Una cumbre semiclandestina
La Administraci¨®n norteamericana hizo todo lo posible para que la cumbre de ayer entre el presidente Bill Clinton y su hom¨®logo ruso, Bor¨ªs Yeltsin, fuera la de m¨¢s bajo perfil de cuantas se recuerdan. Sin duda la raz¨®n de ello es la resistencia de Estados Unidos a aceptar la pol¨ªtica de Yeltsin en Chechenia.Funcionarios norteamericanos ni siquiera han querido llamarla cumbre, sino una simple reuni¨®n de seguimiento de la que el mes pasado se celebr¨® en Mosc¨². La suspensi¨®n de la conferencia de prensa que Clinton ten¨ªa anunciada para despu¨¦s de la entrevista con Yeltsin podr¨ªa estar relacionada con ese mismo prop¨®sito. Cuando Clinton y Yeltsin se reunieron en la ¨²ltima cumbre del Grupo de los Siete, en N¨¢poles, ambos participaron despu¨¦s en una conferencia de prensa conjunta.
Un portavoz norteamericano declar¨® ayer que Clinton plante¨® ante Yeltsin el problema de Chechenia "en t¨¦rminos similares a como lo hab¨ªa hecho en Mosc¨², es decir, mostrando su preocupaci¨®n por la continuaci¨®n de la violencia y abogando por una soluci¨®n pol¨ªtica tan pronto como sea posible". El presidente de EE UU, como antes hab¨ªan hecho otros l¨ªderes del G-7, mostr¨® su solidaridad con Yeltsin respecto a la toma de rehenes por comandos chechenos en la ciudad de Budi¨®nnovsk. En presencia del l¨ªder ruso, Clinton dijo que nada puede justificar el acto inadmisible de tomar rehenes, " pero antes o despu¨¦s, mejor antes que despu¨¦s, una democracia tiene que ser capaz de encontrar ,una soluci¨®n pol¨ªtica".
Su relaci¨®n con Yeltsin se convierte cada d¨ªa m¨¢s en un dolor de cabeza para Clinton. Ayer mismo, el l¨ªder ruso se present¨® a la cita con s¨ªntomas que evidenciaban sus problemas con el alcohol. Con un Congreso controlado por los republicanos, que presiona en favor de una pol¨ªtica m¨¢s dura frente a Rusia y su presidente, Chechenia es uno de los principales argumentos para rechazar la amistad que Clinton ha tratado de mantener con Yeltsin. Ya tras la ¨²ltima cumbre de Mosc¨², fue criticado por la prensa y la oposici¨®n por no haber sido en¨¦rgico en la condena de la actuaci¨®n militar rusa.
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