?En mi buz¨®n ha salido un ¨¢rbol!

Bueno, mejor ser¨ªa decir que en el portal de mi casa ha crecido un bosque. Cuando sal¨ªa esta ma?ana, me qued¨¦ perpleja mirando los buzones (28) llenos de hojas de papel de todos los tama?os; tan llenos estaban que, por la boca, como si fueran lenguas, colgaban unas hojas m¨¢s grandes, ?dobladas en cuatro! Si hubiese llegado el cartero es ese momento, dado que... ?tambi¨¦n trae bastante algunos d¨ªas!, no s¨¦ c¨®mo se las iba a arreglar. Mi hija, que es maestra, dice que sus alumnos encauzan muy bien lo que ella les va inculcando sobre la ecolog¨ªa; pero, digo yo, que ahora, como los ni?os son tan agudos, un d¨ªa de estos alguno se le va a plantar delante y con mucho desparpajo y mucha m¨¢s raz¨®n le va a decir a m¨ª hija o a cualquier otro profesor: "?Pero para qu¨¦ quieren los mayores que sembremos y cuidemos los ¨¢rboles? No tardar¨¢n mucho en cortar tambi¨¦n los que vamos sembrando nosotros, pues como tienen que llenar "llanos de buzones todos los d¨ªas, cu¨¢ndo ya hayan terminado con los grandes, empezar¨¢n a cortar los peque?os".Y digo yo, ?pero esto qu¨¦ es? Ad¨®nde vamos, a parar con ese apedreamiento todos los d¨ªas, avasallando con esa insistencia del compre, compre, compre..., como si no fuera bastante ya, con el agobio que padecemos con la televisi¨®n, si quieres ver algo que te interese un poco, y si tienes buena memoria para retener por d¨®nde iban los tiros despu¨¦s de los repetidos y largos cortes. Creo que esto es una locura, no es forma de vivir, esto es, adornado con otras cosillas..., un v¨¦rtigo constante.-