Gobierno de m¨ªnimos
DECIDIDAMENTE, FELIPE Gonz¨¢lez abusa de la m¨¢xima ignaciana de no hacer mudanza en tiempos de tribulaci¨®n. La remodelaci¨®n del Gobierno impuesta por las dimisiones del vicepresidente, Narc¨ªs Serra, y del ministro, de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, es tan m¨ªnima que m¨¢s bien parece un mensaje de elecciones anticipadas tras la presidencia europea. La no sustituci¨®n de Serra -que siempre tendr¨¢ en su haber la reforma: militar de este pa¨ªs con la superaci¨®n de sus tendencias golpistas- debilita al nuevo Gobierno desde su nacimiento, por mucho que esta decisi¨®n obedezca al prop¨®sito de evitar lecturas en clave sucesoria. Desaparece as¨ª por primera vez el cargo de vicepresidente en los Gobiernos de Gonz¨¢lez, aunque ya estuviera vacante durante dos meses a comienzos de 1991, tras la dimisi¨®n de Alfonso Guerra.Es comprensible que en las actuales circunstancias lo que menos desee el presidente sea reactivar las luchas internas en el partido socialista, alimentadas por delfinatos reales o supuestos. Pero tanto la ausencia de un vicepresidente como el mero cambio de carteras para Su¨¢rez Pertierra y Saavedra no hacen sino acentuar a¨²n m¨¢s los rasgos de interinidad de este Gobierno, sin que la entrada de Joan Lerma, por mucho que pueda agradar a Pujol, reduzca esa impresi¨®n. Parece tratarse s¨®lo de aguantar mientras las circunstancias lo permitan. El pretexto de que en v¨ªsperas de la presidencia europea no era aconsejable una crisis gubernamental m¨¢s amplia, por aquello de que los ministros actuales ya tienen aprendida su lecci¨®n, tiene poco fuste. Desde luego, no es ¨¦ste el Gobierno que exigen los desaf¨ªos m¨¢s inmediatos de Espa?a, internos y externos. Tampoco es el que hab¨ªan solicitado de Gonz¨¢lez muchos dirigentes de su partido. Y, desde luego, no es el que puede devolver un m¨ªnimo de confianza a los ciudadanos.
La sensaci¨®n de estabilidad que siempre ha pretendido dar Gonz¨¢lez a la acci¨®n de gobierno y su repugnancia a los cambios ministeriales explican, quiz¨¢s, esta remodelaci¨®n de m¨ªnimos. Pero en las actuales circunstancias, con un Gobierno acosado por la oposici¨®n, con apoyos endebles y cada vez m¨¢s cuestionados, esta apuesta parece menos un alarde de estabilidad que una muestra de par¨¢lisis e incluso de incapacidad.
Mantener vacante la vicepresidencia del Gobierno no dejar¨¢ de crear problemas de coordinaci¨®n y de representaci¨®n en el ¨¢mbito del Ejecutivo. Gonz¨¢lez no tendr¨¢ m¨¢s remedio que implicarse con m¨¢s intensidad en tales labores, hasta ahora dirigidas por Serra. No ser¨¢ suficiente que el ministro de Econom¨ªa y Hacienda asuma la coordinaci¨®n de los asuntos econ¨®micos y que el de Presidencia haga lo propio con la comisi¨®n de subsecretarios. La inexistencia de un vicepresidente plantea tambi¨¦n una situaci¨®n nueva durante los viajes de Gonz¨¢lez al extranjero o en otros supuestos. ?Qui¨¦n asumir¨¢ la representaci¨®n del presidente en esas circunstancias?
La situaci¨®n interna del PSOE ha podido influir en esta decepcionante remodelaci¨®n. Al ser m¨ªnima no le obligaba a poner en riesgo el inestable equilibrio de su partido. Pod¨ªa as¨ª cerrar la crisis con elementos del propio Gobierno, sin necesidad de tener que escoger, si aqu¨¦lla hubiera sido m¨¢s amplia, entre guerristas y renovadores. La elecci¨®n del ¨²nico ministro procedente de extramuros del Gobierno -Joan Lerma como titular de Administraciones P¨²blicas- muestra, en todo caso, cuidado en no herir a unos ni a otros. Es un hombre bien visto por los diferentes grupos del partido y sin duda un interlocutor bien valorado por CiU.
.Por lo dem¨¢s, el nuevo ministro de Defensa, Gustavo Su¨¢rez Pertierra, es un viejo conocido en ese ministerio y brazo derecho del dimitido Serra en los a?os en que ¨¦ste llev¨® a cabo la necesaria reforma de las Fuerzas Armadas y la reorganizaci¨®n del Cesid. Gonz¨¢lez ha preferido la experiencia a la novedad en este departamento clave. Menos significado pol¨ªtico tiene el paso de Jer¨®nimo Saavedra a Educaci¨®n. Es un ministro perfectamente intercambiable, lo que no deja de ser un m¨¦rito. En cualquier caso, se trata de una remodelaci¨®n demasiado nimia, que no responde a los graves problemas internos de Espa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Remodelaci¨®n Gobierno
- Opini¨®n
- MAP
- Narc¨ªs Serra
- Vicepresidencia Gobierno
- Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas
- Ministerio de Defensa
- V Legislatura Espa?a
- Gobierno de Espa?a
- Presidencia Gobierno
- Fuerzas armadas
- Legislaturas pol¨ªticas
- PSOE
- Ministerios
- Conflictos pol¨ªticos
- Gobierno
- Partidos pol¨ªticos
- Espa?a
- Administraci¨®n Estado
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Defensa
- Ministerio de Educaci¨®n y Deportes