Norman Lamont deshoja la margarita

El fin de semana que hoy comienza servir¨¢ a los sectores que s¨¦ oponen a John Major dentro del Partido Conservador, para. reagruparse y medir sus fuerzas y, sobre todo, para forjar un candidato con posibilidades de vencer en la elecci¨®n interna del 4 de julio. Todos los ojos est¨¢n puestos en Norman Lamont, el ex ministro de Hacienda cuya cabeza pol¨ªtica rod¨® durante la crisis de la libra de 1993.Ese d¨ªa 4, 327 parlamentarios tories tendr¨¢n en su mano el destino del todav¨ªa primer ministro. Para vencer en esa primera vuelta le bastar¨ªa a Major con obtener 188 votos. Sin embargo, los analistas coinciden en reconocer que cualquier resultado inferior a los 220 votos a favor ser¨ªa una cat¨¢strofe para ¨¦l.

Ayer, en un d¨ªa de intensas especulaciones, s¨®lo dos euroesc¨¦pticos manifestaron su deseo de retar al. primer ministro, aunque ambos distan mucho de ser los pesos pesados que requiere la ocasi¨®n. Pero el olfato period¨ªstico llev¨® a los reporteros a seguir las huellas de Norman Lamont, quien ayer se despachaba a gusto de nuevo contra la pol¨ªtica europea de Major desde las p¨¢ginas del diario The Times. Lamont se neg¨® a concretar si ser¨¢ o no el gran adversario que se oponga a su antiguo amigo y actual enemigo pol¨ªtico y personal. Simplemente dijo que no exclu¨ªa disputar el liderazgo a Major.

Edward Leigh, uno de los parlamentarios cuyo apoyo ha sondeado Lamont, se?al¨® ayer a la BBC que es necesario que la disputa sea en serio: "No tiene sentido que sea una farsa, lo que ocurrir¨ªa si s¨®lo hay un candidato o hay que elegir entre Major y un Mickey Mouse". Seg¨²n Leigh, Major deber¨ªa ser desafiado por un ministro en ejercicio o por uno que lo hubiera sido, en velada alusi¨®n a Lamont.

Lo que puedan hacer otras personalidades de m¨¢s peso en el seno del partido, caso del ministro de Trabajo, Michael Portillo, sigue siendo una inc¨®gnita. No obstante, este gran baluarte de la derecha dedic¨® ayer palabras elogiosas al primer ministro, quien "merece todo el apoyo" en su renovada carrera por el 10 de Downing Street.