Centenares de punkis arrasan el bar de los 'rapados' de Costa Polvoranca

La polic¨ªa tuvo que llamar refuerzos a medida que la furia se desataba con mayor violencia. El gran campo que rodea el pol¨ªgono de las copas de Alcorc¨®n, a las afueras del municipio, hizo dif¨ªcil el control de los asaltantes, que lograron escabullirse. Alg¨²n muchacho con la cabeza ensangrentada se cruzaba en el camino.Ante tanto acoso de la polic¨ªa, los j¨®venes terminaron por entrar en Alcorc¨®n, que se convirti¨® en un campo de batalla.

Uno de los agresores coment¨® durante el ataque: "Esperemos que esto sirva para algo. La suerte que tienen es que no hay ning¨²n nazi, que si no cazaba [mor¨ªa]". El manifestante a?adi¨®: "Si ellos se han cargado a Ricardo, nosotros nos cargamos esto [en referencial al pub Donquil". En el ataque tambi¨¦n hab¨ªa adultos que instigaban a los j¨®venes para que qu¨¦maran el local.

Dos implicados m¨¢s

Antes de la manifestaci¨®n, los gentes de la Brigada de Informaci¨®n hab¨ªan detenido a un cuarto sospechoso de la muerte Ricardo Rodr¨ªguez. El capturado, a diferencia de los otros es detenidos, no est¨¢ adscrito ning¨²n grupo neonazi. Se trata, seg¨²n fuentes policiales, de ni joven m¨¢s cercano a la delincuencia com¨²n que a la ideolog¨ªa ultraderechista. Esta captura no agota la investigaci¨®n. El grupo de Tribus Urbanas persigue a otros dos implicados.

Las pesquisas, adem¨¢s de dar con los supuestos agresores, arrojan una nueva versi¨®n el crimen. Los investigadores, partiendo de la tesis de un enfrentamiento entre tribus urba-. as, mantienen que el detonante de la disputa fue un altercado entre un punki y el portero del Donqui, un ex boxeador de origen centroeuropeo. La pelea se aviv¨® cuando un grupo de punkis, del pub La Puta Calle, acudi¨® a ayudar a su amigo y atac¨® al portero con un aerosol de autodefensa. Los rapados del Donqui salieron del interior del pub y atacaron entonces a la tribu rival.

Unas ocho personas se enzarzaron en la calle. Los rapados sacaron una pistola de aire comprimido, cadenas y navajas. Ricardo Rodr¨ªguez recibi¨® una pu?alada en el pecho -todav¨ªa no se ha determinado qui¨¦n asest¨® el golpe mortal-. Otro joven, amigo de Ricardo, fue herido de arma blanca en el muslo. La implicaci¨®n de la v¨ªctima en la reyerta a¨²n no ha sido determinada. Sus amigos sostienen que los rapados se ensa?aron con Ricardo porque les hab¨ªa "mirado mal".

Ambos locales, separados por unos pocos metros, acogen a j¨®venes de ideolog¨ªas contrarias. Las peleas entre sus clientes han sido frecuentes. La noche del crimen, Rodr¨ªguez y sus res amigos regresaban de un fiesta de Izquierda Unida.

La madre de Ricardo, Maribel Garc¨ªa, coment¨® que su hijo ha recibido el homenaje que merec¨ªa. Esperaba que la manifiestaci¨®n, antes de que se produjeran los incidentes, sirviera para algo y que los muchachos pudieran salir a la calle vestidos como quisieran. Maribel ped¨ªa justicia para los culpables. Y tambi¨¦n que no se les mate. "No soy asesina, no soy capaz de eso", se?al¨®.

El abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Bandr¨¦s ha aceptado llevar la acusaci¨®n popular, ejercida por la asociaci¨®n J¨®venes contra la Intolerancia. Estos han indicado que solicitar¨¢n una "condena ejemplar para frenar la proliferaci¨®n de bandas violentas de car¨¢cter nazi".