El Parlamento alem¨¢n aprueba por amplia mayor¨ªa el env¨ªo de tropas a Bosnia

El Parlamento Federal alem¨¢n aprob¨® ayer por una amplia mayor¨ªa (386 votos contra 258 y 11 abstenciones) la propuesta del Gobierno de enviar fuerzas militares, entre ellas aviones Tornado, al territorio de la antigua Yugoslavia. La decisi¨®n supone un hito hist¨®rico en Alemania, cuyos soldados participan, por primera vez despu¨¦s de la II Guerra Mundial, en una acci¨®n b¨¦lica y sobre suelo donde el Ej¨¦rcito hitleriano no escatim¨® crueldades contra los partisanos.

Durante m¨¢s de seis horas los diputados del Bundestag debatieron ayer en Bonn sobre la decisi¨®n del Gobierno de enviar 1.500 soldados a la antigua Yugoslavia. Era una grave cuesti¨®n la que estaba all¨ª en juego. No faltaron escenas pol¨¦micas y alg¨²n que otro incidente, que no rebajaron el nivel del debate.Tomaron la palabra todos los pesos pesados de la pol¨ªtica alemana, con excepci¨®n del canciller federal, el democristiano Helmut Kohl (CDU), quien se limit¨® a permanecer sentado en los bancos del Gobierno. Sobre los motivos de Kohl para callar s¨®lo se puede especular. Gente que conoce al canciller cuenta de su aversi¨®n por el militarismo. Kohl es un producto generacional de quienes vivieron de forma consciente, ten¨ªa 15 a?os, los horrores del final de la guerra.

La votaci¨®n a favor de la propuesta gubernamental fue muy amplia y qued¨® de manifiesto de forma palpable que 45 diputados del Partido Socialdem¨®crata (SPD) y cuatro de Los Verdes votaron en contra de las directrices de sus propios partidos, que se hab¨ªan pronunciado en contra del env¨ªo de tropas. Otros nueve socialdem¨®cratas y un verde se abstuvieron. Algunos de esos diputados de oposici¨®n que votaron con el Gobierno expresaron de forma convincente los motivos de conciencia que les impulsaron. Por lo general argumentaban que no se pod¨ªa consentir la matanza sin intervenir y la necesidad de apoyar a las tropas de la ONU.

Credibilidad en juego

El ministro de Asuntos Exteriores, el liberal Klaus Kinkel (FDP), abri¨® el debate y destac¨® que Alemania pisa "nuevo terreno" con la decisi¨®n. Seg¨²n Kinkel, estaba en juego la credibilidad internacional de Alemania, que interviene en la antigua Yugoslavia menos que otros pa¨ªses. El jefe del SPD, Rudolf Scharping, afirm¨® que la decisi¨®n de enviar los aviones Tornado alemanes supone una escalada y record¨® que las SS hitlerianas hab¨ªan formado una divisi¨®n de musulmanes bosnios para combatir a los serbios. Dijo Scharping que parte de la culpa de los acontecimientos en Yugoslavia corresponde al Gobierno alem¨¢n por su prematuro reconocimiento de Croacia y Eslovenia.

El pol¨ªtico socialdem¨®crata se pronunci¨® a favor de reforzar el embargo y no enviar tropas. El dirigente de Los Verdes, Joschka Fischer, denunci¨® la hipocres¨ªa del Gobierno, que habla de paz y se ha convertido en el segundo exportador mundial de armas. El poscomunista Gregor Gysi (PDS) acus¨® al Ejecutivo de tratar de recuperar la posici¨®n de gran potencia de Alemania, incluso nuclear.