Triunfa 'Underground' de Emir Kusturica
Los brit¨¢nicos Jonathan Pryce y Ellen Mirren obtienen los premios de interpretaci¨®n
?NGEL FERN?NDEZ-SANTOS ENVIADO ESPECIAL La Palma de Oro de Cannes 95 fue concedida al filme Underground, del serbio-bosnio Emir Kusturica, que era un induscutible favorito. El Gran Premio del Jurado, que el reglamento de los festivales internacionales considera equiparable al primer premio, fue concedido a otra pel¨ªcula de las favoritas: La mirada de Ulises, dirigida por el griego Theo Angelopoulos. Los premios de interpretaci¨®n fueron para dos extraordinarios int¨¦rpretes brit¨¢nicos: Jonathan Pryece, por su formidable creaci¨®n en Carrington, y Ellen Mirren, reina en La locura del rey Jorge.
El premio a la mejor direcci¨®n fue a parar a las manos del joven franc¨¦s Mathieu Kassovitz, por El odio; el Premio Especial del Jurado, optativo para ¨¦ste, fue otorgado a Carrington, obra del debutante como director, pero veterano escritor de cine brit¨¢nico, Christopher Hampton. El tambi¨¦n optativo Premio del Jurado fue concedido al otro franc¨¦s en concurso: Xavier Beauvois por No olvides que vas a morir. El premio al mejor cortometraje fue otorgado al ruso Alexei Karitidie. El Gran Premio de la Comisi¨®n Superior T¨¦cnica del Cine de Francia fue a parar a las manos del fot¨®grafo chino Lu Yue, creador de las im¨¢genes de Shangha¨ª Triad.Finalmente el Premio C¨¢mara de Oro, que se concede a la primera pel¨ªcula de un realizador, fue otorgado a la pel¨ªcula iran¨ª El bal¨®n blanco, dirigida por Safar Pahani, que fue presentada fuera de concurso en la Quincena de los Realizadores.
El Premio de la Cr¨ªtica Internacional (Fipresci) se reparti¨® entre Tierra y libertad -"por el acercamiento a la relaci¨®n entre la Historia y el presente, mezclando maestr¨ªa en la puesta en escena y compromiso pol¨ªtico"- y La mirada de Ulises -"por su acercamiento a la relaci¨®n entre la Historia y el presente, mezclando un estilo consolidado y una muy fuerte sensibilidad ante las interrogaciones de hoy-.
El jurado internacional que elabor¨® la lista de premios que encabeza esta cr¨®nica final de Cannes 95, estuvo presidido por la actriz francesa Jeanne Moreau; y lo formaban las siguientes personas: la novelista surafricana Nadine Gordimer, la guionista rusa Maria Zvereva, el director italiano Gianni Amelio, el actor franc¨¦s Jean-Claude Brialy, el cr¨ªtico e historiador de cine mexicano Emilio Garc¨ªa Riera, el director africano, nacido en Burkina Faso, Gaston Kabore; el fot¨®grafo franc¨¦s Philippe Rousselot; y el director estadounidense John Waters.
Despu¨¦s de la, como siemprefuncional y r¨¢pida, ceremonia de entrega de los premios -en la que desfilaron, adem¨¢s de los ya citados, rostros tan populares como los de Sharon Stone, Andy Garc¨ªa, Hugh Grant, Carole Bouquet, Jererny Irons y otros campeones del glamour y portadores vivientes de noticias rosas- se proyect¨®, como broche de la secci¨®n oficial, la pel¨ªcula norteamericana Vivo o muerto, dirigida por Sam Raimi.
Se trata de una nueva secuela de la oleada de pel¨ªculas del Oeste que desencaden¨® Clint Eastwood hace tres a?os con Sin perd¨®n y ha llegado aqu¨ª emparejada con Hombre muerto, otro western ya comentado en estas p¨¢ginas y que es la aportaci¨®n de Jim Jarmusch a esta en¨¦sima resurrecci¨®n del g¨¦nero de g¨¦neros, que en Cannes 95 ha tenido la insuperable relevancia del magn¨ªfico homenaje a John Ford, con la proyecci¨®n de una veintena de sus geniales pel¨ªculas, entre ellas algunos de sus legendarios westerns.
Vivo o muerto nada original aporta a la tradici¨®n del g¨¦nero del Oeste. Es una pel¨ªcula simplemente correcta, que sin la presencia de Sharon Stone -desdoblada tambi¨¦n en productora- y de Gene Hackman, carecer¨ªa de aliciente, alguno. La contribuci¨®n estadounidense a Cannes 95 no ha sido muy brillante, ni tampoco muy numerosa, pero ello no es obst¨¢culo para que el predominio del cine de Estados Unidos en Europa parezca inamovible.
Plataforma europea
En esta edici¨®n de Cannes, como en las dos precedentes, se ha intentado orientar tanto el concurso como las secciones paralelas, de modo que el cine de la Uni¨®n Europea encuentre aqu¨ª una plataforma de lanzamiento mundial y, sobre todo, una ayuda para la progresiva recuperaci¨®n del terreno perdido por las cinematograf¨ªas europeas ante las multinacionales americanas en su propio mercado interior.
No parece, sin embargo, f¨¢cil lograr esto y prueba de ello es que incluso aqu¨ª, Europa ha (le buscar rostros americanos para lograr convertir la clausura del festival en una noticia de audiencia interior multitudinaria. La presencia en la sesi¨®n de clausura de un filme tan vulgar y corriente como Vivo o muerto revela la contradicci¨®n.
Cannes 95 necesitaba una presencia como la de Sharon Stone para culminar el relumbr¨®n de la ceremonia de entrega de premios y la estrella se ha prestado a hacer de reclamo a cambio de que esto sirva como promoci¨®n a la insignificante peliculita de que es protagonista y productora. Un simple trueque que dice a las claras que si los mercados europeos est¨¢n en un 80% colonizados por Hollywood es porque ¨¦ste cuenta con los rostros m¨¢s rentables y con una red de distribuci¨®n de pel¨ªculas que no tiene escr¨²pulos en imponerlos a la manera westerniana: mediante la aplicaci¨®n despiadada de la ley del m¨¢s fuerte.
Babelia
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