Un a?o despu¨¦s, en. octubre de 1989, en plena campa?a para las elecciones legislativas, reventaron un acto electoral de Adolfo Su¨¢rez, a la saz¨®n presidente de CDS.
Tres meses despu¨¦s acordaron disolverse. Una decisi¨®n que no era ajena al asesinato del parlamentario de Herri Batasuna Josu Muguruza a manos de la extrema derecha. Este crimen desat¨® una mayor presi¨®n policial en torno al grupo. Desde esa fecha, Bases Aut¨®nomas se ha movido bajo una oscuridad casi absoluta. S¨®lo las pintadas y alguna que otra detenci¨®n han recordado su existencia. Una tranquilidad enga?osa.
Durante estos a?os, las c¨¦lulas supervivientes han encontrado un nuevo caldo de cultivo donde desarrollarse: los cabezas rapadas. Estos j¨®venes han mantenido vivo el culto a la esv¨¢stica y han acabado por constituir la pr¨¢ctica totalidad del grup¨²sculo. Se trata, seg¨²n fuentes policiales, de muchachos desarraigados, con graves problemas de adaptaci¨®n social y sin posibilidades econ¨®micas. Su reacci¨®n es la violencia.
Los expertos de la Brigada de Informaci¨®n calculan que unos 50 j¨®venes componen actualmente en la. Comunidad de Madrid las Bases Aut¨®nomas. Una decena de ellos son calificados de peligrosos -como Jos¨¦ Crist¨®bal C. M., de 20 a?os, alias El Mallorqu¨ªn, detenido por el asesinato de Rodr¨ªguez-.
Fieles a su concepci¨®n de base aut¨®noma, carecen de aparato de partido o de l¨ªder. Son fundamentalmente independientes entre s¨ª. De sus referentes, adem¨¢s de la ideolog¨ªa nazi, destacan algunas fechas -como el 20-N-, concierto s de m¨²sica o discobares -como el Don Quijote de la Marcha, en Costa Polvoranca-. ?sas son sus principales se?as de identidad. Y de reconocimiento. La vestimenta y el corte de pelo, en cambio, han perdido peso ante, el hostigamiento policial -muchos lucen frondosas cabelleras para burlar el control policial-.
Las c¨¦lulas supervivientes -casi todas fichadas- est¨¢n formadas por unos pocos j¨®venes -nunca m¨¢s de 10-. Las hay en El Escorial, Alcal¨¢ de Henares o el barrio del Pilar. Se autodenominan secciones, como la que particip¨® el pasado domingo en el crimen de Costa Polvoranca, que era conocida como Secci¨®n Cubos, en referencia a la plaza de Madrid del mismo nombre, donde habitualmente se re¨²nen cabezas rapadas. Sus integrantes viv¨ªan en el barrio de Moratalaz. Formaron el n¨²cleo duro del asesinato.
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