El presidente de Derechos Humanos dice que el Gobierno no tiene voluntad pol¨ªtica de erradicar la tortura en Espa?a
El presidente de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Espa?a, Jos¨¦ Antonio Gimbernat, afirm¨® ayer que las autoridades no tienen voluntad pol¨ªtica de erradicar la tortura y colaboran en un "c¨ªrculo diab¨®lico y falaz" que, en la pr¨¢ctica, permite a los torturadores pensar que pueden actuar con impunidad. Gimbernat, que dirige el curso Garant¨ªas y vulneraciones de los derechos humanos en Europa y Am¨¦rica Latina en la Universidad de verano de la Complutense, se?al¨® que en Espa?a se abren cada a?o unas 100 diligencias judiciales por casos de tortura, y que la existencia de esas pr¨¢cticas atentatorias por parte de las fuerzas' policiales contra los derechos humanos es confirmada por las sentencias condenatorias que se dictan.En su opini¨®n, en Espa?a hay torturas porque el Gobierno no tiene. voluntad de frenar dichas pr¨¢cticas, al proclamar sistem¨¢ticamente la presunci¨®n de inocencia de los torturadores sin abrir investigaciones internas, y al ascenderles y condecorarles en el largo, tiempo que permanecen a la espera de juicio, para finalmente indultarles aduciendo lo lejanos en el tiempo que est¨¢n los delitos cometidos.
El presidente de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos. considera que debe reducirse de cinco a dos d¨ªas la posibilidad de incomunicar a los presos acusados de terrorismo, ya que el plazo m¨¢s largo favorece que se produzcan torturas, y defiende adem¨¢s que el Gobierno se abstenga de indultar a torturadores al menos en la parte de la pena que determina su inhabilitaci¨®n, por ser personas que no merecen seguir dentro de las fuerzas de seguridad".
Gimbemat considera tambi¨¦n responsable al Gobierno del crecimiento del racismo y la xenofobia en Espa?a, porque a su juicio ese fen¨®meno est¨¢ ligado a una inadecuada pol¨ªtica de inmigraci¨®n. Los pol¨ªticos, aduce, no pueden ampararse en que la xenofobia es "una especie de peste medieval que se extiende por Europa", sin analizar m¨¢s all¨¢ sus causas.
Gimbernat indic¨®, que las autoridades espa?olas han puesto la venda antes de la herida en esta materia, al aplicar restricciones a la inmigraci¨®n, ya que Espa?a no est¨¢ siendo destino de grandes, flujos de extranjeros procedentes del sur.
El responsable de la asociaci¨®n critic¨® la ley de Extranjer¨ªa por haber condenado, dijo, a m¨¢s de 200.000 personas a la ilegalidad al imponerles condiciones imposibles de reunir para poder trabajar en Espa?a.
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