El Deportivo se pasea en El Molin¨®n

El gol con el que Manjar¨ªn abri¨® el marcador fue el term¨®metro de la salud del Sporting. Un jugador de su estatura tendr¨ªa dif¨ªcil ganar un cabezazo en el ¨¢rea peque?a y a la salida de un corner, si la cobertura rival no fuera de mantequilla. El Sporting est¨¢ en cuidados intensivos y no s¨®lo por culpa de su defensa. Durante todo el primer tiempo los gijoneses se declararon en inferioridad manifiesta ante el Deportivo y no recibieron m¨¢s goles debido a la falta de tino de los gallegos en la suerte suprema. Por si fuera poco, el estado de gracia de Fran sirvi¨® para abrir un abismo entre los dos equipos.El capit¨¢n deportivista parece tocado por la magia de los elegidos en este final de temporada. Su juego entre l¨ªneas, sus diagonales y su proyecci¨®n por la banda izquierda sembraron el p¨¢nico entre los gijoneses.

En todo el primer tiempo el Sporting apenas fue capaz de llegar un par de veces con peligro ante Lia?o. S¨®lo tuvo opci¨®n en un cabezazo del defensa David, que el guardameta blanquiazul desvi¨® con apuros. Pasada m¨¢s de media hora, los locales hicieron alguna intentona basada en el descaro de Bouzas y Velasco por la derecha, pero ambos se vieron hu¨¦rfanos de remate.

El Deportivo marc¨® diferencias en todas las l¨ªneas. Manjar¨ªn y Alfredo interpretaron a Fran con exactitud y todo el equipo dej¨® el poso de la suficiencia, de tan sobrado como se le ve¨ªa. Cerca del descanso, Fran conect¨® su zurda de seda desde cerca de 30, metros del marco rival y estrell¨® el bal¨®n en el larguero.

Tras el intermedio el Sporting pens¨® que una semifinal de Copa merec¨ªa ser vendida a mayor precio. Le comi¨® terreno al Deportivo y cre¨® algo de peligro, casi siempre con la etiqueta de Bouzas, un jugador que lleg¨® del Fuenlabrada sin grandes alharacas y en dos mes es se ha convertido en el mayor capital de su equipo. El espejismo, sin embargo, s¨®lo dur¨® nueve minutos, justo el tiempo que Salinas tard¨® en pescar un bal¨®n tonto ante la salida de Ram¨®n de su marco.

El partido se convirti¨® entonces en un despliegue del Deportivo que fue una mezcla de poder e indolencia, tal vez dedicados a los telespectadores del Real Madrid, como advirti¨¦ndoles que tienen los coru?eses el dep¨®sito de combustible lleno.

Si alguien pensaba que el Deportivo se gastar¨ªa con la presi¨®n de una semifinal de Copa, cuatro d¨ªas antes del partido del a?o, err¨® en el pron¨®stico. Faltaba casi media hora de juego cuando Arsenio retir¨® del campo a Fran, ya con el pensamiento fijado en la Liga.