Nada que hablar
EL LEHENDAKARI, Jos¨¦ Antonio Ardanza, present¨® a la ¨²ltima reuni¨®n de los partidos de la Mesa de Ajuna Enea el pasado 22 de junio un documento que recomendaba a todos los miembros, "evitar cualquier propuesta p¨²blica de iniciativas no consensuadas para la pacificaci¨®n y cualquier controversia p¨²blica". Exactamente lo contrario han hecho ahora diversos dirigentes del PNV con su nueva ofensiva ret¨®rica en favor de diversas f¨®rmulas de di¨¢logo con ETA.Causa estupor que en este momento, cuando un empresario vasco cumple dos meses de secuestro y el pulso de los violentos con la sociedad democr¨¢tica en Euskadi se halla en un punto crucial, dirigentes peneuvistas vuelvan a alimentar la pol¨¦mica sobre la negociaci¨®n. Una iniciativa que divide al frente antiterrorista y beneficia tan s¨®lo a quienes tienen secuestrado a Jos¨¦ Mar¨ªa Aldaya y a quienes quieren secuestrar en las calles de Euskadi la opini¨®n de m¨¢s del 85% de la poblaci¨®n vasca a base de palizas a quienes llevan el lazo azul y amenazas a quienes se niegan a plegarse a su matonismo callejero.
En momentos tan delicados como los actuales, en los que HB y KAS parecen cambiar de estrategia y fomentar el enfrentamiento civil, el ¨²nico di¨¢logo necesario es el que debe coordinar a todos los partidos democr¨¢ticos para ganar juntos el pulso a los terroristas que matan y secuestran y a sus c¨®mplices que desprecian las reglas de la democracia y de la mera convivencia ciudadana. Sacar a colaci¨®n ahora los contactos del Gobierno de Madrid que llevaron a la disoluci¨®n de ETA Pol¨ªtico-militar en 1982 carece del m¨¢s m¨ªnimo sentido. ETAp-ni s¨®lo negoci¨® los t¨¦rminos de su desaparici¨®n como organizaci¨®n terrorista. En este sentido, ETA sabe que no tendr¨¢ problemas de contacto con el Gobierno cuando decida emular a los entonces llamados polimilis y proceder a su autodisoluci¨®n. De todo se podr¨¢ hablar tras el abandono de las armas. De nada mientras las usen.
La organizaci¨®n terrorista ETA y su entrama o de Organizaciones afines buscan una negociaci¨®n cuyo objetivo es el chantaje pol¨ªtico a las instituciones del Estado de derecho. Como en la vieja frase torera, esto no puede ser y adem¨¢s es imposible. Y el PNV deber¨ªa haber salido de dudas al respecto hace ya much¨ªsimo tiempo. No ser¨ªa bueno que la ciudadan¨ªa pensara que los aires preelectorales que soplan en no pocos ambientes pol¨ªticos tengan algo que ver con estas nuevas reflexiones de dirigentes nacionalistas en Euskadi. Porque si en algo se basa la Mesa de Ajuria Enea es en el principio de que la lucha contra el terrorismo de ETA no puede ser utilizada como arma electoral por ninguno de los partidos firmantes. Y si bien son muchos los que tienen la certeza del firme compromiso del PNV con la lucha antiterrorista, convendr¨ªa que sus dirigentes no dieran argumentos a quienes dudan de la misma.
Herri Batasuna y KAS est¨¢n posiblemente hoy m¨¢s lejos que nunca de aceptar la lucha democr¨¢tica, pac¨ªfica y civilizada. Su huida hacia adelante -buscando el enfrentamiento directo con los dem¨®cratas en las calles- puede deberse a su p¨¦rdida de peso en la sociedad, a su p¨¦rdida de poder pol¨ªtico en instituciones como los ayuntamientos o a otros factores propios o dictados por ETA.
En todo caso, intenta utilizar este periodo de interinidad y crisis pol¨ªtica como hizo durante la transici¨®n pol¨ªtica. Su objetivo entonces era provocar una reacci¨®n armada por parte del Ej¨¦rcito con un golpe militar y equiparar as¨ª la falta de legitimidad propia con la de las instituciones resultantes del golpismo. Hoy se prepara para una nueva situaci¨®n resultante del previsible cambio de Gobierno en Espa?a. Y est¨¢ en plena ofensiva de amedrentamiento a la sociedad democr¨¢tica para conseguir suficiente capacidad de chantaje sobre las instituciones. Aquella t¨¢ctica fracas¨® entonces, y ¨¦sta fracasar¨¢ ahora.
Por estas razones, cualquier sugerencia sobre la posibilidad de que, por medio de sus cr¨ªmenes o la capacidad de agresi¨®n de su entorno pol¨ªtico, ETA pueda erigirse en interlocutor v¨¢lido causa un da?o grav¨ªsimo a las instituciones. Y lanza a ETA, HB y KAS la muy falsa se?al de que se encuentran en el buen camino para colmar tales aspiraciones y s¨®lo han de matar, secuestrar o apalear algo m¨¢s para que la sociedad vaya convenci¨¦ndose de ello. La ¨²nica se?al que deben recibir es la de que saldr¨¢n irremediablemente derrotados en su pulso a la democracia. Para que esta se?al les llegue n¨ªtidamente, los dem¨®cratas tienen que mostrar unidad sin fisuras en negar al crimen, toda compensaci¨®n.
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