Elon Musk acusa al primer ministro del Reino Unido de tapar delitos sexuales contra menores
El magnate estadounidense y aliado de Trump rescata un esc¨¢ndalo de hace una d¨¦cada, cuando Keir Starmer era fiscal, y exige la ca¨ªda del Gobierno laborista
Elon Musk comparte con su amigo Donald Trump un arma aterradora: sus potenciales rivales y enemigos son incapaces de adivinar de d¨®nde vendr¨¢ el siguiente golpe y cu¨¢l ser¨¢ la dimensi¨®n del da?o ocasionado. Es dif¨ªcil imaginar que cualquier gobierno aceptara sin apenas responder las escandalosas acusaciones que el magnate tecnol¨®gico ha vertido contra el primer ministro brit¨¢nico, Keir Starmer, en los ¨²ltimos meses. En una sarta sin control de mensajes en la red social de su propiedad, X (antes Twitter), Musk ha acusado a Starmer de ser c¨®mplice del ¡°mayor crimen en masa cometido en la historia del Reino Unido¡± y de llevar a su pa¨ªs a ¡°la guerra civil¡±, y ha exigido la dimisi¨®n de un Gobierno laborista que apenas llevas seis meses en el poder.
Resulta complicado determinar las razones que hay detr¨¢s de la especial obsesi¨®n de Musk con el Reino Unido. Casado en dos ocasiones con la actriz brit¨¢nica Talulah Riley ¡ªla primera ceremonia en la catedral de Dornoch, en las Highlands escocesas¡ª, a la que conoci¨® en un pub londinense, el magnate ha profesado p¨²blicamente su amor por el pa¨ªs, y por personajes hist¨®ricos como Margaret Thatcher.
Pero a la vez, Musk ha decidido que la era abierta el pasado 4 de julio en el Reino Unido por el nuevo Gobierno de Starmer simboliza todo lo que odia: el aumento de la inmigraci¨®n y las pol¨ªticas progresistas de identidad; lo que en la jerga anglosajona se denomina woke, el t¨¦rmino peyorativo para referirse a planteamientos a favor del movimiento trans o del feminismo o en contra del discurso xen¨®fobo o del negacionismo clim¨¢tico.
Delitos sexuales de hace una d¨¦cada
En los ¨²ltimos d¨ªas, Musk se ha obsesionado con un esc¨¢ndalo que conmocion¨® al Reino Unido hace ya m¨¢s de una d¨¦cada. Un informe independiente de 2022 encargado por el Gobierno se?al¨® que, durante casi cuatro a?os (2010-2014), m¨¢s de 1.400 ni?as al cargo de los servicios de protecci¨®n social fueron v¨ªctimas de abusos sexuales a manos de grupos organizados (grooming gangs, o las bandas de pederastas, se les llam¨®), en su mayor¨ªa hombres de origen paquistan¨ª. Los cr¨ªmenes tuvieron lugar en las regiones y localidades de Rotherham, Cornualles, Derbyshire, Rochdale y Bristol.
La lentitud con que respondieron las autoridades, por burocracia, por miedo a despertar tensi¨®n racial o a ser acusados de islam¨®fobos o por escaso inter¨¦s en los problemas de comunidades minoritarias marginales, desat¨® todo tipo de teor¨ªas de la conspiraci¨®n. Y en parte de esos a?os, Starmer estuvo al frente del Servicio de Fiscal¨ªa de la Corona (similar a la Fiscal¨ªa General de Espa?a).
¡°Starmer fue c¨®mplice de la violaci¨®n del Reino Unido (sic) cuando encabez¨® el Servicio de Fiscal¨ªa de la Corona durante seis a?os¡±, ha escrito el empresario estadounidense. ¡°Starmer debe dimitir y hacer frente a la acusaci¨®n por su complicidad en el peor crimen en masa cometido en la historia de Gran Breta?a¡±, a?adi¨®.
El actual primer ministro brit¨¢nico ocup¨® aquel cargo del 2008 al 2013, y fue precisamente ¨¦l quien orden¨® el inicio del procesamiento contra los acusados de Rochdale. Starmer puso tambi¨¦n en marcha una revisi¨®n general del modo en que la fiscal¨ªa hab¨ªa actuado en todos estos casos, para asegurar que hubiera m¨¢s condenas, seg¨²n ha informado Downing Street.
