Una empresa p¨²blica de EE UU vende derechos de contaminaci¨®n
Se extiende el intercambio de permisos para ensuciar
La empresa p¨²blica El¨¦ctrica y de Gas de Nueva Jersey (PSE&G) se ha convertido en pionera de una nueva estrategia para ganar clientes. Consiste en vender derechos de contaminaci¨®n a em presas. El primer trato, que seguramente no encontrar¨¢ trabas legales, lo cerr¨® con la qu¨ªmica Merck, que ha adquirido los derechos que PSE&G obtuvo por contaminar en 1992 menos de lo previsto para lanzar ahora humos "extra".
Comprar derechos de contaminaci¨®n permitir¨¢ a las f¨¢bricas retrasar o evitar la instalaci¨®n de sistemas de limpieza y aliviar la tensi¨®n de las grandes empresas que tienen que convencer a sus empleados de que compartan coche para ir a la oficina o trabajen desde casa con el ordenador.Algunos empresarios planean adquirir coches antiguos muy contaminantes y convertirlos en chatarra para conseguir puntos. Luego, los vender¨¢n a plantas industriales que los necesiten. F¨¢bricas de Nueva Jersey, Nueva York y Connecticut hacen cola para comprar los puntos y las empresas p¨²blicas est¨¢n ansiosas por desarrollar el peculiar mercado que se pone en marcha.
PSG&E vende las cuotas de los contaminantes de ¨®xido de nitr¨®geno a 1.600 d¨®lares (208.000 pesetas) la tonelada, aproximadamente lo que le cost¨® cambiar el carb¨®n de dos estaciones generadoras por gas natural en 1992 y ganar los puntos.
PSG&E no es la ¨²nica empresa p¨²blica que intenta aumentar la fidelidad de sus clientes m¨¢s fuertes. Northeast Utilities de Berlin (Connecticut) est¨¢ pensando en dar puntos a varios clientes, entre ellos la divisi¨®n Electric Boat de General Dynamics Corporation, el fabricante de submarinos, y la Universidad de Massachusetts en Amherst que utiliza calderas para la calefacci¨®n.
William L. Stillinger, director de programaci¨®n de tecnolog¨ªa y transmisi¨®n de Northeast, compar¨® los puntos con las bonificaciones de las compa?¨ªas a¨¦reas a las clientes que viajan con frecuencia.
Northeast y PSG&E hicieron p¨²blico un trato en marzo de 1994 seg¨²n el cual Northeast pod¨ªa comprar su cuota a PSG&E y distribuirla entre sus clientes. Pero la transacci¨®n nunca lleg¨® a producirse. Northeast ech¨® atr¨¢s por miedo a que la compra de derechos para contaminar estropease su imagen.
En cualquier caso, Northeast est¨¢ consiguiendo Sus propios puntos. De momento, sus iniciativas para suprimir la contaminaci¨®n est¨¢n pasando por recortar la producci¨®n. Ha reducido la demanda instalan do bombillas de alta tecnolog¨ªa y otro equipo de ahorro de energ¨ªa para sus clientes y ha reducido la contaminaci¨®n. La pr¨¢ctica habitual hasta ahora es la que las empresas paguen a otras por las reducciones que necesitan.
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