Ocho ONG piden que Espa?a proh¨ªba las minas militares
Greenpeace asegura que no se cumple la moratoria de exportaci¨®n
Ocho ONG (organizaciones no gubernamentales) pidieron ayer al Gobierno espa?ol que proh¨ªba la fabricaci¨®n y exportaci¨®n de minas militares, artefactos que matan a una persona cada 20 minutos en el mundo. El ¨²nico pa¨ªs que ha prohibido esa industria es B¨¦lgica. Greenpeace, Interm¨®n, Unicef, M¨¦dicos Sin Fronteras, Acadica, Manos Unidas, Cear y Servicio Jesuita a Refugiados presentaron ayer una campa?a para la prohibici¨®n.Espa?a estableci¨® en 1994 una moratoria en la exportaci¨®n de minas antipersonales. Pero esa moratoria se viola: Greenpeace, bajo nombre supuesto, fingi¨® negociar en los mercados armament¨ªsticos de Par¨ªs y Londres del a?o pasado y Explosivos Alaveses (Expal) le ofreci¨® minas. Greenpeace public¨® ayer un informe en el que denuncia que Expal pertenece a Uni¨®n Espa?ola de Explosivos (UEE), recientemente vendida a la holandesa Pallas Investment.
Fondos FAD
Otras empresas espa?olas implicadas en el mercado de minas son Explosivos de Burgos (EDB), Fabricaciones Extreme?as (FAEX), Explosivos R¨ªo Tinto (ERT), ITSA. UEE, Expal, EDB, CASA, Baz¨¢n, Santa B¨¢rbara, Instalaza, Inisel, ENOSA, Esperanza y C¨ªa, SAPA y Star est¨¢n integradas en Defensa y Exportaci¨®n (DEFEX), con trolada por el INI y beneficiaria de Fondos de Ayuda al Desarrollo (FAD). "No hay cifras oficiales espa?olas de' ese mercado dice Carlos Bravo. "Cuando preguntas invocan el secretismo".
Se estima que hay unos 200 millones de minas en el mundo, la mitad de ellas ya plantadas y listas para explotar. La mayor¨ªa no son detectables. Pa¨ªses como Angola y Camboya tienen hipotecado su futuro por ellas: todo su sistema agr¨ªcola y ganadero, y sus v¨ªas de comunicaci¨®n, est¨¢n condenados por la terrible inc¨®gnita que para sus habitantes supone el miedo a d¨®nde ponen el pie. "El 50% de los muertos son ni?os", se?ala Francisco Gonz¨¢lez Bueno, vicepresidente de Unicef-Espa?a. "La poblaci¨®n de los pa¨ªses desarrollados, al contrario de lo que sucede con el tema del narcotr¨¢fico, lo ignora todo de la exportaci¨®n que se realiza a los pa¨ªses pobres".
"Si la opini¨®n p¨²blica presiona", dice Carlos Bravo, responsable de Greenpeace para la campa?a, "podemos lograr que en septiembre pr¨®ximo se firme en Viena, en la Conferencia de Revisi¨®n de la Convenci¨®n de Armas Inhumanas, la prohibici¨®n total de las minas".
"El coste de desminar es mil veces mayor que el de minar", plantea Olaf Valverde, de M¨¦dicos Sin Fronteras. "Nosotros vemos los efectos directos: muerte, invalidez. Pero hay efectos indirectos m¨¢s perversos. Pa¨ªses como Angola nunca van a verse libres de la amenaza, y hoy la poblaci¨®n no puede desplazarse, y cuando lo hace en masa provoca un colapso en la capital Luanda.
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