Alarma en Hollywood ante la 'caza de brujas' desatada por el senador republicano Bob Dole
El posible candidato presidencial busca los apoyos m¨¢s reaccionarios de su partido
El reciente ataque del senador estadounidense Bob Dole contra la violencia en las pel¨ªculas de Hollywood ha provocado una intensa oleada de reacciones en los medios de comunicaci¨®n y en la industria del cine. Intereses econ¨®micos y pol¨ªticos est¨¢n en el centro del discurso de Dole, a quien el director Oliver Stone y el actor Tommy Lee Jones han comparado con el cazador de brujas anticomunista Joe McCarthy de los a?os cincuenta. A las puertas de la campa?a presidencial de 1996, el posible candidato republicano busca el voto m¨¢s reaccionario de su partido.
Oliver Stone afirm¨® que "es el colmo de la hipocres¨ªa que Bob Dole, que quiere acabar con la prohibici¨®n sobre las armas de asalto, acuse a Hollywood de crear la violencia en la sociedad". Dole lleg¨® a decir que los propietarios de acciones de estudios que hacen pel¨ªculas violentas deber¨ªan desprenderse de ellas para boicotearlos."No hacemos pel¨ªculas para agradar al Congreso, sino porque son lo que el p¨²blico quiere ver", dijo el presidente de MCA, Thomas Pollock. Y el presidente de Columbia-Tri Star, Mark Canton, advirti¨® que "es muy peligroso que se se?ale a Hollywood con el dedo. La cuesti¨®n principal es de derechos creativos. Tenemos que conservar el derecho a hacer elecciones creativas con diversidad y libertad".
Dole cuenta con la convicci¨®n popular de que el cine es demasiado sangriento. Pero tambi¨¦n se enfrenta al triste precedente de Dan Quayle, cuando el entonces vicepresidente de EE UU arrambl¨® con escasa fortuna contra la serie Murphy Brown por socavar los "valores familiares". La pasada semana, Dole conden¨® a pel¨ªculas que considera "pesadillas de depravaci¨®n" (Asesinos natos y Amor a quemarropa) y aplaudi¨® a las "apropiadas para la familia" (El rey Le¨®n y Forrest Gump). "Hemos llegado a un punto", dijo, "en que nuestra cultura popular amenaza con minar nuestro car¨¢cter como naci¨®n".
El hecho de que Dole diera su aprobaci¨®n a una cinta tan sangrienta como Mentiras arriesgadas, de Arnold Schwarzenegger (que fue asesor de George Bush), delata una grave contradicci¨®n. Tampoco conden¨® Dole a otros actores de ese partido conocidos por su afici¨®n a las armas: Sylvester Stallone y Bruce Willis. Este ¨²ltimo acaba de estrenar en EE UU, pocas semanas despu¨¦s del atentado de Oklahoma City, la tercera parte de La jungla de cristal, en la que un fest¨ªn de explosiones destruye media ciudad de Nueva York. Tambi¨¦n, coincidiendo con la tragedia de Oklahoma, Dole decidi¨® posponer en abril el debate en el Senado de la ley que limitar¨ªa las armas de asalto. En 1993, 16.000 personas murieron en EE UU a causa de las armas de fuego cuya legalidad defiende Dole.
Derecha religiosa
Con la denuncia a Hollywood, Dole busca el apoyo del sector m¨¢s conservador de su partido y de la "derecha refigiosa" de cara a su propuesta como candidato republicano.Quentin Tarantino, guionista de Asesinos natos y Amor a quemarropa, adem¨¢s de director de Pulp fiction, denunci¨® en The New York Times que "¨¦ste es el argumento m¨¢s viejo que existe: cuando hay un problema en la sociedad se culpa a los guionistas, se culpa al teatro". Y tambi¨¦n acus¨® a Bob Dole de ni siquiera haber visto esas pel¨ªculas.
Como observ¨® The New York Times, el ataque contra Hollywood es una maniobra de ¨¦xito seguro. Las encuestas indican que el p¨²blico est¨¢, en efecto, harto de la violencia en el cine, la televisi¨®n y la m¨²sica. S¨®lo se puede, por tanto, buscar las cosquillas a los estudios, y ¨¦stos son habituales contribuyentes econ¨®micos en las campa?as electorales del partido dem¨®crata. Aunque todos los grandes estudios intentan satisfacer a ambos partidos con sus contribuciones, el conglomerado Time Warner (que distribuye Asesinos natos) apoy¨® en las elecciones de 1992 con 100.000 d¨®lares a los dem¨®cratas y 38.000 a los republicanos. En 1994, el reparto fue m¨¢s equilibrado: 141.000 y 92.000. Walt Disney pas¨® de apoyar a 39 candidatos republicanos y 30 dem¨®cratas en 1992, a 22 republicanos y 34 dem¨®cratas en el 94.
Las contribuciones de los famosos son m¨¢s modestas. En las elecciones presidenciales de 1992 Arnold Schwarzenegger dio 1.000 d¨®lares al partido republicano y otros tantos al dem¨®crata. Stallone contribuy¨® con 23.000 y 11.000, respectivamente; Otros donantes al bando de Clinton fueron Alec Baldwin (200 d¨®lares) y el matrimonio Tim Robbins-Susan Sarandon (unos 1.600 d¨®lares cada uno).
"Parece que hay que encontrar a una persona que diga qu¨¦ es arte y que no es arte," dijo Tommy Lee Jones. "Hay que ver qui¨¦n es esa persona y qu¨¦ cantidad de poder le damos y qu¨¦ hacemos con los ofensores: ?les matamos, como los nazis? ?O les echamos del negocio, como Joe McCarthy? Este es, el tipo de preguntas que Bob ha sugerido al meter su zarpa en el fuego. Espero que no se queme. A m¨ª no me asusta lo m¨¢s minimo. Joe McCarthy habr¨ªa convertido mi vida en un infierno, pero tampoco me habr¨ªa asustado".
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