Los toros se cebaron con los corredores extranjeros

Los; corredores extranjeros desaparecieron en el ¨²ltimo encierro y los sanfermines se despidieron sin sobresaltos. En ning¨²n lugar del recorrido fue posible encontrar ese porcentaje de 70% de espa?oles y 30% de extranjeros que d¨ªas atr¨¢s se ven¨ªa dando. La muerte, el d¨ªa anterior, de Matthew Peter Tassio convenci¨® a los curiosos del tremendo riesgo que supone compartir la calle con una manada de toros bravos.Ayer se estren¨® una ganader¨ªa en el encierro, la del Torre¨®n, con toros enormes que no cornearon a ning¨²n corredor, pese a que arrollaron a varios. Tampoco embistieron a nadie, ni siquiera la res que se qued¨® sola en el ¨²ltimo tramo del recorrido. Vicente Orts, de 36 a?os, fue ingresado, sin embargo, de pron¨®stico grave, con traumatismo encef¨¢lico, a consecuencia de una ca¨ªda.

De los 57 mozos atendidos en los hospitales en estos sanfermines, s¨®lo seis lo fueron a consecuencia de cornadas. Llama la atenci¨®n que cinco fueran extranjeros (cuatro estadounidenses y un franc¨¦s). Todos ellos transgredieron alguna de las dos normas elementales que aconseja el sentido com¨²n ante la proximidad de un toro de lidia: levantarse cuando llega o correr sin mirar para atr¨¢s. El pamplon¨¦s que tambi¨¦n result¨® empitonado fue a consecuencia de la fatalidad, pues ¨¦l ya se retiraba hacia el vallado, cuando el toro se venci¨® hacia aquel lado, arroll¨® a varias personas, y el cuerno le hiri¨® en el cuello.

Cogidas graves hubo tres, entre ellas la mortal, y percances de tal pron¨®stico, seis m¨¢s, a consecuencia de las ca¨ªdas y los golpes, sobre todo en la cabeza. Los corredores extranjeros resultaron igualmente los m¨¢s afectados en este apartado.Curiosa estad¨ªstica

Si la estad¨ªstica no guarda la misma proporci¨®n entre el n¨²mero de corredores y el de personas corneadas o heridas, seg¨²n sean espa?olas y. extranjeras, el doctor Mart¨ªnez Vergara, jefe del servicio de urgencia del hospital de Navarra, observa otro aparente contrasentido: "Cuantos m¨¢s corredores en el encierro, menos heridos por asta de toro. La explicaci¨®n podr¨ªa deberse a que la manada se ve obligada a correr por un estrecho pasillo, formado por la multitud, sin tiempo para entretenerse".

Este mismo doctor, que fue quien atendi¨® al muchacho corneado mortalmente, estima que si el percance ocurre en la plaza de toros, donde hay un equipo m¨¦dico y un quir¨®fano a 15 metros del ruedo, "posiblemente hubiera tenido las mismas consecuencias fatales". "La disecci¨®n de la aorta supone quedar desangrado en un minuto. Suponiendo que diese tiempo a cortar la hemorragia, que es mucho decir, los da?os en algunos ¨®rganos hubieran resultado irreparables".