Programa e innovaci¨®n social
Ascenso de la derecha y hegemon¨ªa en la izquierda no son cosas que se puedan separar. Ambas est¨¢n ¨ªntimamente relacionadas y lo estar¨¢n a¨²n m¨¢s en el futuro, al menos, por tres razones: en primer lugar, porque existe una evidente relaci¨®n entre las pol¨ªticas y los comportamientos del Gobierno del PSOE y el avance de la derecha; en segundo lugar, porque no es posible una iniciativa global de la izquierda contra la derecha -en el sentido convencional que se le da a estos t¨¦rminos- que no signifique, al mismo tiempo, un cambio fundamental en la estrategia del partido que sostiene a Felipe Gonz¨¢lez, y, por ¨²ltimo, porque si la actual l¨ªnea dominante en el PSOE se perpet¨²a en la oposici¨®n, la derecha se consolidar¨¢ todav¨ªa m¨¢s y se bloquear¨¢ la necesaria recomposici¨®n de la izquierda espa?ola.La idea del adelantamiento (sorpasso) tiene un sentido pleno en la lucha por conseguir la hegemon¨ªa en la izquierda de proyectos, valores y actitudes claramente diferenciadas de las predominantes hoy en el PSOE. No se trata -a mi juicio- de un simple reequilibrio electoral en la izquierda o de una competencia partidista para ocupar espacios de poder.
Acuerdo global inviable
El asunto es otro: impedir que se afiance una pol¨ªtica que ha favorecido decisivamente el avance de la derecha y dividido a la izquierda. Es este dato de la realidad el que hace inviable un acuerdo global entre IU y el PSOE. ?Se puede acaso discutir seriamente de pol¨ªtica auton¨®mica o municipal al margen de las opciones fiscales y presupuestarias, de las orientaciones econ¨®micas b¨¢sicas? ?Es cre¨ªble socialmente y riguroso pol¨ªticamente dejar de lado en la discusi¨®n de un acuerdo global a los decretazos, a las varias reformas laborales, a las privatizaciones de empresas p¨²blicas rentables, a la integraci¨®n europea y a la lucha contra la corrupci¨®n y el doble estado...?
La izquierda no deber¨ªa caer en una de las paradojas favoritas del grupo que hoy detenta el poder pol¨ªtico: argumentar que ante los problemas reales del pa¨ªs (Uni¨®n Europea, OTAN-UEO, pol¨ªtica econ¨®mica, pol¨ªtica social) no existen diferencias sustanciales entre las fuerzas pol¨ªticas mayoritarias (las dem¨¢s parece que son gal¨¢cticas), y a su vez, basar su pol¨ªtica electoral y sus relaciones con IU en un encuadramiento, no fundamentado program¨¢ticamente, entre izquierda y derecha. Es por esto por lo que la direcci¨®n de IU ha decidido situar la compleja cuesti¨®n de los acuerdos poselectorales en el terreno m¨¢s coherente con los postulados que ha venido defendiendo: programa, mecanismos concretos de regeneraci¨®n democr¨¢tica y participaci¨®n de los afiliados y afiliadas. En la reciente campa?a electoral, el PSOE ha insistido una y otra vez en una idea que explica muy bien lo que es hoy su proyecto: ser de izquierdas es no ser de derechas. Nuestra filosof¨ªa es otra: ser de izquierda, aqu¨ª y ahora, es construir proyectos factibles de transformaci¨®n social. La izquierda necesita de propuestas y programas capaces de suscitar consenso y participaci¨®n activa de los distintos sujetos sociales. El n¨²cleo b¨¢sico deber¨ªa articularse en torno a una nueva cultura del trabajo, es decir, otra idea del desarrollo, reparto del empleo y del poder. Los que sin m¨¢s califiquen de ut¨®picas estas propuestas deber¨ªan leer el informe para el Parlamento Europeo de Michel Rocard sobre reducci¨®n del tiempo de trabajo o el estudio sobre competitividad del Grupo de Lisboa.
Esta ¨²ltima cuesti¨®n nos lleva a otra. Los cambios sociales, las mutaciones culturales y la desintegraci¨®n de las viejas identidades colectivas est¨¢n cuestionando en sus ra¨ªces lo que hist¨®ricamente en el movimiento obrero y en la izquierda se entiende por lo pol¨ªtico. La izquierda, si quiere ser realmente transformadora, debe plantearse como tarea fundamental nuevas formas de articulaci¨®n, de organizaci¨®n y de intervenci¨®n pol¨ªtica. De no ser as¨ª, la americanizaci¨®n de la vida p¨²blica europea ser¨¢ imparable y los viejos partidos de izquierda se convertir¨¢n en meras maquinarias electorales, parte de los aparatos del Estado. La pol¨ªtica no es s¨®lo propuesta o fuerza social organizada, es tambi¨¦n coraje y tensi¨®n moral, cr¨ªtica y oposici¨®n al desorden existente. En este sentido, la recuperaci¨®n ¨¦tica de la izquierda es algo m¨¢s que una palabra.
Manuel Monereo P¨¦rez es miembro de la presidencia federal de Izquierda Unida.
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