Tatuajes, sombreros y guitarra en alto
Los siete d¨ªas se abr¨ªan con el tempranero horario del hardcore sin concesiones de Biohazard. La banda neoyorquina, que incide en el lastimoso estado del mundo, desde el mismo t¨ªtulo de su ¨²ltima obra, pregona su rabia a todo volumen. De modo que reforzaron el equipo de sonido del Rev¨®lver Club para atronar con un discurso de denuncia que a veces emplea el rap en medio de tanta pegada. Como, adem¨¢s de encontrarse repleta la sala sufri¨® aver¨ªas en el aire acondicionado, all¨ª sudaron hasta los tatuajes del irrebatible grupo de Brooklyn. Menuda sauna la que recogi¨® la tradicional noche flamenca de minutos despu¨¦s... Menores calores se soportaron el jueves en la sala Kenny Bell con la presencia del country-rock de Sheriff. Madrile?a la formaci¨®n, el guitarrista Tony de Juan, que tambi¨¦n lo es de los renacidos Coz, ha experimentado en terreno norteamericano la pasi¨®n por el sombrero tejano. Loas a Lynyrd Skynyrd -?a qui¨¦n no le gusta Sweet home Alabama?-, algo de Eagles y hasta de Dire Straits, que Mark Knopfler tambi¨¦n sabe de conexiones vaqueras. Todo en ambiente festivo e intrascendente, como para pasar el rato sonando con los territorios de origen. Falt¨® el anunciado concurso de camisetas mojadas que serv¨ªa de aliciente en la programaci¨®n. Si hubo alguna empapada fue ¨²nicamente por efecto del sudoroso baile.Alg¨²n d¨ªa, el rock espa?ol tendr¨¢ que admitir que personajes como Salvador Dom¨ªnguez merecen el reconocimiento que se les resiste. Estos casi dos metros de guitarrista llevan frecuentando todo tipo de escenarios desde hace un cuarto de siglo. Pionero del rock underground -como se dec¨ªa entonces- en formaciones inveros¨ªmiles para su tiempo, como Cerebrum o Blue Bar, Salva alcanz¨® p¨²blica notoriedad en los a?os triunfales de Miguel R¨ªos y con la emisi¨®n de un notable hard rock desde Banzai, veh¨ªculo de propia creaci¨®n. Como la ¨²ltima intentona de ¨¦xito internacional, bajo el nombre de Tarzen, no lleg¨® a buen puerto, en las siguientes temporadas se ha dedicado a ense?ar los secretos de la guitarra a las j¨®venes generaciones a trav¨¦s de un m¨¦todo personal muy bien aceptado. Este madrile?o reside ahora en Alicante y de vez en cuando recluta un acompa?amiento para demostrar que su amor por el blues y el rock de alto voltaje no decae con el paso del tiempo. Rev¨®lver vivi¨® en peque?o comit¨¦ la sobreexposici¨®n del instrumento seg¨²n aquel modelo, tal vez superado, de la figura del guitar-hero.
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