Los dinosaurios no tienen color
El Museo de Historia Natural de Nueva York en su gran exposici¨®n propone diferenciarlos de los p¨¢jaros modernos llam¨¢ndolos 'no aves'
Los dinosaurios eran criaturas de sangre caliente, colores vivos y vida social gregaria que hac¨ªan ruidos terribles pero cuidaban de sus cr¨ªas y finalmente desaparecieron cuando la Tierra fue golpeada por un cometa. ?O no?. Especulaciones de este tipo, inferidas de indicios como huellas y huesos, han dividido tanto a los expertos en los ¨²ltimos decenios que la profesi¨®n de paleontolog¨ªa de vertebrados parec¨ªa m¨¢s un sociedad de debates que una rama de la ciencia. Los amantes de los dinosaurios no profesionales raramente pod¨ªan examinar los argumentos de ambos bandos, el de los que creen l¨ªcito inferir y el e los que creen que la ciencia debe limitarse a los hechos sin embellecerlos con especulaciones indemostrables.Una excepci¨®n es la renovada exposici¨®n de dinosaurios abierta el pasado viernes en el Museo Americano de Historia Natural, la mayor del mundo. Dise?ada como un argumento a favor del llamado an¨¢lisis clad¨ªstico, opuesto a la tradicional disposici¨®n cronol¨®gica del estudio de las especies, la exposici¨®n muestra una visi¨®n equilibrada de los argumentos, que adem¨¢s explica, se inclina por la humildad y concluye que los dinosaurios no son realmente una especie extinta. La teor¨ªa de que los p¨¢jaros modernos son un tipo de dinosaurio no es nueva, pero la forma en que el Museo de Historia Natural Americano adopta esta perspectiva es revolucionaria. El enfoque clad¨ªstico, que es mayoritaria pero no totalmente aceptado por la comunidad paleontol¨®gica, enfatiza la necesidad de estudiar las especies por sus rasgos evolutivos comunes, y no seg¨²n una cronolog¨ªa lineal.
De este modo, animales del c¨¢mbrico comparten vidriera con los del carbon¨ªfero y el jur¨¢sico en funci¨®n de sus similitudes m¨¢s que de su ordenamiento temporal. Y lo que es m¨¢s importante, el nuevo enfoque del Museo aplica en la pr¨¢ctica la teor¨ªa de que los p¨¢jaros son de hecho un tipo de dinosaurio, espec¨ªficamente de la familia de los manirraptores y sobrinos por tanto del velocirraptor.
El Museo propone incluso el t¨¦rmino "cient¨ªficamente correcto" de "dinosaurios no-aves" para describir a lo que tradicionalmente hemos llamado dinosaurios.
Las salas renovadas del Museo albergan desde hoy m¨¢s de 100 espec¨ªmenes reales, no reproducciones, en una disposici¨®n de limpieza impecable, realizada por el prestigioso dise?ador Ralph Applebaum, que conduce al visitante por las ramas del ¨¢rbol familiar de los dinosaurios en dos salas que corresponden a sendas ramas de su evoluci¨®n: los saurisquios (cadera de reptil) y los ornitisquios (cadera de ave, m¨¢s perfeccionada). Las estrellas son un Tiranosaurio rex, que ya no est¨¢ erguido como lo estaba incorrectamente antes, y un Apatosaurio de 26 metros al que se le ha colocado la cabeza correcta y el final de la cola.
En todos los textos que acompa?an a los espec¨ªmenes se incluye una advertencia respecto a la imposibilidad de deducir modelos definitivos de comportamiento a partir del estudio de f¨®siles Los nuevos enfoques han permitido tambi¨¦n "redescubrir" algunos ejemplares, como un Mononykus (lagarto con evidente aspecto de ave) que se hab¨ªa tomado por otra especie desde principios de siglo. Otros espec¨ªmenes destacables de la muestra son un f¨®sil momificado del per¨ªodo cret¨¢cico con impresiones de piel; dos esqueletos de Coelophysis con restos de cr¨ªas en su interior (prueba de que esta especie practicaba el canibalismo); y los ¨²nicos restos que existen en el mundo de Deinonychus, cuyo estudio sirvi¨® como punto de partida para el tratamiento de los dinosaurios como animales inteligentes. El museo ha sido el principal impulsor de la investigaci¨®n en dinosaurios desde principios de siglo. Pese a que, por ejemplo, unos embriones encontrados en el desierto del Gobi hace poco m¨¢s de un a?o han llegado por los pelos al nuevo montaje, Mark Norell afirma que "no se trata de la novedad de los espec¨ªmenes concretos que exhibimos sino de las herramientas emp¨ªricas con que los estudiamos, el montaje de las salas seg¨²n el modelo clad¨ªstico que se ha impuesto en los ¨²ltimos diez a?os.. Incorporado a la forma en que observamos los problemas, ha abierto nuevas ¨¢reas para nuestro trabajo".
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