Las diferencias que separan a Jap¨®n y EE UU hacen casi imposible el acuerdo
El presidente Bill Clinton se mantiene firme en su decisi¨®n de imponer sanciones a Jap¨®n, horas antes de que venza el plazo dado por Wash ington para que Tokio abra el mercado de autom¨®viles. Clinton ha advertido que Jap¨®n tendr¨¢ que aceptar un m¨ªnimo de ventas estadounidenses anuales para llegar a un acuerdo en las conversaciones que se celebran en Ginebra.
En esa ciudad suiza, los dos m¨¢ximos respresentantes de comercio de ambas potencias, Mickey Kantor y Ryutaro Hahimoto, intentan cerrar un pacto que evite la guerra comercial. Esta madrugada, las posiciones segu¨ªan, sin embargo, muy distanciadas.La Casa Blanca ha anuncia do ya que Clinton se dirigir¨¢ hoy a la naci¨®n para comunicar su decisi¨®n. El presidente norteamericano tiene un sobre en cada bolsillo de su chaqueta. En uno de ellos consta el anuncio de subir al 100% el arancel (impuesto a la importaci¨®n) sobre 13 marcas japonesas de coches de lujo, que como consecuencia doblar¨ªan su precio en el mercado norteamericano. Este castigo podr¨ªa suponer unas p¨¦rdidas de 5.900 millones de d¨®lares a los fabricantes nipones. En el otro, est¨¢ escrita la felicitaci¨®n a todos por la oportunidad de extender el intercambio comercial entre las dos principales potencias econ¨®micas del mundo. La elecci¨®n de uno o de otro depender¨¢ del resultado de Ginebra.
En sus ¨²ltimas declaraciones sobre este asunto, publicadas ayer en un peri¨®dico de Oreg¨®n, donde Clinton se encuentra discutiendo precisamente de libre comercio con empresarios, el presidente norteamericano dijo que est¨¢ dispuesto a todo para obligar a Jap¨®n a abrir sus mercados. "El sistema de comercio mundial no puede tener ¨¦xito si un pa¨ªs tan rico y poderoso como Jap¨®n juega con reglas diferentes que el resto", manifest¨®.
Apoyo del p¨²blico
El presidente estadounidense asegur¨® que mantendr¨ªa hasta el ¨²ltimo minuto la puerta abierta al acuerdo, pero que actuar¨¢ con resoluci¨®n si no queda m¨¢s remedio. Los sondeos de opini¨®n demuestran que el p¨²blico estadounidense respalda, por el momento, la firmeza de Clinton frente, a Jap¨®n. Eso podr¨ªa animar al presidente a ir adelante con las sanciones, pese al riesgo de desencadenar una guerra comercial de imprevisibles consecuencias.Mientras, la pregunta del mill¨®n en Ginebra es qui¨¦n ceder¨¢ antes para que hoy mi¨¦rcoles a las 24.00 horas (las 6.00 del jueves hora peninsular espa?ola) no suene la campana de las sanciones. La espada de Kendo que al inicio del encuentro ofreci¨® Kantor a su hom¨®logo japon¨¦s, sigue amenazante sobre la cabeza de ¨¦ste, quien defini¨® las negociaciones como una "lucha amistosa". La jornada de ayer fue un marat¨®n de reuniones a todos los niveles en la embajada de Jap¨®n, pero seg¨²n fuentes norteamericanas todav¨ªa existen "enormes diferencias".
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