La selecci¨®n aventa las cenizas
Lolo Sainz hace tabla rasa para olvidar los ¨²ltimos desastres
Lolo Sainz se aferra a la nueva ola. El reguero de p¨®lvora que hab¨ªa dejado la desesperaci¨®n de Barcelona 92 y la resignaci¨®n del Europeo 93 en M¨²nich -quintos tras perder frente a Alemania- llev¨® el fuego hasta el polvor¨ªn del Mundial del a?o pasado en Canad¨¢. La derrota ante China y el d¨¦cimo puesto final hicieron zozobrar por momentos todo el baloncesto espa?ol. El seleccionador alarg¨®, por unos d¨ªas, la trayectoria de los cl¨¢sicos -homenaje a Epi incluido- en los primeros partidos de clasificaci¨®n para el Europeo. Pero una vez obtenido con facilidad el pasaporte Sainz cambi¨® de tercio y brind¨® la oportunidad a los nombres de los que va a depender la sucesi¨®n de un grupo que marc¨® ¨¦poca: Epi, Jim¨¦nez, Villacampa, Rafael Jofresa...La renovaci¨®n del equipo ha sido expeditiva. De los 12 que jugaron el ¨²ltimo Mundial, tan s¨®lo cuatro estar¨¢n en Atenas: Laso, Herreros, Orenga y Ferran. Son los rescoldos sobre los que Sainz desea avivar el fuego extinguido de una soluci¨®n que no gana una medalla -la de bronce- desde el Europeo de 1991 en Roma.
Ni el juego desarrollado por la nueva selecci¨®n en los partidos de preparaci¨®n ni los resultados, son como para tirar cohetes. La esperanza es que se engrase la m¨¢quina o bien que se solventen con fortuna el par de partidos que marcan el desenlace en todo campeonato, de este tipo.
En esta ocasi¨®n, Espa?a volver¨¢ a contar con el refuerzo inestimable de un jugador nacionalizado Mike Smith, despu¨¦s de un tortuoso camino no se le permiti¨® jugar como espa?ol en la Liga ACB, en primera instancia y no pudo debutar antes en la selecci¨®n por un error burocr¨¢tico del Joventut-, dotar¨¢ a la selecci¨®n de un ayudante de lujo en el rebote y un alero con una gran capacidad para desbordar al rival, penetrar y moverse como un a pira?a dentro de la zona Espa?a hab¨ªa perdido el concurso de un jugador nacionalizado cuando Biriukov decidi¨® no acudir m¨¢s a las convocatorias del seleccionador.
La selecci¨®n busca una vez m¨¢s ganarse la credibilidad de una bolsa de& aficionados tan capaces de desatar su pasi¨®n cuando los resultados son alentadores como de desatar su pasi¨®n cuando los resultado sona alentadores como de dejarla en el m¨¢s absoluto de los olvidos cuando pintan bastos. Y, de paso; lograr un ¨¦xito cat¨¢rtico, borrar el sinsabor de un Mundial que acab¨® con un desencanto colectivo e incluso con alguna amenaza de expediente disciplinario como la que pes¨® sobre Laso por hablar sobre el excesivo peso de los extranjeros en la Liga. Matar la verg¨¹enza de entonces es el objetivo. Que ning¨²n ¨¢rbitro espa?ol se atreva de nuevo a contestar a las protestas de uno de aquellos mundialistas record¨¢ndole el sonrojo de la derrota sufrida ante China. Por cierto, las cenicientas en Atenas, ser¨¢n Turqu¨ªa y Finlandia.
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