La Reina no falt¨® a su cita con los libros

Do?a Sof¨ªa hab¨ªa pedido total discreci¨®n. Quer¨ªa que su visita a la Feria del Libro de Madrid, que se clausur¨® ayer, fuese un acto privado. No lo consigui¨®. Ella y la infanta Cristina fueron aclamadadas por cientos de personas a lo largo del recorrido.Libreros y editores sab¨ªan desde el inicio de la feria que la Reina, una buena lectora, no faltar¨ªa a su cita anual con los libros. No pudo ser, como otros a?os, para la inauguraci¨®n, pero s¨ª para la clausura. La Reina y su hija la infanta Cristina, que acababa de llegar de Par¨ªs, se encontraron en la puerta del madrile?o Parque del Retiro pasadas las 19.30. Nada m¨¢s bajar del coche, Do?a Sof¨ªa se fue hacia su hija y la salud¨® con dos besos.

Do?a Sof¨ªa hab¨ªa manifestado su inter¨¦s por dos libros: El amante del volc¨¢n, de Susan Sotag, y La escritura o la vida, de Jorge Semprum. A Susan Sotag tuvo ocasi¨®n de saludarla personalmente y le pregunt¨® por su ensayo Contra la interpretaci¨®n, que se reeditar¨¢ el pr¨®ximo oto?o. La escritora, de 62 a?os, le cont¨® que Madrid era una ciudad inolvidable y le dedic¨® El amante del volc¨¢n, su ¨²ltima novela: "Con admiraci¨®n para la Reina de Espa?a"."Guapa, guapa"

"?Viva la Reina!" o gritos de "?guapa, guapa!", acompa?aron todo el recorrido de do?a Sof¨ªa y la infanta Cristina. Do?a Sof¨ªa rompi¨® en varias ocasiones el cord¨®n de seguridad para saludar a algunos ni?os, para echarle algunas monedas a un mimo, para hacerse una fotograf¨ªa con una ni?a o para acariciar a un perrito. "Majestad, bese a mi ni?o", le grit¨® una se?ora. La Reina se volvi¨® y acarici¨® al peque?o, momento en el que la madre empez¨® a llorar emocionada.

La Reina salud¨® personalmente a algunos de los autores que ayer firmaban sus obras. Muchos no estaban avisados de su presencia y les cambiaba la cara al ver a la Reina que se acercaba a ellos, les saludaba cordialmente y les preguntaba por su obra. "Debe ser agotador lo de firmar tantos libros", le dijo coloquialmente a Vizca¨ªno Casas mientras ¨¦ste le dedicaba una de sus obras.

Francisco Umbral no lo dud¨® ni un momento, cuando vio que la Reina miraba sus libros, eligi¨® Mortal y Rosa de entre su variada obra para regal¨¢rselo. Juan Jos¨¦ Mill¨¢s escogi¨® Algo que te concierne para entregarselo, pero se qued¨® helado cuando vio que el anterior lector se hab¨ªa llevado su bol¨ªgrafo. Por fin encontr¨® otro y escribi¨®: "Para una reina con la admiraci¨®n de un pr¨ªncipe". Y Terenci Moix le pregunt¨® a la infanta Cristina si era feliz en Barcelona.

Al poco de llegar, la Reina pregunt¨® por Antonio Gala, que en ese momento se encontraba firmando, pero luego no pudo saludarle.

Editores y libreros le recordaron a la Reina lo importante que era su presencia en la feria para todos los que se dan cita en la mayor concentraci¨®n de libros de Espa?a. "Se la echa de menos cuando no viene y, adem¨¢s, si usted no viene, bajan las ventas", se atrevi¨® a decirle uno.