A la b¨²squeda de los solistas del siglo XXI

Las Juventudes Musicales de Madrid anuncian una nueva serie de conciertos extraordinarios en el Auditorio Nacional que animar¨¢n la pr¨®xima temporada, y en los que actuar¨¢n la English Chamber Orchestra, de Londres, dirigida por, Manuel Galduf y con la colaboraci¨®n del violinista Maxim Vengerov; el d¨²o de pianos Katia y Marielle Labeque; los Virtuosos de Mosc¨², de VIadimir Spivak¨®v, con la soprano, Mar¨ªa Shagut y la pianista Rosa Torres Pardo; la sensacional Filarm¨®nica de Novosibirsk, dirigida por Amold Katz y con Rostropovich de solista y, en fin, la Sinf¨®nica de Madrid, guiada por Crist¨®bal Halffter, con el pianista Claudio Mart¨ªnez Mehner en el Concierto del Emperador.Estos programas, que cuentan con la a asistencia de la Fundaci¨®n Banesto, cumplen, con el fin art¨ªstico, otro no menos importante: la dotaci¨®n de becas, previo concurso, de la que se benefician j¨®venes int¨¦rpretes de las distintas especialidades. Empe?o iniciado por la presidenta de Juventudes, desde 1983, Mar¨ªa Isabel Falabella que quiso actualizar la funci¨®n de la organizaci¨®n internacional a las necesidades de nuestro tiempo, tan distintas a las de los a?os cuarenta y cincuenta, cuando en B¨¦lgica y Francia nacen las Jeunesses Musicales, para multiplicarse, r¨¢pidamente, por todos los pa¨ªses.

Entonces, se trataba de acrecentar el p¨²blico musical, lo que lograron plenamente tanto el belga Marcel Cuvelier, cuanto el franc¨¦s, Ren¨¦ Nicoly. En 1952 y en el Congreso de Ginebra, se incorporan al movimiento las Juventudes Musicales Espa?olas, antes de que lo hicieran Gran Breta?a, Italia, Dinamarca o Israel. Barcelona, Madrid, Sevilla, Palma de Mallorca, constituyeron grandes puntos neur¨¢lgicos de Juventudes Musicales de Espa?a.

Ellas hicieron posible un ambiente m¨ªnimamente propici¨® para la acogida de la nueva generaci¨®n y, en el caso de Madrid, estuvieron ligadas al Grupo Nueva M¨²sica, al Conservatorio y a Radio Nacional de Espa?a. En 1956 se celebra el Congreso Internacional en Madrid, en el que se descubre al mundo el talento de la mezzosoprano Teresa Berganza, y siete a?os despu¨¦s tiene lugar el de Palma de Mallorca.

Tras la presencia del barcelon¨¦s Narciso Bonet, ocupa, desde hace muchos a?os, la cabecera de la organizaci¨®n, a nivel nacional, el doctor Jordi Roch, que acceder¨ªa, pasados los a?os, a la cima internacional y a la del Consejo Internacional de la M¨²sica de la Unesco.

A la altura de nuestro tiempo, cuando proliferan los conciertos y el p¨²blico musical no cesa de aumentar, Juventudes Musicales deb¨ªa enfocar la cuesti¨®n hacia otros objetivos, aunque nunca abandonara la ayuda a los j¨®venes con decenas y decenas de actuaciones en los que hacen, sus primeras armas.

Entonces, Mar¨ªa Isabel Falabella crea estos conciertos extraordinarios, gracias a los cuales, se han concedido, en los ¨²ltimos cinco a?os, casi 60 millones de pesetas en becas, Entre los beneficios encontramos nombres ya conocidos y galardonados, tal los pianistas, Claudio Mart¨ªnez Meliner, Miguel Ituarte y Carlos Apell¨¢niz; la viola Caridad Zarzo; los Violinistas, Roberto Mendoza, David Mata, Miguel Borrego y Vera Mart¨ªnez, los violoncellistas, Aldo Mata, Asier Polo y ?ngel Garc¨ªa Jermann y los directores, Pedro Halffter y Alexis Soriano.

Trascendencia

La abundancia de recitales y conciertos, los problemas de las distintas orquestas, la ¨®pera o la infraestructura impiden llamar la atenci¨®n sobre tareas como la de las Juventudes Musicales Madrile?as y su presidenta, de alta transcendencia educativa y social, realizada con esfuerzo y constantes gestiones para la captaci¨®n de mecenas y enriquece" dora de nuestra vida musical futura.

De misiones como ¨¦sta saldr¨¢n -est¨¢n saliendo ya- los nombres musicales m¨¢s brillantes de la Espa?a del siglo XXI.