Ofensiva bosnia
LA OFENSIVA de las tropas bosnias, unos 20.000 combatientes, contra los rebeldes serbios que cercan Sarajevo es la de mayor envergadura de los ¨²ltimos tres a?os. Se trata de una iniciativa nacida, en parte, de la desesperaci¨®n, pero, sobre todo, de la conciencia de que la comunidad internacional no arriesgar¨¢ gran cosa en defensa de la causa de una Bosnia multi¨¦tnica. Los dirigentes de los pa¨ªses m¨¢s poderosos del mundo reunidos en Halifax reiteraron el jueves su llamamiento a detener, los combates y buscar una soluci¨®n "en la mesa de negociaciones".Los avances de las tropas bosnias han sido considerables. Han arrebatado a las tropas rebeldes algunas zonas de los suburbios que a¨²n no controlaban, pero, sobre todo, lograron cortar la carretera de montana que une Pale, centro pol¨ªtico de los rebeldes serbios, con Lukavica, el centro de operaciones del general MIadic. Los reveses militares de los serbios son continuos desde, hace m¨¢s de un a?o. Uno de los m¨¢s graves es la ruptura de esta v¨ªa de comunicaci¨®n vital para sus operaciones y para mantener el cerco.
Esto no significa, por supuesto, que la suerte de la guerra haya dado un vuelco. Pese a la superioridad de efectivos bosnios, los de Karadzic siguen estando me jor armados. El l¨ªder bosnio, Alia Izetbegovic, anunci¨® que el objetivo es "romper la presi¨®n sobre Sarajevo una vez que. la comunidad internacional ha de mostrado ser incapaz de hacerlo". Otras ofensivas anteriores fueron seguidas por redoblados ataques ser bios contra la poblaci¨®n civil de la asediada capital. Ahora la ofensiva parece de mayor envergadura, pero es, seguro que en caso de riesgo de derrota decisiva de Karadzic intervendr¨ªa nuevamente de manera abierta el ej¨¦rcito de Serbia y Montenegro.
La iniciativa b¨¦lica es, por tanto, arriesgada y carece de respaldo internacional. Pero pedir a los bosnios que despu¨¦s. de tres a?os de cerco renuncien a la primera oportunidad que creen tener de romperlo es in¨²til. Demasiados desenga?os han sufrido por parte de la comunidad occidental. Su respeto a la ONU es hoy casi el mismo que el que desde el principio mostraron las fuerzas serbias: ninguno. Tras la pasividad y desuni¨®n demostradas por la comunidad internacional, y despu¨¦s de tres a?os de embargo de armas que ni siquiera les ha permitido facilitarse medios de defensa, nadie puede reprochar hoy a las fuerzas bosnias que consideren que su suerte est¨¢ tan s¨®lo en sus manos. Es ¨¦sta una de las tr¨¢gicas lecciones aprendidas por ellos en estos a?os.
Los actuales reveses serbios deber¨ªan servir para que todos reforzaran la presi¨®n sobre los rebeldes, que son los ¨²nicos que no han aceptado a¨²n el plan de paz del grupo internacional de contacto. Y tambi¨¦n para utilizar la l¨ªnea de Belgrado a fin de convencer a los l¨ªderes serbios en Bosnia -que posiblemente habr¨¢n de ser otros que Karadzic y MIadic- de que a medida que pasa el tiempo aumentan las. posibilidades de que las ofertas de paz que reciban sean cada vez peores para sus intereses.
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