"A veces estoy cansado de luchar en dos frentes"
Douglas Hurd, de 65 a?os, ministro de Asuntos Exteriores brit¨¢nico, estaba muy relajado el mi¨¦rcoles por la tarde, un d¨ªa antes de que se anunciase la dimisi¨®n de su primer ministro, John Major. Deb¨ªa sospechar la decisi¨®n cuando, en su despacho de la C¨¢mara de los Comunes, recibi¨® a un enviado de EL PA?S junto con los representantes de tres otros diarios europeos. "A veces estoy cansado de luchar en dos frentes", confes¨® aludiendo a los euroesc¨¦pticos y a sus socios europeos que desean ahondar la integraci¨®n. "Prefiero, sin embargo, vivir en un pa¨ªs en el que las cuestiones importantes se debaten y no son impuestas".Pregunta. Acaba usted de regresar de Espa?a, cuyo Gobierno tiene la intenci¨®n sancionar a Gibraltar si no coopera en la lucha contra el contrabando y el tr¨¢fico de droga. ?Tomar¨¢ represalias?
Respuesta. Ninguno de mis interlocutores espa?oles me inform¨® de ello. Las autoridades espa?olas ya est¨¢n tomando medidas en la frontera de La L¨ªnea y los viajeres padecen retrasos de hasta dos horas que me parecen est¨²pidos e injustificados. No tiene sentido escudarse en Schengen [acuerdo de supresi¨®n de fronteras internas aplicado por siete pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, entre los que no figura el Reino Unido] como hacen las autoridades espa?olas para justificar la lentitud del control fronterizo.
P. ?Por qu¨¦ no ayuda el ministro-principal de la colonia, Joe Bossano, a acabar con el tr¨¢fico il¨ªcito?
R. La preocupaci¨®n espa?ola por el contrabando me parece razonable. Estamos logrando un creciente compromiso del ministro-principal con el objetivo de erradicar el contrabando e introducir una legislaci¨®n adecuada para impedir el blanqueo de dinero. Conf¨ªo en que la situaci¨®n va a mejorar. Ahora bien, quiero dejar claro que Espa?a debe ser la principal interesada en que Gibraltar sea pr¨®spero. Si no lo es, el resentimiento hacia Espa?a ser¨¢ mayor.
P.?Es Gibraltar un obst¨¢culo para una plena Cooperaci¨®n entre ambos pa¨ªses en el seno de la Uni¨®n Europea9
R. Nuestra disputa sobre la soberan¨ªa no nos impide cooperar. No es un obst¨¢culo. En primavera, por ejemplo, Javier Solana y yo luchamos codo a codo para evitar que se modificase la minor¨ªa de bloqueo. Sobre Bosnia estamos en la misma longitud de onda. Mi visita a Madrid fue muy fruct¨ªfera.
P. Pero el presidente del Gobierno no le concedi¨® la audiencia que le pidi¨®.
R. Tiene una agenda muy cargada con muchas cosas en la cabeza estos ¨²ltimos d¨ªas.
P. La gran tarea de la construcci¨®n europea es la conferencia de 1996 para reformar las instituciones de cara a la siguiente ampliaci¨®n de la UE. Muchos temen que no se podr¨¢ dar un paso adelante hasta que Major haya sido derrotado en las urnas.
R. No nos preocupa que se diga eso. La conferencia empezar¨¢ el a?o pr¨®ximo y no vamos a meterle prisa para que llegue pronto a un resultado. El Tratado de Maastricht entr¨® en vigor hace poco y no estar¨ªa de m¨¢s que adquiriera un mayor rodaje.
P.?Cuales son para el Reino Unido los objetivos de la conferencia?
R. Que las instituciones existentes funcionen mejor. No hay que hacer una revoluci¨®n. Ser¨¢ menos ambiciosa que la Conferencia de Messina, que el Acta ?nica y que el Tratado de Maastricht. No se trata ya de hacer los Estados Unidos de Europa. Incluso Helmut Kohl ha renunciado expl¨ªcitamente a ello. Es llamativo por parte de alguien con un sentimiento tan proeuropeo. La alternativa a ese proyecto no es el vac¨ªo. Quedan muchas cosas por hacer. Tenemos que acabar de construir la Europa de las Naciones.
P. La conferencia no ha reunido a¨²n, pero s¨ª el grupo que la prepara. Las ideas que baraja van m¨¢s lejos que las suyas.
R. Hay muchas cosas en esos documentos con las que estoy en desacuerdo, pero observo que ni la Comisi¨®n Europea, ni el Parlamento Europeo, ni los democristianos alemanes (CDU) sugieren transferir m¨¢s competencias de los Estados miembros a la Uni¨®n. Eso pone de relieve un cambio de actitud positivo.
P. Entonces, ?que es lo que debe cambiar la conferencia?
R. Hay que cambiar la duraci¨®n de las presidencias de la Uni¨®n, alarg¨¢ndolas hasta un a?o; la presidencia debe ser colectiva, de tres o cuatro pa¨ªses entre los que debe figurar uno grande. Carece de sentido aumentar el n¨²mero de comisarios a medida que entren nuevos miembros; y el sistema de votaci¨®n debe preservar el peso de los Estados m¨¢s grandes. Nos gustar¨ªa adem¨¢s que la Euroc¨¢mara se ocupase m¨¢s del fraude al presupuesto comunitario.
P.Para que funcione correctamente el mercado ¨²nico, ?no es necesaria una moneda ¨²nica?
R. Es opinable. No estoy seguro de que llegue a existir. Varios Estados se han comprometido a alcanzar esa meta, pero observo que la primera fecha prevista para su nacimiento (1997) ya ha sido aplazada. Los preparativos siguen adelante. A t¨ªtulo personal, creo que ser¨¢ ¨²til para el Reino Unido poder decidir en su momento si se suma a ella, acaso mediante un refer¨¦ndum.
P. Cuando se produzca la pr¨®xima ampliaci¨®n, ?perder¨¢n los europeos del sur las transferencias financieras que reciben ahora de sus socios m¨¢s ricos?
R. Comprendo ese temor meridional a pagar el precio de la nueva ampliaci¨®n, pero nuestra principal tarea en la pr¨®xima d¨¦cada es extender al resto de Europa la estabilidad y la prosperidad de la que gozamos en la Uni¨®n. Y eso no resultar¨¢ gratis para nadie. -
P. ?Supondr¨¢ el acceso de Jacques Chirac a la presidencia una mejora de las relaciones franco-brit¨¢nicas?
R. Creo que el entendimiento va a ser mejor sobre todo en cuestiones diplom¨¢ticas y de seguridad. En Bosnia, por ejemplo, estamos m¨¢s cerca que nunca. No habr¨¢, sin embargo, un eje franco-brit¨¢nico. No vamos a ofrecer a Par¨ªs un recambio a su alianza con Bonn. Tambi¨¦n para nosotros es importante el eje franco-alem¨¢n, aunque no deseamos que margine a nadie.
P. ?Es el Reino Unido reacio a que la UE concluya un acuerdo de cooperaci¨®n con Cuba?
R. No soy partidario de dar ning¨²n privilegio a Cuba. Casi todos en la UE tenemos relaciones con Cuba. No veo por qu¨¦ la Uni¨®n no puede hacer colectivamente lo que cada uno hace bilateralmente.
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