Starmer was complicit in the RAPE OF BRITAIN when he was head of Crown Prosecution for 6 years.
— Elon Musk (@elonmusk) January 3, 2025
Starmer must go and he must face charges for his complicity in the worst mass crime in the history of Britain.
El asunto hab¨ªa llamado la atenci¨®n del empresario estadounidense durante las primeras horas de 2025, despu¨¦s de leer un tuit en el que se suger¨ªa el encubrimiento del esc¨¢ndalo por parte de las autoridades brit¨¢nicas. Decidi¨® entonces agitar a sus m¨¢s de doscientos millones de seguidores en X con decenas de mensajes incendiarios. No cargaba ¨²nicamente contra Starmer, tambi¨¦n contra su ministra para la Salvaguarda de Menores y contra la Violencia a Mujeres y Ni?as, Jess Philips. La ministra hab¨ªa sugerido al ayuntamiento de Oldahm, que le reclam¨® una investigaci¨®n independiente sobre los abusos cometidos en esa localidad, que utilizara el mecanismo empleado por localidades como Rotherham o Telford, que lanzaron su propia investigaci¨®n oficial.
Musk asegur¨® en X que Phillips ¡°merec¨ªa estar en prisi¨®n¡±. Respond¨ªa as¨ª al tuit lanzado previamente por la ex primera ministra conservadora Lizz Truss, en el que acusaba a la ministra de haber ¡°excusado a matones islamistas encapuchados¡±.
Los aplausos de la oposici¨®n
Starmer ha decidido, de momento, no responder a las provocaciones de Musk. Es consciente del poder que acumular¨¢ el empresario en la nueva Administraci¨®n estadounidense de Trump. Las contestaciones de algunos ministros laboristas a sus ataques han sido m¨¢s bien tibias. Wes Streeting, ministro de Sanidad, ha sugerido que las acusaciones de Musk por los casos de abusos sexuales ¡°tienen un error de juicio y falta de informaci¨®n¡±, para a?adir a continuaci¨®n que el Gobierno ¡°est¨¢ dispuesto a trabajar con Musk, que puede jugar un papel importante en este asunto con su red social, para que nos ayude a hacer frente a un asunto tan serio¡±.
La nueva l¨ªder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, ha dado su respaldo impl¨ªcito al empresario estadounidense, al exigir una nueva investigaci¨®n independiente de los abusos sexuales a menores. La misma investigaci¨®n que se negaron a impulsar los anteriores gobiernos conservadores de los que Badenoch form¨® parte.
Y el populista Nigel Farage jalea cada comentario de Musk, ansioso ante la promesa del multimillonario de inyectar una financiaci¨®n masiva a su partido, Reform UK.
Tanto Badenoch como Farage son conscientes de que juegan con fuego, y aun as¨ª no pueden resistirse. Al mismo tiempo que atacaba con sa?a al Gobierno laborista por el esc¨¢ndalo de pederastia, Musk iniciaba una campa?a para exigir la liberaci¨®n del pol¨ªtico ultraderechista brit¨¢nico Tommy Robinson. Actualmente en prisi¨®n por difamar con datos falsos a un menor refugiado, el empresario estadounidense ha decidido presentarlo al mundo como el palad¨ªn de la libertad de expresi¨®n. En su momento, Robinson tambi¨¦n se sum¨® a los que ve¨ªan conspiraciones ocultas en el esc¨¢ndalo, para proteger supuestamente a una minor¨ªa musulmana.
Pero Badenoch y Farage saben que hasta los votantes m¨¢s escorados a la derecha sienten repugnancia por un personaje culpable de introducir un discurso fascista en el Reino Unido, y en los ¨²ltimos a?os han intentado alejarse de ¨¦l.
Musk, que ya acus¨® a Starmer el pasado verano de usar una doble vara de medir con los inmigrantes y con los manifestantes de extrema derecha, ha agitado en suelo brit¨¢nico el odio xen¨®fobo. Durante los violentos disturbios que se extendieron por varias ciudades despu¨¦s del asesinato de tres ni?as en Southport, el empresario lleg¨® a escribir en X que ¡°la guerra civil era ya inevitable¡± en el Reino Unido. Desde entonces, parece empe?ado en que su profec¨ªa se cumpla, mientras, el Gobierno de Starmer realiza malabarismos diplom¨¢ticos para no caer en la trampa.
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