"No tengo enemigos: no mato"

Gilberto Rodr¨ªguez Orejuela no teme, aparentemente, por su vida. "No se preocupe tanto por m¨ª, yo no tengo enemigos", le dijo ayer a un guardi¨¢n. "Yo no soy como Pablo Escobar, no mato a la gente". Su principal preocupaci¨®n es ahora preparar la defensa. Sobre su eventual condena hay especulaciones para todos los gustos. La cota baja se sit¨²a en ocho a?os; la alta, en 30. La sentencia a 24 a?os de prisi¨®n parece la m¨¢s probable, pero el cumplimiento de la pena se enfrentar¨ªa a la limitaci¨®n legal de que ning¨²n mayor de 65 a?os puede permanecer en prisi¨®n. Gilberto tiene 57.Por delante se abre adem¨¢s un complejo procedimiento judicial repleto de escollos que los defensores explotar¨¢n al m¨¢ximo y que no har¨¢ nada, f¨¢cil demostrar los delitos atribuidos, fundamentalmente narcotr¨¢fico y enriquecimiento il¨ªcito. Las pruebas no tienen que buscarse s¨®lo en Colombia, sino tambi¨¦n en Estados Unidos, Francia, Italia, Reino Unido y, tal vez, incluso Espa?a, donde Gilberto fue detenido en 1984 y entregado ala justicia de su pa¨ªs, escapando as¨ª a las peticiones norteamericanas de extradici¨®n.La entrega a Estados Unidos de donde no se le dejar¨ªa salir bien librado (ah¨ª est¨¢ el caso de Carlos Lehder, condenado a cadena perpetua), est¨¢ excluida. Lo prohibe la ley colombiana. Por eso desde Washington se pide dureza. Si la sentencia es suave, el r¨¦gimen volver¨¢ a estar bajo sospecha y bajo la amenaza de represalias econ¨®micas. Rodr¨ªguez Orejuela tiene ocho causas abiertas en Colombia y cinco en Estados Unidos.