F¨²tbol de altura
La Copa Am¨¦rica cita el mi¨¦rcoles en Uruguay a 12 selecciones del continente americano
La Copa Am¨¦rica de m¨¢s nivel de los ¨²ltimos tiempos tiene este ano un marco perfecto. Uruguay es f¨²tbol, su estadio Centenario vivi¨® el primer Mundial, y 65 anos despu¨¦s ser¨¢ juez de un torneo de verdad, en el que: ninguna selecci¨®n escatima potencial. Argentina, que defiende el t¨ªtulo, es el favorito indiscutible. Su t¨¦cnico, Daniel Passarella, apareci¨® con la promesa de una revoluci¨®n sin precedentes en la historia del f¨²tbol argentino. S¨®lo mantuvo a Ortega y Perico P¨¦rez en la pimera lista de conivocados de los que fracasaron en el Mundial de Estados Unidos, y s¨®lo llam¨® a seis mayores de: 21 a?os. La misma selecci¨®n que gan¨® con apuros los juegos Panamericanos en el Mar del Plata, celebrados el pasado mes de octubre.Veintisiete a?os para el m¨¢s veterano, Marcelo Espina, un mediapunta que ver¨¢ el torneo desde el banquillo. La jugada le sali¨® redonda. Creci¨® la ilusi¨®n de los j¨®venes y se mantuvo la de los veteranos. A. pocos d¨ªas del deb¨² tienen sitio Charnot, Simeone, Batistuta y Balbo. Y tambi¨¦n lo mejor de aquellos j¨®venes de los Juegos Panamericanos: Roberto Ayala, Schurrer, Zanetti, Gallardo, Berti y Bassedas. La meta volante es el t¨ªtulo en Uruguay. Todo desembocar¨¢ en Francia 98.
Con un 4-4-2 cl¨¢sico argentino, presi¨®n en el medio y salidas por las bandas, Argentina llega al torneo como favorito n¨²mero uno. Los cortes de pelo exigidos por el t¨¦cnico, la conducta casi militar del grupo y la ausencia de Redondo quedar¨¢n enan¨¦cdotas cuando el pueblo argentino les exija ganar. La historia obliga.Los campeones del mundo
S¨®lo sirve la victoria para la selecci¨®n a la que m¨¢s se exige en el planeta, Brasil. Sin Parreira, sin Romario, sin Bebeto. Con algunos campeones del mundo, Taffarel, Dunga, Jorghinho o Zinho. Con excelentes jugadores de la nueva generaci¨®n, como el zurdo delantero del Flamengo Savio, que puede marcar una ¨¦poca. Como el calco de Branco, Roberto Carlos, lateral izquierdo del Palmeiras. Como Juninho, media punta del S?o Paulo, de descomunal talento, que llevar¨¢ la camiseta que m¨¢s pesa en el mundo del f¨²tbol, el 10 de Brasil. Como Ronaldo y Tulio dos delanteros de cualidades similares. Fuertes y con el talento innato del brasile?o.
En realidad, Mario Lobo Zagallo no tiene m¨¢s que sentarse y elegir entre la camada de futbolistas que surgen de la inagotable m¨¢quina productiva brasile?a. Una nueva Copa Am¨¦rica y otra vez Brasil con la obligaci¨®n de vencer. S¨®lo ha ganado cuatro, tantas como Copas del Mundo. Paradojas del f¨²tbol.
Uruguay llega al torneo sumido en una cuesti¨®n de necesidad. Como equipo anfitri¨®n, con la leyenda del Centenario bajo su brazo, s¨®lo una victoria salvar¨ªa la credibilidad uruguaya en el futuro. La celeste no responde desde 1987, a?o de su ¨²ltimo ¨¦xito, la Copa Am¨¦rica de Argentina. H¨¦ctor N¨²?ez tira de los veteranos, de los de peso. De Fonseca, Francescoli, Herrera, Nelson Guti¨¦rrez, Rub¨¦n Sosa y Bengoechea. Tambi¨¦n hay j¨®venes. Dar¨ªo Silva, delantero de Pe?arol, con un buen olfato de gol, y Sergio Mart¨ªnez, hambriento de ¨¦xitos y de su salto a Europa. En Uruguay sue?an con ver al Francescoli de los primeros meses del a?o en River, desequilibrante, con car¨¢cter, con llegada. Si aparece pueden ser campeones. Si no, Fonseca y Rub¨¦n Sosa no deben bastar.
Ojo a Chile. Azkargorta recibi¨® el equipo en pedazos. Mirko Jozic lo llev¨® a la deriva, pero Azkargorta lo levanta con juventud. Presentar¨¢ la mayor variante t¨¢ctica, un 3-5-2, y del cuadro de Jozic s¨®lo sobreviven el centrocampista de Colo Colo Fabi¨¢n Estay, buen conductor de bal¨®n, y el duro lateral Gabriel Mendoza.
El.resto ser¨¢ casi una pel¨ªcula de estreno para el p¨²blico europeo. Veteranos, como el l¨ªbero Eduardo Vilches, campe¨®n de Liga mexicana, con el Necaxa, el delantero Ivo Basay, un calco del irrespetuoso Zamorano, y el centrocampista Luis Sierra, curtido tras su paso por el S?o Paulo brasile?o. Y j¨®venes como los delanteros Marcelo Salas y Sebasti¨¢n Rozenthal. Azcargorta, no defini¨® a¨²n el equipo, pero si se atreve con un ataque Salas-Bas¨¢y-Rozenthal, Chile puede dar el bombazo.
El nivel del resto desciende. Colombia ya no tiene a Maturana y s¨ª a todos los veteranos que visten la camiseta nacional fracaso tras fracaso. Hern¨¢n Dar¨ªo G¨®mez, segundo de Maturana en el Mundial, esboz¨® un equipo joven en una gira por Corea y Australia. Hizo el rid¨ªculo, y ahora Asprilla, Leonel ?lvarez, Valderrama y Rinc¨®n tienen la en¨¦sima prueba. Nunca las pasaron, y menos ahora en la Copa Am¨¦rica de m¨¢s nivel de los ¨²ltimos a?os. Vuelve Higuita. Bueno para el espect¨¢culo y el rival y negativo para los colombianos.
Paraguay tiene un equipo interesante. Kubala y sus guerrilleros curtidos en mil batallas en la Liga argentina. Acufia, centrocampista incansable de Boca Juniors; Jara, lateral carrilero de Rosario Central; el l¨ªbero suplente del River, Celso Ayala; y el hombre de m¨¢s talento, Guido Alvarenga, de Mandiy¨² de Corrientes, cuya zurda asombrar¨¢ a m¨¢s de uno. No ser¨¢n campeones, pero pueden ganarle a cualquiera.
El fest¨ªn lo completan pinceladas de inter¨¦s. En Ecuador, Maturana con su esquema tradicional, con dos volantes tapones. Y en punta, Alex Aguinaga y Hurtado. Interesante. Bolivia tendr¨¢ t¨¦cnico espa?ol, Antonio L¨®pez, eterno segundo de Azcargorta, pero poco m¨¢s, y EE UU sigue su ascenso. Dej¨® atr¨¢s su Mundial, anuncia una Liga profesional, comienza la era post-Milutinovic, y se presenta en Uruguay tras golear 4-0 a M¨¦xico.
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