Esto no es Am¨¦rica

La Liga para Valdano. La Copa para Parreira. Una fumata blanca para se?alar con aut¨¦ntico sabor americano el final de la temporada. El gui¨®n, abortado por el despido del brasile?o, hubiera supuesto una sonora r¨¦plica a los que cuestionan la val¨ªa de los t¨¦cnicos suramericanos cuando aplican sus ideas en Espa?a.La campa?a se abri¨® con seis de ellos -Carlos Aimar, Vicente Cantatore, V¨ªctor Esp¨¢rrago, Francisco Maturana, Carlos Alberto Parreira y Jorge Valdano, aunque ¨¦ste posee la doble nacionalidad argentina y espa?ola- en los 20 banquillos de la primera divisi¨®n espa?ola. El argentino Alfio Basile lleg¨® posteriormente para sustituir a Maturana y acaba de irse. La calculadora no es precisa para comprobar que se trata del 30% del colectivo y, sin embargo, los t¨¦cnicos americanos han conseguido un ¨ªnfimo porcentaje de los t¨ªtulos en litigio. Sus Conceptos no ganan espacio en la sala de trofeos.

En la Liga, ?ser¨¢ verdad que el antecedente m¨¢s cercano fue fechado por el Atl¨¦tico de Juan Carlos Lorenzo en 1973? En la Copa del Rey, ?ser¨¢ verdad que la b¨²squeda de un triunfo transatl¨¢ntico se remonte al cabezazo de Marcos en el ¨²ltimo minuto de la final en Zaragoza ante el Madrid que dio la Copa al Bar?a de Menotti hace 12 a?os?

Un doblete para Valdano y Parreira hubiera servido para frenar el alud de datos desoladores. Pero el brasile?o reci¨¦n despedido pasar¨¢ a la historia como el tercer campe¨®n del mundo que ha sido incapaz de triunfar en la Liga espa?ola. Carlos Bilardo condujo un Sevilla de lujo al s¨¦ptimo puesto. Parreira simplemente ha luchado para no dejar un multimillonario Valencia en la parte inferior de la tabla. Menotti no llev¨® el Bar?a de Maradona y Schuster hasta la parte alta del podio, pero por lo menos encontr¨® migas de consuelo en otros torneos.

Los t¨¦cnicos americanos no pueden atribuir la escasez de trofeos a la debilidad de sus plantillas. lldo Maneiro, H¨¦ctor N¨²?ez, Jorge Solari, Jair Pereira, Omar Pastoriza, ?scar Rub¨¦n Valdez, Miguel ?ngel Brindisi encontraron buenos mimbres en clubes potentes e incluso candidatos a campeones.

S¨®lo H¨¦ctor Veira en el C¨¢diz o Carlos Aimar, tanto en Logro?o como en Vigo, trabajaron con una limitada materia prima, junto a Pacho Maturana, autor de una obra muy digna en Valladolid. Cuando el colombiano hered¨® una plantilla de mayor calidad en el Manzanares, el empacho dur¨® 95 d¨ªas.

La escasez de ¨¦xitos transatl¨¢nticos ha parido la leyenda del americano que pronuncia mucho verso pero que culmina poca poes¨ªa. Proliferan las an¨¦cdotas ap¨®crifas. A Jes¨²s Gil le gusta contar como Menotti: "Segu¨ªa prometi¨¦ndome que ser¨ªamos campeones cuando est¨¢bamos a 13 puntos del Madrid y a falta de 6 jornadas". Hombres m¨¢s pragm¨¢ticos como Alberto Ormaechea, Luis Molowny, Luis Aragon¨¦s y John Toshack han conjugado menos verbo pero, como se?ala Javier Clemente, ¨¦stos tienen orfebrer¨ªa para pulir.

Valdano empieza a corregir la auditor¨ªa. Mientras otros colegas tra¨ªdos directamente desde Am¨¦rica han vivido sus aventuras espa?olas bajo el s¨ªndrome "aterriza como puedas", Valdano ha llegado al banquillo del Bernab¨¦u avalado y tal vez acondicionado por dos d¨¦cadas de f¨²tbol repartidas entre ?lava, Arag¨®n, Castilla y Canarias. Admite comparaciones con Helenio Herrera y Alfredo di St¨¦fano que tambi¨¦n labraron sus cosechas tras largas sembradas en campos europeos. Son casi los ¨²nicos que se asoman en el reparto del medio centenar de trofeos durante los ¨²ltimos tres lustros de f¨²tbol dom¨¦stico y europeo.